La rebelión de la librera: una novela para dar valor a las librerías independientes

'La rebelión de la librera', novela de Nicole Meier.
'La rebelión de la librera', novela de Nicole Meier.

Entre las novedades literarias de los últimos meses encontramos varios títulos cuyas tramas se centra en el universo de los libros, y es normal. A los lectores nos apasiona leer sobre personas que también aman el universo que gira en torno a las novelas. Entre estas novedades ha llegado La rebelión de la librera, la primera novela publicada en España de la autora estadounidense Nicole Meier.

La rebelión de la librera (publicada por RBA con traducción de Natalia Cervera de la Torre) se presenta así: “Una novela inspirada en hechos reales sobre el amor a los libros y la resiliencia de las librerías”. Y su sinopsis es “Jo Waterstone ha hecho de su vocación su vida. Lleva décadas trabajando en la maravillosa librería del señor Bruebaker y, con los años, ha perfeccionado su habilidad para evaluar a los lectores y recomendarles con destreza su próxima lectura. Un día, el propietario sufre un derrame cerebral y el trabajo perfecto de Jo se tambalea. Las hijas y el director general ordenan a Jo que cierre la librería. Pero eso implicaría renunciar a todo, por lo que decide tomar cartas en el asunto: junto a algunos miembros del equipo, se atrincheran dentro del edificio para intentar ganar tiempo hasta que el señor Bruebaker se recupere y pueda decidir por sí mismo”.

Y el libro es exactamente lo que propone; una historia cargada de fervor sobre la pasión por los libros y la necesidad de que la comunidad luche por la cultura. Casi desde el principio plantea una reflexión enfrentada sobre la relevancia de la cultura en relación con la posibilidad que tiene de suponer negocio y, a partir de ahí, desgrana la necesidad casi vital de la existencia de las librerías independientes y como la unión de los vecinos y clientes (en esta novela también de los empleados) puede hacer cambiar el rumbo a un futuro en el que se imponga la esperanza. La importancia de las librerías (y de todos los espacios culturales que generan comunidad) para mantener vivos los barrios y los pueblos se palpa en cada página de La rebelión de la librera. Sin embargo, la novela no es solo una llamada a la pervivencia de estos lugares.

La trama es sencilla, sin perseguir grandes giros o sorpresas, porque aboga por transmitir como cada libro nos cambia un poco la vida. Lo muestra por ejemplo la librera protagonista (Jo Waterstone) que encuentra en sus clientes y en sus compañeros de trabajo a los personajes de las grandes novelas que han marcado su vida. El resto de personajes parecen comenzar más alejados de esa pasión lectora aunque poco a poco iremos descubriendo que los libros también les marcan a todos. Además la unión de estos empleados por mantener en pie un establecimiento que es icono del barrio da juego a descubrir cómo pueden convivir diferentes personalidades en un mismo entorno cuando comparten una lucha común. Aunque no solo los empleados son protagonistas, la situación de los sin techo en la ciudad también entrará a formar parte de la historia.

La rebelión de la librera es una novela amable. Una historia que consigue que nos sintamos dentro de esa librería en la que se sucede toda la trama porque busca con sus descripciones que puedas percibir el olor el papel, imaginar el orden de sus estanterías, sentirte parte de sus presentaciones y actividades… Y, por supuesto, no entender las motivaciones de quienes buscan su cierre. Además, a lo largo de la obra, se presentan otras perspectivas como la de los políticos locales, la consejera delegada o algún escritor famoso.

La novela consigue así transformarse en una lectura reconfortante con la que el lector no dudará en participar en la lucha para que el establecimiento, y con él un pedacito del mundo literario, permanezca abierto.