‘Invisibles’: los sin techo en el cine y en la vida real

Fotograma de Richard Gere en 'Invisibles'.
Fotograma de Richard Gere en 'Invisibles'.
Un nuevo modelo de intervención social que podemos ver en la pantalla y ahora, también, en nuestras ciudades.

Hace unas semanas el actor Richard Gere estuvo en España promocionando su nuevo filme Time out of mind (Invisibles), en el que da vida a un sintecho tras haber sido desahuciado. La película, que se estrena este próximo viernes, muestra una realidad que en España se ha agravado por culpa de la crisis. Según datos del INE, pese a que ha aumentado el 7,7% el número de centros para personas sin hogar, atienden a un 2,8% menos de ciudadanos (datos para 2012-2014 en España). Eso ocurre porque la mayoría de recursos están dirigidos a un modelo asistencialista que falla en su base. ¿Y qué tiene esto que ver con la peli de Richar Gere? El actor lleva más de una década colaborando con una fundación que lucha contra el sinhogarismo en Estados Unidos y, para presentar la película en España, Gere quiso contar con una ONG que hiciese lo mismo en nuestro país.

https://www.youtube.com/watch?v=wnsJwPBjNso

La elegida fue RAISFundación, una ONG de ámbito estatal que lleva 15 años trabajando para sacar a la gente de la calle y es pionera en el modelo del Housing First, una forma diferente a la tradicional de tratar a las personas sin hogar. El modelo invierte el orden de los factores: en vez de ser la vivienda la recompensa final a todo un proceso burocrático y lleno de trabas, ésta se proporciona desde el principio y después se les ayuda a reconstruir el resto de su vida, ya que su problema no se limita al de la vivienda: enfermedades, adicciones, etc. De esta manera, se utiliza la vivienda como una palanca de apoyo para que la persona pueda, a partir de ahí, intentar recomponerse de manera gradual.

Desde hacer el papeleo para acceder a posibles subsidios, hasta la formación en cursos y terapias, la ayuda es integral. 40 personas en 38 viviendas han podido acceder al Housing First en Madrid, Barcelona y Málaga, y todos siguen en la vivienda un año después. El dato es muy alentador, ya que llevaban de media nueve años viviendo en la calle. Además, a causa de la crisis, el estereotipo de «hombre de mediana edad que arrastra adicciones» se ha ido difuminando: mujeres y jóvenes también sufren sinhogarismo. Solo en Madrid, los casos han aumentado un 38% en los últimas años. Son personas que se han visto atropelladas por un sistema que va a demasiada velocidad.

Desde 2011, la Comisión Europea ha impulsado pruebas piloto en cinco ciudades europeas: Ámsterdam, Budapest, Copenhague, Glasgow y Lisboa. Además, recientemente se han puesto proyectos en Marcha en Italia, Francia y Dinamarca. Todas estas iniciativas cuentan con un importante respaldo de sus respectivos Estados.

El círculo de la exclusión

En España, por cada persona sin hogar, hay cinco viviendas vacías en manos de bancos y fondos buitre. Al invertir el proceso y proporcionar un hogar, la persona parte del derecho a la vivienda como principio metodológico: se les ofrece un apartamento unipersonal -sin poner condiciones distintas a las que un casero pide a cualquier otro vecino-. Esto hace que la persona genere procesos que antes eran impensables en las condiciones que sufría. Por ejemplo, sólo un 12,8% de personas sin hogar percibe una Renta Mínima en España (no se solicita, se pierden papeles, se demora…)