Inquilinos por horas en las azoteas de Barcelona

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UpstairsBCN, actividades culturales de altura en Barcelona. Foto: Leo García Méndez.
Hablamos con Florenci Guntín, uno de los responsables de la red de azoteas particulares Upstairs BCN, sobre cómo Barcelona se ve mucho más bonita desde las alturas (y sobre otras cosas).

«Es de sentido común dar un uso a la quinta fachada, que ha sido siempre la gran olvidada», dice Florenci Guntín, uno de los socios de Upstairs BCN. En una entrevista telefónica, Florenci nos cuenta que en la Ciudad Condal existen 17 millones de metros cuadrados de cubierta habitable: habla de las azoteas o, como se conocen en Barcelona, los terrats.

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Sesión de observación astronómica en Sant Agustí Vell (Ciutat Vella). Foto: Judit Rodríguez.

Este sistema de construcción tiene su origen en el Raval barcelonés, cuando en los siglos XVIII y XIX surgió la necesidad de hacer casas baratas para los trabajadores de la industria que llegaban a la urbe. Una forma de abaratar costes consistía en el uso del ladrillo, lo que obligaba a sustituir los pesados tejados por un sistema de cubierta plana y de solera cerámica, ya utilizada siglos atrás.

En la actualidad, estos terrats o azoteas son en su mayoría, y como nos recuerda Florenci, «almacenes de muebles y de todo tipo de artefactos que se van deteriorando». Con la intención de rehabilitar este «espacio ocioso», de darle una vida más dinámica acorde con los principios de la economía colaborativa, él y Kiko Escudé crearon en febrero de 2015 la plataforma Upstairs BCN, una red de azoteas particulares en las que organizan actividades culturales para grupos.

Florenci viene de la gestión cultural y Kiko del campo de la rehabilitación de azoteas, un bagaje profesional que no podía sino concretarse en esta iniciativa tan necesaria en Barcelona. Teniendo como modelo los living room concerts de Hamburgo y otras ciudades europeas y en la línea de más proyectos barceloneses como Encajes Urbanos y Coincidencies, Upstairs BCN nace como una alternativa cultural con un añadido difícil de superar: las vistas panorámicas a la Sagrada Familia, el Palau de la Música o, próximamente, al Mercado de Santa Catalina.

«No te voy a negar – continúa Florenci – que nuestro empeño está en ir configurando un catálogo de azoteas con vistas panorámicas fantásticas sobre el conjunto de la ciudad o que ofrezcan una perspectiva insólita de algún tipo de monumento o de conjunto ceremonial antiguo o moderno. Actualmente estamos teniendo conversaciones con siete u ocho azoteas que son lugares realmente privilegiados y tienen una perspectiva genial sobre un monumento, una iglesia, un cruce de calles, una arquitectura modernista o más bien antigua, gótica». Su objetivo no es otro que ofrecer al usuario una experiencia visualmente atractiva y, al mismo tiempo, «de exclusividad».

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Max Sunyer y Lenka Maresova en una azotea frente a la Sagrada Familia. Foto: Leo García Méndez.

Para ello, en Upstairs BCN tienen una relación muy estrecha con el anfitrión que, en términos de consumo colaborativo, es el dueño de la azotea o la persona legitimada para organizar un evento de estas características en ella. Así es como funcionan normalmente: la plataforma contacta con el dueño para proponerle una actividad; aunque, según cuenta Florenci: «ya está ocurriendo algo nuevo para nosotros y fantástico que es que la gente que tiene buenas azoteas se está poniendo en contacto con nosotros para ofrecerlas«. Es, después de todo y como él mismo nos cuenta, una manera más de sufragar los gastos de una comunidad de vecinos, por ejemplo.

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Saphie Wells & The Swing Cats en una azotea de la Plaça Reial. Foto: Leo García Méndez.

«Cada azotea, como cada familia, es un mundo», comenta Florenci. En este sentido, la plataforma cuida de que la actividad a programar sea compatible con las características de cada terrat y con las circunstancias y querencias de cada propietario. Por ello, «el aforo viene muy condicionado por la superficie de la azotea y sobre todo con la seguridad» y para respetar al máximo el descanso de los vecinos del inmueble su oferta de actividades cuenta con un horario restringido que no se alarga más de las 22:30h.

En cuanto a la programación de Upstairs BCN, desde su primera actividad en mayo de este año se ha centrado en workshops adaptados a la naturaleza del espacio: «cosas que son de lógica que sucedan en una azotea», como señala Florenci. Talleres de apicultura, de horticultura o de observación astronómica y conciertos de música en los que no falta el enfoque gastronómico: catas de las frutas y hortalizas obtenidas y cavas y cervezas artesanas que completan a la perfección la experiencia sensorial.

Para la vuelta de las vacaciones tienen planeado ampliar su oferta cultural: «En septiembre, octubre y noviembre vamos a empezar a hacer incursiones en artes escénicas y en danza de pequeño formato, todo lo que es susceptible de ser hecho en espacios insólitos», nos adelanta Florenci. «Estamos hablando con grupos de teatro y pensando en experiencias de poesía muy desenfadada como la de Prostíbulo Poético«. Con su trayectoria imparable y sus ganas de innovar, parece que Upstairs BCN seguirá mucho tiempo subida a nuestros tejados.

Las actividades de Upstairs BCN tienen un precio de entre 15 y 20€ con degustaciones incluidas. Otra de sus opciones es el alquiler de azoteas para eventos privados, con un precio a partir de los 280€. Para más información, este es su correo electrónico de contacto: info@upstairsbcn.net.