Cuatro años después de la prematura muerta de la artista italiana Chiara Fumai llega Poemas que nunca mostraré. Chiara Fumai 2007-2017 a La Casa Encendida de Madrid, comisariada por Milovan Farronato y Francesco Urbano Ragazzi presenta una completísima selección de obras que traducen y materializan su producción basada fundamentalmente en las performances que la artista se negó voluntaria y sistemáticamente a documentar. No dejándose victimizar, menospreciar o circunscribir a la condición de artista femenina, Chiara Fumai se apropió y desarrolló un lenguaje de revuelta capaz de crear situaciones, collages y ambientes incómodos en torno al feminismo, el movimiento autónomo italiano o los espectáculos pseudocientíficos del siglo XIX, entre otros. La muestra supone una investigación de su legado para mostrar a un público más amplio su extraordinaria obra compuesta de collages, vídeos, dibujos o muebles.
La Casa Encendida presenta la primera retrospectiva dedicada a Chiara Fumai (Roma, 1978 – Bari, 2017), cuya obra ha contribuido en gran medida al desarrollo de los lenguajes de la performance y la estética feminista del siglo XXI. La exposición es fruto de la colaboración de varias instituciones europeas: Centre d’Art Contemporain Genève, Centro per l’Arte Contemporanea Luigi Pecci de Prato, La Loge de Bruselas y La Casa Encendida.
Con una obra que se sitúa deliberadamente entre lo real y lo ficticio, en muchas de sus performances, Fumai adoptaba diferentes identidades para poner de relieve narrativas deliberadamente olvidadas o descartadas por la historia patriarcal. Figuras como la médium Eusapia Palladino, la teósofa Madame Blavatsky, la escritora feminista Carla Lonzi, la mujer barbuda Annie Jones, la anarquista Valerie Solanas, o la terrorista Ulrike Meinhof, entre otras. Fumai revisitaba las vidas de estas mujeres a través de métodos comúnmente asociados a la contracultura, la actividad psíquica, el ilusionismo, los espectáculos freak, la autohipnosis o la tradición oral. Al apropiarse de sus personajes, Fumai acaba identificándose con ellas, sacando a la luz sus historias y transmitiendo profundas reflexiones sobre el lenguaje y la fragmentación de la identidad. “Yo no las elijo, vienen ellas a mí. Por sí solas. A través de un proceso de intuición que soy incapaz de dirigir”, señalaba Fumai.
A través de una selección de obras y documentos específicos para la muestra en La Casa Encendida, esta retrospectiva trata de mostrar lo que a Fumai le gustaba llamar unwork, parte de su producción performativa de diez años que va mucho más allá de las representaciones por las que era más conocida.
El título de la exposición se extrae de una obra inacabada, el último autorretrato de la artista: un títere con una camiseta con el lema «Poemas que nunca publicaré». Si bien la frase puede parecer melancólica, evocando lo que podría haber sido si la artista hubiera vivido más tiempo, en realidad establece un hecho. Ella misma nunca compuso poemas; en cambio, canalizó las palabras de otras, mujeres que necesitaban justicia y reconocimiento histórico. Esta retrospectiva no solo está dedicada a Chiara Fumai, sino también a quienes la precedieron.
La muestra presenta también algunas de las personalidades que la artista creó durante su práctica artística como Nico Fumai, el primer personaje imaginario y único de origen biográfico. De hecho, toma el nombre del padre de la artista para atribuirlo a un cantante, utilizando su interés por la Italo Disco de los años 80 como estrategia para interpretar una época histórica concreta y para reunir diferentes campos de investigación, entre ellos el de la música, al que Chiara Fumai se dedicó, como DJ, en los primeros años de su carrera artística.