Riviera albanesa: un destino barato con playa y cultura

Viaje a la Riviera Albanesa.
Viaje a la Riviera Albanesa.
Guía de viaje a Riviera Albanesa y recorrido por Albania. Un destino turístico barato con playa, cultura e historia.

Albania es en la actualidad un país en construcción; carreteras, edificios, hoteles…. Todo es una obra, pero una obra que acabará llevándote al azul turquesa de las playas de la Riviera Albanesa, a yacimientos arqueológicos cargados de historia y a pueblos anclados en el tiempo. Si estás pensando en recorrer el país o quieres saber más de él aquí encontrarás cómo organicé mi guía de viaje por Albania, cómo son sus playas, qué ofrece su gastronomía y algunos aspectos prácticos para la visita al País de las Aguilas.

Ese estado actual de construcción denota que Albania vive en un momento similar el boom turístico español de los setentas, ya que busca posicionarse cómo gran destino turístico mediterráneo porque es consciente de que puede hacerlo. Y si está viviendo ahora esta transformación es porque su historia no se lo ha permitido con anterioridad ya que Albania ha pertenecido al Imperio Otomano hasta 1915, después fue invadida por Italia transformándola en títere del fascismo y acabando en manos alemanas para posteriormente caer en un régimen dictatorial comunista que la ha mantenido apartada del mundo hasta 1995.

Ahora la Riviera Albanesa busca posicionarse como el destino de playa y cultura que es permitiendo al turista decantarse por unas vacaciones de solo hamaca, por un viaje en busca de antiguas civilizaciones o por un destino que puede ser para el visitante puerta de entrada a los países balcánicos. Es por tanto un país que acoge por igual al mochilero que al que busca hoteles cinco estrellas en primera línea de playa. Un destino para el que busca fiesta y ambiente veraniego al puro estilo de las islas más populares del Mediterráneo, y para el que busca indagar en todo lo que dejaron los griegos, romanos, bizantinos y otomanos a su paso por estas tierras.

En mi caso realizamos el viaje a mediados de mayo por lo que aún no estaban en temporada (este año comenzaba el 28 de mayo), así que no todos los hoteles y locales estaban abiertos y reinaba la calma en sus playas. Viajar fuera de la temporada veraniega permite al visitante alojarse en grandes hoteles de forma aún más barata –en general es un país barato como turista- llegando a encontrar hoteles cinco estrellas por 100€ la noche. Sin embargo en julio y agosto la Riviera Albanesa se llena de turistas europeos y tanto la playa como las visitas culturales o a los parques arqueológicos pueden estar algo masificadas.

Mi ruta por Albania

Las playas de la Riviera Albanesa

Gastronomía albanesa

¿Cómo volar a Albania?

Escoger alojamiento en Albania

Datos prácticos para viajar a Albania

Guía de Albania. Mi ruta por Albania

El recorrido que planteé se adecuó a los seis días completos que estuvimos en el país. De hecho debido a que las rutas por carretera son lentas, alquilamos coche para movernos a nuestro ritmo (es posible contratar las visitan con excursiones o moverse en autobuses), y queríamos dedicar algún día completo a relajarnos en sus playas no pudimos visitar Berat ni Kruje que son dos destinos que suelen aparecer en cualquier guía de Albania. En nuestro caso la ruta fue la siguiente:

Día 1: Tirana. Llegamos por la noche y aprovechamos la primera mañana en el país para visitar su capital, que me pareció más moderna de lo que esperaba según había leído en guías. Con un tranquilo paseo a la plaza Skanderbeg ya se tomará un buen pulso a la ciudad observando su ajetreo diario y las variadas arquitecturas que ha ido dejando su historia. Si dispones de más tiempo los bunkers que han transformado en museo, el Bunk’ art, pueden tener una visita interesante.

Visita a Tirana.
Visita a Tirana.

Tras visitar Tirana nos dirigimos a Vlorë, donde pasaríamos las tres siguientes noches. Por el camino paramos a visitar Durrës, un largo paseo marítimo cargado de grises y espacios pero que, si te adentras en la ciudad permite visitar su anfiteatro y las ruinas del mercado bizantino.

