Voy a lanzaros directamente la pregunta, ¿habéis acabado alguna noche de fiesta en un karaoke? Sí, pensad un poco, recuperar recuerdos, ¿qué respondéis? Para los que estáis afirmando de forma silenciosa, lo entiendo, además estoy convencida de que sois la mayoría. Porque esos locales que nos permiten dar rienda suelta a nuestras dotes artísticas (o a la falta de ella) son unos de los más demandados para pasar un buen rato entre amigos.
Si eres de los que ha respondido que sí probablemente con solo pensar en esas noches escogiendo la mejor canción del repertorio y subiendo al escenario, solo o acompañado, para darlo todo estén volviendo a tu memoria muy buenos recuerdos. Puedo intuir que incluso estés sonriendo. Y es que ya sea por cuanto te apasiona el temazo que escogiste, por las risas que te echastes viendo a otros amigos sobre el escenario o porque entre los asistentes esa noche encontraste voces auténticamente maravillosas esos momentos te van a acompañar siempre.
Sea cual sea el motivo por el que has acabado en un karaoke y sean las que sean las veces que lo has hecho reconocerás que subirse a cantar ante unos desconocidos tiene un puntito de liberación, de soltar problemas para vivir el momento. Y quizás es por eso que los locales de karaoke estén tan de moda últimamente. Además desde hace unos años han empezado a aparecer en España locales de karaoke con estilos muy diferentes a los tradicionales. En parte por la estética, pero también porque permiten mantener la privacidad. Es decir, son espacios con múltiples salas por lo que mantienen el modelo japonés en el que un grupo de amigos se reúne en un pequeño salón habilitado como karaoke para cantar a pleno pulmón sin tener que enfrentarse a la mirada de desconocidos.
Pero que este tipo de planes esté ganando adeptos conlleva también que las posibilidades de disfrutar del karaoke se extiendan y surjan nuevas propuestas. Es más que probable que si eres de los que ha acabado alguna noche en el un karaoke también hayas acabado cantando micrófono en mano en casa de algún amigo que tenga este tipo de juegos en su consola. Pero, el mundo avanza, y ahora es posible profesionalizar esos momentos. Por ejemplo con este alquiler de karaoke en Barcelona, lo que te permite disfrutar del mejor sonido en cualquier reunión que montes. Ya sea para una noche divertida en casa con amigos como para algún evento un poco más grande como cumpleaños, bodas o celebraciones.
Porque si bien es cierto que la idea que solemos tener de karaoke es compartida. Es decir, un local con un escenario en el que todos pueden vernos cantar. El karaoke original japonés surgía en los setenta con un concepto más intimista en el que no había porqué exponerse ante multitud de desconocidos.
Es difícil descifrar porqué disfrutamos tanto cantando junto a nuestros amigos. Más difícil aún determinar porqué disfrutamos igual cantemos como los ángeles o seamos auténticos esperpentos vocales. Lo que está claro es que el entorno de la música, la amistad y las buenas canciones provoca cierta espontaneidad difícil de alcanzar en otros lugares. Por ello, esperemos que nunca nos falte un karaoke.