Los proyectos de crowdfunding o micromecenazgo están, desde hace unos años, llevando a cabo iniciativas que de otra manera sería muy complicado siquiera pensar en realizar. Es un sistema en el que el mecenas y los que realizan el proyecto siempre salen ganando, ya que, si no se llega al mínimo del dinero pedido, se devuelve la cantidad que se haya abonado para apoyar la iniciativa. En España, empresas como Verkami han reunido desde 2010 4.869 proyectos.
Música, cine, literatura, periodismo… Las ideas parecen inagotables pero, entre tanto, también encontramos productos que se quieren financiar mediante este método, tomando el pulso así a sus posibles compradores y viendo qué aceptación tienen entre su público objetivo. Es el caso de la innovación en los productos de higiene íntima, como unas bragas para la regla o una copa menstrual inteligente.
Cocoro: las bragas para la regla
Cristina Torres, una de las mujeres al frente del equipo de Cocoro nos cuenta que llegaron a este producto después de varios años. Empezaron comercializando en España la copa menstrual y durante este tiempo fueron recibido preguntas de todo tipo sobre estos productos, «vimos que la gente nos comentaba dudas y sobre todo nos hablaba de productos de uso externo: las compresas».
No se ha hecho nada nuevo en este aspecto, a cualquier producto se le ha aplicado la tecnología a lo largo de los años, menos a los de higiene íntima… El 50% de la población ha sido ninguneada.
Con un diseño hecho por la diseñadora de lencería Rosario Puñales, las Cocoro abogan por la comodidad ante todo. Algodón y lycra y una duración de dos años aproximadamente son sus credenciales.
¿Pero realmente funciona?
Se hizo un testeo con un grupo amplio de mujeres que usaban distintos tipos de productos durante sus días de menstruación, para saber cómo podían funcionar estas bragas durante los días de regla. «Lo bueno es que es un producto versátil, no hay una manera universal de usarlo», nos dice Torres. «Están pensadas para que las uses igual que tu compresa o salvaslip: solas o combinadas con otros productos, como tampones o la copa menstrual. De día, de noche, en invierno, en verano, cada día o sólo de vez en cuando», cuentan en su página de Verkami.
Lo cierto es que la respuesta del público ha sido abrumadora y a 8 días de que termine el proyecto han recaudado 135.000€ de los 21.000€ iniciales que pedían.
No nos esperábamos esta repuesta, es emocionante y la gente nos comenta que por fin ha salido algo nuevo y revolucionario para la menstruación.
A pesar de que lo relacionado con la regla sigue siendo un tema tabú del que no se habla abiertamente, «todo lo que sea mencionar la menstruación ayuda a su visibilización, a que se hable del tema por parte de las mujeres, que deje de ser un tabú una vez al mes, hemos llegado a un punto en el que esto se debe naturalizar. También es un tema de educación, esto nos ayuda a tratarlo con naturalidad».
Una copa menstrual inteligente: Looncup
Conectada con tu smartphone, la Looncup prometía avisarte de todo lo relacionado con tu sangrado mientras la usabas. Aparentemente, esta copa menstrual aplicaba la tecnología para que fuera sencillo controlar cuándo debemos cambiarla, entre otras funcionalidades.
La campaña en Kickstarter por parte de la empresa fue un éxito similar al de Cocoro y consiguieron reunir una cantidad de dinero bastante elevada. Un año después de que los que apoyaran el proyecto lo tuvieran que tener en sus manos, los mecenas no tienen apenas noticias de su copa inteligente, en su página de comentarios se suceden preguntas que nadie contesta, cada tres meses les comunican que dentro de un tiempo estará, no les mandan fotos ni dicen nada nuevo y en Kickstarter no les aportan nada. Además, la empresa que la quería comercializar no tiene ninguna actividad en redes. Lidia, cabeza visible de la web Locas del coño, contaba a Nokton que había colaborado con una cantidad grande de dinero y que la sensación que tiene es que todo ha sido una estafa.
Por ello, queríamos saber cómo funciona una empresa de micromecenazgo a la hora de asegurarse que los proyectos cumplieran su parte del trato, Jonás, de Verkami nos cuenta que «revisamos los proyectos para que cumplan unos requisitos de presupuesto, equipo, experiencia y planteamiento. Nos hemos encontrado con mecenas que por motivos logísticos o de comunicación no habían recibido sus recompensas o que no estaban conformes. En todos ellos hemos mediado para conseguir una solución. Y en última instancia, los mecenas podrían tomar medidas legales por incumplimiento del contrato por parte de los autores en caso de no recibir sus recompensas, cosa que hasta el momento no ha pasado, ya que siempre hemos conseguido solucionar las incidencias».
Cristina Torres, de Cocoro, que también ha participado como mecenas en la Looncup, plantea un significado nuevo a la hora de colaborar en este tipo de proyectos: «en el tema de los crowdfunding no estás comprando a una tienda online, estás apoyando el proyecto y por eso pueden pasar cosas como la Looncup. Sí que hay este doble hilo, no es una compra al uso. Quizá simplemente se hayan retrasado, o se hayan visto sobrepasados, nosotras sabemos que la comunicación y el proceso es importante y por eso es lo primero que haremos cuando termine el crowdfunding».