Día 2: Dedicamos la mañana a visitar el parque arqueológico de Apollonia o Apolonia de Iliria. Se trata de un yacimiento en el que se conservan restos de todas las civilizaciones que han pasado por el país (griega, romana y bizantina) con diferentes edificios y ruinas. Es muy extenso y por tanto puedes dedicarle el tiempo que quieras. La entrada cuesta 600 lekë y desde la taquilla accedes a la zona más relevante, pero los restos arqueológicos del parque ocupan una gran extensión y puedes recorrerlos todos. Es cierto que algunos están lejos andando. De hecho a nosotros Google Maps nos llevó a una diminuta excavación que, aunque estaba a un cruce de prado de la entrada oficial, en coche eran 15 minutos.

Parque arqueológico de Apollonia.
Parque arqueológico de Apollonia.

Después dimos un paseo por Vlorë, no es una ciudad especialmente atractiva ya que se compone principalmente de un paseo marítimo junto a una playa urbana frente a los restaurantes. Sin embargo esta ciudad es el punto de partida de la Riviera Albanesa y dentro de este distrito ya encontramos playas que identifican la imagen del país.

Día 3: Fue uno de los días que nos dedicamos a chapotear en el agua azul turquesa y a disfrutar de la piscina infinita del hotel -un poco de vanidad de vez en cuando tampoco viene mal-. Si aprovechamos para recorrer parte de la carretera costera que baja por toda la Riviera Albanesa en la que se salpicaban las calas y los beach club, no los llamo chiringuitos porque están muy cuidados en decoración. Es una de las zonas en las que mejor se ve el lanzamiento del turismo que están intentando y la realidad de lo que queda para que esté cuidado ya que, como en toda la zona, las obras y construcciones a pie de calle se mezclan con locales playeros de espectacular diseño.

Playa de hotel en Vlorë, Riviera Albanesa.
Playa de hotel en Vlorë, Riviera Albanesa.

Día 4: Emprendimos el camino hacia el sur, a Ksamil, donde nos quedamos las siguientes noches. Bajamos por la carretera interior que tiene paisajes sorprendentemente frondosos, como un oasis mediterráneo. La carretera corre al lado del río Vjose en un valle que hará las delicias de los amantes de la naturaleza y que aún no está enfocado al turismo aunque no voy a negar que incluso en el río, junto a la terraza de un bar, vi dos hamacas.

Carretera junto al río Vjose.
Carretera junto al río Vjose.

Escogimos esa ruta también para parar en Gjirokaster, un pueblo Patrimonio de la Humanidad de la Unesco que conserva un castillo y varias ruinas a su alrededor. Además el pueblo es de los pocos que se mantiene casi intacto desde hace siglos con calles empinadas y bazares.

Día 5: Dedicamos la mañana a visitar el Parque Arqueológico de Butrinto que ocupa un promontorio rodeado por un lago y que es también es Patrimonio de la Humanidad. Butrinto es un lugar mágico, las ruinas de diferentes civilizaciones van sorprendiendo al visitante a medida que pasea por un paisaje boscoso y deja constancia de la relevancia griega y romana de la región. La entrada cuesta 1000 lekë.

Parque arqueológico de Butrinto.
Parque arqueológico de Butrinto.

Día 6: Decidimos dedicar el último día también a disfrutar de la playa de Ksamil. Este pueblo se ubica dentro del Parque Natural de Butrinto y destaca por sus playas de arena y las pequeñas terrazas construidas dentro del mar para ofrecer al visitante momentos gastronómicos inolvidables. Además Ksamil cuenta con tres islas enfrente a las que se puede ir con barquitos que es muy fácil encontrar en todas las playas. También se puede disfrutar de una buena perspectiva de estas tres islas y de parte de la costa desde el club Bianco que ofrece ambiente de discoteca en un pub con varias terrazas al aire libre.

Una de las calas de Ksamil.
Una de las calas de Ksamil.

Día 7: Era el momento de regresar al aeropuerto de Tirana y decidimos hacerlo por la carretera de la costa para disfrutar sus vistas. No en todo momento el recorrido va pegado al mar ya que hay que pasar un puerto de montaña que también ofrecerá imponentes vistas y en el que te toparás constantemente con ciclistas y moteros que escogen esta ruta por las vistas, una ruta que también está salpicada por espacios para el agroturismo. Por el camino pasarás por pueblecitos como Vuno que mantienen un aspecto muy mediterráneo con casitas blancas y ventanales de madera -aunque son muy pequeños y no es necesario pararse-, vislumbrarás fortalezas en medio del mar y podrás acercarte a dos de los pueblos más populares de la Riviera Albanesa; Himarë y Borsh.

