Hace unos años, Madrid se movilizaba gracias a, o por culpa de, una propuesta del antiguo equipo de gobierno de la ciudad, cuando saltó la noticia de los castings a los que deberían presentarse (y pasar) aquellos músicos que quisieran llenar de notas y ritmos las calles de la capital. Cortapisas al talento y unos criterios aleatorios a la hora de permitir, o no, y programar la música que sería banda sonora de los que habitan la ciudad. Aunque no todo el mundo actúa igual ante la música que surge de las calles.
Hace también unos años, unos cuantos más a pesar de todo, una de las instituciones culturales de Madrid abrió puertas y ventanas al talento callejero. El Círculo de Bellas Artes, allá por 2005, entre la noche de San Juan y el Día de la Música, creó una de las citas culturales más importantes del arranque del verano. Con un gesto definitivo hacia la música de circuitos no oficiales nacieron las ‘Noches Bárbaras’. Aquellos que normalmente no reciben más más luz que aquella que les llega del cielo, de las farolas y focos de las calles o de los neones de los escaparates de las tiendas, elementos todos ellos que componen el escenario improvisado en las aceras, una orquesta filarmónica de músicos callejeros, de toda orden y condición, en cualquier formato que imaginemos y tocando todos los estilos, se reúnen una noche al año para reclamar la atención de los viandantes que normalmente no levantamos los ojos del suelo y nuestros móviles.
La música une ciudades más allá del Atlántico, por eso la iniciativa saltó a la otra orilla en 2014. Desde entonces, con el arranque del invierno austral, el Centro Cultural de España en Montevideo se une a la fiesta. En coordinación directa con el CBA, y siguiendo los mismos objetivos, criterios y pautas de programación al de las originales veladas bárbaras madrileñas. Tres escenarios en simultáneo en los espacios principales de la sede del centro uruguayo acogerán más de veinte propuestas donde la fusión de estilos es protagonista; con sonidos que van desde el reggae, rock, pop, hip hop, milonga, electrónica, samba, músicas de autor, versiones e instrumentales.
En Madrid la fiesta arranca a las 21:00 h. en la cafetería del Círculo, con bandas como los españoles Potato Omelette y Ombligo, o los israelíes Dan Ben Lio y Alejandra Escalera, pasando por el country más típico del oeste americano de los nacionales de Leone y el jazz swing manouche de Los madrugadores. La noche llegará a lo más alto y llenará el mítico salón de baile con la música dixie de New Orleans, por parte de la St. Louis Jazz Band y los mexicanos y colombianos que forman la Orquesta La Fundación. El fin de fiesta correrá a cargo de Charanga Tarambana, con la mejor música de animación de calle, el mejor sitio para bailar sin límites.