Creo firmemente que hay historias que merecen ser contadas y la de Belén Liesa y su familia posiblemente sea una de ellas. Belén es una escritora cuyo primer libro, Un gorrión en mi salón, habla de cómo rescataron a un pollo que había caído de su nido y cómo este, una vez recuperado, decidió quedarse a vivir con ellos. A los lectores les ha gustado mucho este libro, algunos incluso han aprendido cosas acerca de esta especie de pájaros y, ahora, Liesa nos ha regalado una entrega más, en forma de despedida a Rita, nuestro gorrión protagonista, pero también como una reflexión más profunda sobre todo lo que esta les aportó durante su estancia con ellos: Lo que Rita me enseñó.
Nokton Magazine: Belén, todos, en alguna ocasión, nos hemos cruzado con un pajarillo que necesitaba ayuda y no hemos sabido qué hacer con él. ¿Qué recomiendas en estos casos?
Belén Liesa: Lo primero es darnos cuenta si necesita realmente ayuda. Muchas veces recogemos volantones que aún no pueden volar y están haciendo prácticas, en esos casos los padres suelen andar cerca y no necesitan nuestra ayuda ya que ellos están pendientes. En el caso de que sea un pollo o esté herido, lo mejor es llevarlo lo antes posible a un centro de rehabilitación de fauna, donde sabrán que hacer.
NM: ¿Cómo fue vuestro rescate a Rita?
BL: Nos encontramos a Rita en pleno mes de julio a 40º C, era un pollo que debía haber caído de un nido en el hueco del tejado de una casa. Estábamos de vacaciones en un pueblo pequeño y no teníamos posibilidad de ir a un veterinario, ni de llevarla a ningún sitio por lo que fuimos nosotros los que tuvimos que hacer todo lo posible para sacarla adelante. Y por suerte salió bien. Hicimos un gran esfuerzo.
NM: Un gorrión en mi salón habla de este encuentro con Rita y de algo que me parece precioso: cómo se quedó a vivir con vosotros. ¿Me puedes ampliar esta parte?
BL: Claro, creció y llegó un momento en que empezó a hacer sus vuelos dentro de casa, así que decidimos que estaba lista para ir con los suyos. Una mañana nos despedimos y la soltamos en nuestro jardín. Aunque salió volando a un árbol, al rato nos empezó a llamar y cuando salí echó a volar y aterrizó en mi hombro. Repetimos la operación durante varios días con el mismo resultado. Un día que teníamos todo abierto salió volando y la vimos alejarse, pensamos que esa vez se había marchado para siempre, pero dos horas después entró volando, dejándonos impresionados. Desde ese momento, sus entradas y salidas se repetían a diario. Nos dimos cuenta que de había decidido que esa era su casa.
NM: Rita incluso llegó a ser la protagonista de un anuncio y con su historia colaboró también la ONG SeoBirdlife. ¡Hábleme de esto!
BL: Cuando empezamos a vivir las entradas y salidas de casa de Rita lo contábamos a todo el mundo. Así que de alguna manera la historia llegó a oídos de SeoBirdlife, que estaba haciendo una campaña de concienciación sobre la desaparición de los gorriones en las ciudades. Nos localizaron y nos dijeron si estaríamos de acuerdo en que Rita apareciese en un anuncio. Finalmente, aceptamos pero solo si se rodaba en nuestra casa, para no tener que llevarla a un entorno extraño que la estresase.
Después les presenté el libro, les gustó, les hablé de una colaboración y aceptaron. Ellos me ayudaron con la información de algunos de los apartados didácticos que hay al final de cada capítulo.
NM: ¿Y qué tal funcionó Un gorrión en mi salón? ¿Qué les ha parecido a los lectores?
BL: Un gorrión en mi salón función muy bien, mejor de lo que hubiese esperado. Los lectores me mandaban mensajes muy bonitos, sin duda el que la historia estuviese basada en hechos reales y el comportamiento de Rita que impresionaba a todo el mundo, fue algo que ayudó a que hubiese mucho interés por su historia.
NM: ¿Qué aporte personal te has llevado de escribirlo y publicarlo?
BL: Me encantó conectarme con gente que amaba las aves y otros que empezaron a amarlas después de leerlo. No podía dejar de pensar que tal vez ahora más pájaros en apuros serían ayudados, que habría más gente que no pasaría de largo como ocurre en tantas ocasiones.
NM: Lo que Rita me enseñó es un pequeño homenaje tras su partida. Creo que se habla poco del duelo que también se sufre cuando se pierde un compañero del mundo animal. ¿Cómo ha sido para vosotros?
BL: Fue duro al principio, Rita murió tres días después de que uno de nuestros perros también lo hiciese, él tenía 17 años y era algo esperado, pero lo de Rita fue distinto, así que me quedé bastante triste. Pero empecé a escribir este libro y a recordarla, todo lo que habíamos vivido era algo increíble que nunca hubiese imaginado, algo así como un regalo. Un día en el parque, mientras paseaba a los perros, ocurrió algo que hizo que me diese cuenta de que ella estuvo aquí el tiempo que debía estar y que yo no podía haber hecho nada para cambiarlo. Ese día empecé a superar el duelo.
NM: Me has comentado en alguna ocasión que este libro es más adulto, más en forma de ensayo, comparado con Un gorrión en mi salón que quizás sí va destinado a un público más infantil. ¿Qué es lo que Rita te enseñó, Belén?
BL: Me enseñó a ver que todos los animales por muy pequeños que sean poseen emociones (tristeza, enfado, alegría, dolor…), solo hay que interactuar con ellos y observarlos para darse cuenta.
No son seres tan simples como habíamos querido creer hasta ahora, aprenden, toman decisiones… El comportamiento animal es un tema que cada día me fascina más.
NM: ¿Habrá más libros de Rita?
BL: No, con este libro doy por concluida la historia de Rita.
NM: Y, tras estas dos historias publicadas, ¿se considera Belén Liesa ya una escritora?
BL: Uf, pues me cuesta, pero imagino que algo de escritora ya tengo. Otra cosa es de buena escritora… 🙂