Las playas de la Riviera Albanesa

El agua azul turquesa, el ambiente mediterráneo y la puesta a punto para el turismo es lo que hace especialmente atractiva la costa de Albania. La Riviera comienza en Vlorë donde el mar Adriático da paso al Jónico.

Hay que tener presente que en el concepto de playa en la Riviera Albanesa destaca el modelo de hamacas y beach club. Casi todas las playas estarán ocupadas por hamacas que pertenecen a los hoteles (algunos tienen playa privada) o a los clubes de playa, quizás porque la mayoría de playas son de guijarros y solo al sur se puede ver algo de arena.

En la temporada de verano la música de los locales será la que ponga parte del ambiente y los cócteles se moverán a su ritmo. Si tu hotel no tiene hamacas propias conseguir una puede costar unos 700 lekë y 100 fuera de temporada. Hay que plantearse por tanto que si se quiere disfrutar de la playa puede ser una buena opción escoger un alojamiento que tenga su parcela en la misma. Disfrutar por tanto de las playas de la Riviera Albanesa suele conllevar escoger un hotel de primera línea (abajo os dejo más información sobre alojamientos) teniendo claro que en esta riviera no existe la modalidad de pulserita de todo incluido porque aquí no interesa quedarse en un mismo sitio todos los días sino moverse por el país y explorarlo.

Por tanto si disfrutar de la playa entra dentro de tu ruta por Albania, o incluso si es el motivo de tu visita al país, será aconsejable que te muevas por la riviera para conocer sus diferentes localizaciones. La mayoría de la costa está salpicada de pequeñas calas de guijarros y las playas más largas son las de Himarë y Borsch, en las que aún pervive una naturaleza propia y espacios sin hamacas. En mi opinión las playas más interesantes me parecieron las de Ksamil, donde la arena es más fina aunque también puede generar que el agua no esté tan claro como en las que se encuentran más al norte.

Gastronomía albanesa

Saborear los países que visitamos es parte del viaje. Muchas veces los aromas y las creaciones culinarias nos acercan a la cultura de una zona y en eso Albania no se queda corto. Como es de esperar ofrece una cocina mediterránea basada en productos sencillos y de calidad (sorprende por ejemplo el gran sabor de sus tomates) y la mayoría de sus restaurantes ofrece comida italiana ya que es parte de su cultura gastronómica con pastas, pizzas y todo tipo de antipastis. Al acercarnos al sur del país también comienzan a aparecer platos griegos como el cordero y la musaka.

Dentro de su gastronomía tradicional es imprescindible probar los byreks, una especie de empanada que rellenan de verdura o queso –mención aparte a los quesos que ofrecen en todos los lugares siendo el más tradicional un caciocavallo que sirven horneado- y los qifis (una especie de arancini, es curioso que sea popular un plato que no suele verse fuera de Sicilia).

Gastronomía albanesa.
Gastronomía albanesa.

Y por supuesto, los pescados. En casi cualquier restaurante de la Riviera Albanesa tendrán pescados del día que ofrecer al visitante y que suelen cocinar al gusto del comensal a la parrilla o al horno. Es imprescindible probar además sus mejillones, al pasar por el Parque Natural de Butrinto pueden verse las bateas, ya que son grandes y muy sabrosos. Y no dejar pasar la oportunidad de probar sus carpaccios de pescado que sirven en una salsa cítrica, la misma que incluyen en sus krudos. Estos últimos son también un plato muy popular en el país compuesto de cigalas y langostinos aderezados con frutas.

Plato de Krudo.
Plato de Krudo.

En cualquier caso la gastronomía albanesa es rica en sabores puros y elaboraciones sencillas que dejan a los productos locales exponer todas sus cualidades. Además, los precios son muy asequibles. Los platos de pasta no suelen superar los 7 euros y platos como el krudo, compuesto de marisco, rondarán los 15 euros. Es curioso que no tiene muy trabajo el upselling y una vez has comido no suelen ofrecerte que alargues la sobremesa con postres, cafés o licores. Pero por supuesto están disponibles.

