Mika Kaurismäki: “Cristina de Suecia sería demasiado moderna hasta para el siglo XXI”

Fotograma de 'The King Girl'.
Fotograma de 'The King Girl'.
Revolucionaria librepensadora, una fuerte y visionaria política... Un filme para degustar y aprender.

Revolucionaria librepensadora, precursora del movimiento feminista, una fuerte y visionaria política, europea antes de que existiera la concepción europeísta…”. Con estos apelativos describe el enérgico director finlandés Mika Kaurismäki, hermano del otro gran tótem del cine de aquellos lagos (Aki Kaurismäki), a la protagonista de su nueva película. Reina Cristina (The girl king) recupera el perfil de una figura monárquica apenas reconocida que, sin embargo, se alzaría con la corona de entre las más enigmáticas y heterodoxas del continente europeo.

Puede que en Suecia se muestren todavía reacios a mirar con nuevos ojos a la que abandonase el trono nórdico para convertirse al catolicismo contra el que pereció su padre y paladear una vida de lujo, mecenazgo cultural, humanismo y, por qué no, intrigas de altos vuelos con ingleses y franceses revoloteando en derredor. Sin embargo, ese es otro capítulo, no el definitorio de la joven nacida para reinar cuyas convicciones, deseos y ansias de conocimiento chocaron de bruces con el protestantismo soberano de todos los destinos. Ella quiso escribir el suyo.

Nokton Magazine: Aunque Reina Cristina está ambientada en el siglo XVII, no ha apostado por una película “historicista”. La visión de la historia, de hecho, es muy contemporánea.

Mika Kauriasmaki: Como director de cine, lejos de una mirada de historiador fílmico, mi intención no era hacer una película épica y de época tradicional. Quería contar un intenso drama psicológico centrado en el personaje, en la interpretación de su protagonista, sobre la reina Cristina, avanzada para su tiempo e incluso para el que vivimos. Si nos fijamos en los acontecimientos actuales y en Europa, nada ha cambiado mucho.

NM:¿Hasta qué punto no hemos cambiado?

MK: El mundo está lleno de guerras religiosas y las mujeres siguen luchando por sus derechos. Y los jóvenes continúan tratando de averiguar qué hacer con sus vidas, qué decisiones tomar con el fin de sobrevivir y ser felices. Cuando hice la película, nunca pensé en Cristina como una figura de un museo, sino como una joven moderna que intenta encontrar su propio camino y espero que el público vea estos paralelos entre aquella época y la nuestra.

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NM: Greta Garbo no pudo en “La reina Cristina de Suecia” (Rouben Mamoulian, 1933) protagonizar una historia de amor entre mujeres o abordar otros aspectos imprescindibles para entender las pulsiones del personaje. ¿Sintió que cumplía con una deuda pendiente?

MK: Durante el proceso de documentación para la película, encontramos un artículo donde Garbo había dicho que el filme que hizo fue un poco «tonto». En esos días, Hollywood no estaba preparado para contar la historia de la forma en que ella querría haberlo hecho. En este sentido, creemos que nuestra película es el tipo de cinta que ella hubiera querido hacer.

NM: Cristina de Suecia poseía un carácter transgresor, valiente; una mirada inteligente y culta. Sobrevivió a un mundo anclado en el conservadurismo y prefirió ser libre a reinar. ¿Hubiera llegado a tomar esta decisión si no se hubiera cruzado con René Descartes? 

MK: Descartes fue sin duda uno de los hombres más importantes de su vida, una especie de padre que nunca tuvo, pero siempre quiso tener. Constituye uno de los pilares más importantes de la película. Cristina comenzó su correspondencia con él muy temprano y lo invitó a unirse a su corte. Se sintió muy impresionada e influida por las ideas revolucionarias del que fuese su mentor. Él la apoyó y animó en la búsqueda de su ser interior y su libertad. Sin su influencia probablemente nunca habría decidido abdicar para llegar a ser «libre».

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NM: Malin Buska “estaba hecha para el papel, pero además no es una actriz estándar”, decía usted en una entrevista. «Sabe lo que no quiere». ¿Cómo se tradujo en el rodaje?

MK: Las cosas salieron muy bien desde el principio. Malin y yo tuvimos muy buena sintonía y nos apoyamos mutuamente durante todo el proceso. Hemos tenido mucho tiempo para buscar y analizar, de modo que cuando empezamos a rodar, ambos ya sabíamos qué tipo de personaje sería nuestra Cristina.

NM: “Para investigar la verdad es preciso dudar, en cuanto sea posible, de todas las cosas”, escribió Descartes. En la película, Cristina hace referencia a “la curiosidad” con devoción. ¿Un mensaje a revalidar?

MK: Absolutamente, es una de las claves de la película y del pensamiento de su protagonista. Ella sentía curiosidad por todo lo que había en el mundo y en el universo y quería encontrar respuestas y explicaciones de los temas más complicados. Su actitud abierta es una de las principales razones por la que fue tremendamente avanzada a su tiempo y sus contemporáneos.

NM: ¿No temió idealizarla ante el espectador? 

MK: A pesar de que la veo como una de las personalidades más interesantes y misteriosas de todos los tiempos, mi intención ha sido mostrar lo compleja que era como ser humano. Fue una persona muy inquieta, pero también frágil, excéntrica y solitaria.

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NM: Hacer cine en estos tiempos es obra de valientes, pero le diría que me sorprende que haya todavía historias o relieves que no todo el mundo está abierto a conocer, escuchar, reflexionar…

MK: Sí, hay tantas historias interesantes y cosas que descubrir y que contar… pero la realización de películas está actualmente demasiado afectada por los «formatos». Todo está ya masticado y digerido para los espectadores, para que que no necesiten hacer mucho esfuerzo ni uso del pensamiento.

NM: ¿Veremos algún día una película rodada a cuatro manos con su hermano Aki? ¿Una historia en luso (idioma de los países en los que ambos residen)?

MK: Quizás. Actualmente estoy desarrollando algunos proyectos y me gustaría hacer una película de ficción brasileña después de vivir allí hace más de 20 años. También tengo un par de proyectos finlandeses en mi escritorio, así que vamos a ver cuál sale primero – si sucede. Y si Hollywood llama, estoy listo como siempre.