“El lector por horas”: La intencionalidad del verbo

Pep Cruz, Pere Ponce y Mar Ulldemolins protagonizan 'El lector por horas', de José Sanchis Sinisterra
Pep Cruz, Pere Ponce y Mar Ulldemolins protagonizan 'El lector por horas', de José Sanchis Sinisterra

El escritor F. Scott Fitzgerald decía que “la palabra es mitad de quien la pronuncia, mitad de quien la escucha”. ¿Puede entonces un texto ser recitado, adentrarse en la sonoridad del espacio o emitirse como un cheque en blanco a la recepción del portador? Tal como lo hiciera en su estreno en 1999, El lector por horas, de José Sanchís Sinisterra, vuelca en escena las intercesiones y metarrealidades del lenguaje a través de tres enigmáticos personajes que transitan entre luces y sombras sin desvelar su intención narrativa.

Celso, hombre de negocios con una ingente biblioteca, contrata a Ismael para que acuda cada día a su casa a leer para su hija Lorena, quien ha quedado ciega. La condición es clara: Debe leer los textos escogidos, un compendio de destacados títulos de la literatura universal, sin imprimir ninguna interpretación, de forma completamente neutral. Sin embargo, en un eje subterráneo, las emociones brotarán por imprevistos subterfugios y grietas.

Bajo la dirección de Carles Alfaro y protagonizada por Pep Cruz, Pere Ponce y Mar Ulldemolins, este nuevo montaje recupera un texto imprescindible de uno de los grandes dramaturgos del teatro contemporáneo en español. “Es una obra sobre la pasión de la lectura y el abismo de leer. Si en cada escritura uno mismo se escribe, cuando alguien lee se está haciendo legible”, reflexiona Juan Mayorga, dramaturgo y director del Teatro Abadía. La institución coproduce junto al Institut Valencià de Cultura y la Sala Beckett la nueva puesta en escena, estrenada en el ciclo que la sala barcelonesa ha dedicado a la trayectoria de Sanchís Sinisterra.

“Nuestra tarea principal es que el espectador pueda recibir el texto, con ese preciosismo que caracteriza la sintaxis de Sinisterra, de la manera más abstracta, sin ponernos en medio”, explica Pere Ponce, rostro de Ismael, el no tan inocente lector. “Ha sido un ejercicio de disciplina al que nos hemos sometido con a veces más o menos rebeldía (ríe) para no dejarnos llevar por la pasión, el braceo o el ansía de comunicar”.

La actriz Mar Ulldemolins, quien se introduce en el oscilante universo de Lorena, ratifica “la clase de interpretación” que ha conllevado desentrañar las aristas del montaje. “Dejar volar la imaginación de mi personaje gracias a una lectura de carácter transparente, sin darlo mascado al espectador…”. Le cautiva el alcance ilimitado de la imaginación y “cómo en cada punto suspensivo de las palabras del dramaturgo hay un pensamiento que se corta”, que incita al intérprete a transitarlo “desde la fidelidad”, pero aproximándolo a sí mismo.  

Ambos comparten el trabajo pausado y minucioso de “acercamiento a la palabra” realizado con el director Carles Alfaro para centrarse en el “aspecto radiofónico y contener la carnalidad” del escenario. “Una vez asimilada la gran partitura clásica en la que hemos pasado a limpio la palabra, ha venido la vida, que es el desplazamiento en el escenario con sus dificultades, afectos y sensibilidades”, apunta Ponce. La función fluye en el intercambio de poder de los personajes, crece y se transforma en sus personalidades apenas incipientes y asalta una incomodidad latente en cada silencio. “Te lleva a aprovechar el accidente, a implicarte en las variaciones que surgen función a función y a no dar nada por sentado”, afirma Ulldemolins.

En esta misma línea, el director, Carlos Alfaro, destaca la integridad de la obra para “empoderar al espectador” y explica que el público ha de entender que cada letra no será descifrable. “La ficción trata de que no te puedas asir en ningún momento, evita que te acomodes”. En la suma de los fragmentos y escenas, el observador genera un relato, pero siempre ingrávido y versátil. Perecen las cribas y sus manufacturas. Nada más cabe preguntarse: ¿Cuál es la naturaleza de estos ficticios acontecimientos?

El lector por horas puede verse en la Sala Juan de la Cruz del Teatro La Abadía (Madrid) hasta el domingo 17 de diciembre. Jueves y viernes a las 19:00h y el domingo a las 18:30h.