No podemos cerrar el apartado de gastronomía albanesa sin hablar de sus bebidas. Las cervezas locales más populares son Elbar, Korsa y Tirana, las encontrarás con facilidad en cualquier bar o restaurante. Son ligeras aunque no diría refrescante, no las sirven tan frías a como estamos acostumbrados. Y también tienen una cuidada oferta de vinos de los que se sienten especialmente orgullosos, aunque hay que reconocer que en este caso a veces los precios son demasiado elevados y puede compensar económicamente optar por vinos de exportación italianos.

¿Cómo volar a Albania?

Desde España tienes vuelos directos que salen de Madrid o Barcelona a Tirana (es el único aeropuerto en activo del país albanés) y los realiza la compañía lowcost WizzAir. Si vuelas desde otra ciudad podrás hacer escala en estas o en multitud de ciudades italianas, ya que es el país que más conexiones tiene con Tirana.

Escoger alojamiento en Albania

Si optas por la Riviera Albanesa encontrarás multitud de hoteles de calidad a precios módicos. Es cierto que fuera de temporada algunos estarán cerrados, pero aun así no te será difícil encontrar uno a tu gusto. Normalmente los hoteles de esta zona están enfocados al turismo de playa por lo que normalmente disponen de buena ubicación y buenos servicios. Si dentro de tu plan está pasar algunos días relajándote en la playa sí te recomendaría buscar un hotel que esté muy cerca de la playa ya que aquí depender del coche puede suponer una gran pérdida de tiempo tanto en carretera como para aparcar. También encontrarás apartamentos en alquiler.

En mi caso los hoteles en los que nos alojamos y que cumplieron todas las expectativas fueron:

Hotel en Tirana: Stela Center

Hotel en Vlore: Maritim Resort Marina Bay

Hotel en Ksamil: Poda Boutique

Datos prácticos para viajar a Albania

Los españoles podemos entrar a Albania con el DNI aunque no sea un país comunitario. Es cierto que ir con pasaporte puede acelerar el acceso en el aeropuerto ya que el DNI lo tienen que mirar de forma manual y las colas suelen ser más largas.

Si vas a conducir por el país es necesario sacarse el carnet de conducir internacional, un mero trámite que puedes realizar en oficinas de la DGT y que cuesta 10€. A nosotros no nos lo solicitaron al alquilar el coche, pero quizás sí lo hacen si te para la policía. Es importante tener claro que hay mucha presencia policial en las carreteras, normalmente con radares, y que la tasa de alcohol permitida al volante es 0. La conducción de los albaneses no es rápida pero desde luego no cumple las normas de tráfico a las que estamos acostumbrados, en tu viaje perderás las cuenta de las veces en las que te adelantan en carreteras angostas haciéndolas a su antojo de tres carriles cuando no lo son, sin embargo para ellos será habitual y ni se pitarán. De hecho sorprende la multitud de memoriales a los fallecidos en accidentes de tráfico que se encuentran a lo largo de sus carreteras. La mayoría de carreteras no superan el límite de 90 km/h y solo en parte de las autopistas se puede transitar a 110 km/h.

Respecto al idioma basta con el inglés, aunque muchos albaneses también hablan algo de italiano y además en los sitios turísticos pueden encontrarse camareros que hablen español, y si no lo hablan intentarán aprender contigo.

Es importante también tener claro que ninguna compañía cubre actualmente el roaming en este país. Es cierto que todos los hoteles, bares y restaurantes ofrecen Wifi pero si vas a viajar en coche y no eres muy amigo de los mapas en papel, o si eres de los que no puede vivir sin su conexión a Internet, lo más aconsejable es comprar una de las tarjetas SIM locales que ofrecen en el aeropuerto y en los hoteles y que tienen pack turísticos en los que por 14€ puedes disponer de 20Gb durante 21 días.

La moneda oficial de Albania es el lek, y es difícil encontrar cambio fuera del país. Sin embargo una vez estés allí las casas de cambio están por todos sitios y además en la mayoría de lugares aceptan euros. El cambio suele estar a 120 lekë un euro. Cada vez está más extendido el pago con tarjeta sin embargo en algunos locales aún tendrás que pagar en efectivo.

 

Viajar a Albania es por tanto una experiencia abierta a todo tipo de viajeros, a los que buscan sol y playa y a los que quieren indagar por territorios cargados de historia. Además es un país bastante económico, algo que quizás cambie en los próximos años si continúa incrementando su imagen como gran destino turístico. También está a la espera de entrar en la Unión Europea.