A mediados de los 90, programas de sucesos como ¿Quién sabe dónde? o Impacto TV ocupaban nuestras parrillas televisivas, precedidos por el éxito de coberturas especiales de los crímenes de sangre que más conmovieron a la sociedad española. En la actualidad, es la programación matinal la que más se sigue nutriendo de este tipo de contenidos, cubriendo casos más recientes como los de Diana Quer, la Manada o el niño Gabriel Cruz. Paralelamente, y gracias a la expansión de las plataformas de streaming tanto televisivas como radiofónicas, el true crime (formato de no ficción que gira en torno a crímenes reales) ha ido ganando adeptos gracias a una combinación infalible: casos mediáticos, grandes trabajos de guion y dirección y los testimonios directos de sus protagonistas. El fervor por el género ha disparado el número de podcasts y series documentales producidos en los últimos años. Incluso una serie de ficción cuya trama gira en torno a un podcast de crímenes (Solo asesinatos en el edificio, disponible en España a través de Disney +) se ha convertido en la comedia más vista en la historia de la plataforma norteamericana Hulu.
Nuestra industria tampoco escapa al fenómeno y ha hecho una apuesta clara por el periodismo de investigación, permitiendo al espectador profundizar en la información y descubrir detalles que hasta ahora los medios de comunicación no habían sacado a la luz. No es casualidad que la mayoría de true crimes españoles se centren en casos ocurridos entre los 90 y principios de los 2000, cuando la España precrisis vivía su adolescencia democrática, su propia edad de la inocencia. Como en la secuencia inicial de Terciopelo azul, la realidad que no alcanzaban a iluminar los focos era mucho más desagradable que la que veíamos por televisión. Ahora que resulta tan interesante ver cómo nos contábamos y qué no nos contábamos entonces, hacemos un repaso a las docuseries que mejor nos muestran qué es España a través de sus crímenes.
Lucía en la telaraña (RTVE Play)
Dirigida por el tres veces ganador de un Emmy, Tomás Ocaña, y subdirigida por el periodista Rafael González, la producción indaga en el asesinato de la malagueña Lucía Garrido en un caso que, incluso sin haber terminado su proceso judicial, ha destapado no sólo un posible crimen de violencia de género, sino también una compleja trama de corrupción policial. De ahí la telaraña que dio nombre tanto a la investigación como a la serie.
Lucía en la telaraña se conforma a través de una matrioska narrativa en la que los giros de guion los aporta la propia investigación del caso: del asesinato machista a la corrupción policial y política, pasando por el tráfico de armas, corrupción urbanística, narcotráfico e incluso venta ilegal de animales exóticos, en unas circunstancias que resultarán muy familiares a los fans de Tiger King (Netflix), otro de los máximos exponentes del género. La verdadera España dentro de España, situada en la malagueña localidad de Alhaurín de la Torre.
El Pionero (HBO Max)
En lo que a la combinación de corrupción y Costa del Sol se refiere, Lucía en la telaraña tiene una clara predecesora. Si hay tres letras que asociamos con la ciudad de Marbella entre los 90 y los 2000 son G.I.L., siglas del partido con el que Jesús Gil llegó a gobernar algunas de las ciudades más importantes de la provincia de Málaga.
El Pionero nos traslada a ese momento de nuestra historia en el que ser corrupto era un motivo de orgullo y ostentación. La marca España real de la que la Marca España oficial quiso huir: urbanizaciones de lujo en primera línea de playa, bronceados imposibles, modelos en biquini sexualizadas en prime time, folclóricas paseando de la mano de políticos y una premisa terrorífica: (casi) todo el mundo tiene un precio.
Nevenka (Netflix)
2021 ha sido un año fundamental en la lucha mediática contra la violencia de género. Dentro del género documental, dos títulos han resultado claves para entender cómo los medios de comunicación han sido cómplices de la violencia machista. El primero de ellos es Nevenka, en el que nos reencontramos con la protagonista del famoso caso de acoso sexual por parte de Ismael Álvarez, alcalde de Ponferrada, a su concejala y compañera de partido Nevenka Fernández.
Nevenka ha necesitado dos décadas para reaparecer tras haber sido denostada por los medios y por los vecinos de su ciudad, que salían a manifestarse con pancartas que la denigraban tras haber ganado el juicio por acoso sexual contra el alcalde. Mirando a cámara en primer plano, Nevenka cuenta por primera vez el coste personal de haber sido una pionera y cómo gestionó esos años de acoso mediático, social y judicial.
Rocío, contar la verdad para seguir viva (Mitele)
Otro título que ha devuelto al debate público la lucha contra la violencia machista y el más relevante dada su dimensión social, es el emitido por Telecinco durante la pasada primavera. Una de las mujeres más conocidas de la prensa rosa, hija de la gran estrella de la canción española, narrando por primera vez cómo los medios no solo han permitido, sino que han contribuido activamente a que su expareja ejerza distintos tipos de violencia contra ella durante más de dos décadas.
Durante sus doce episodios y posteriores charlas en directo junto a expertas en violencia de género, la serie documental ha popularizado conceptos hasta ahora reducidos a círculos académicos o especializados en la materia como la violencia vicaria, revictimización o violencia institucional. El aumento de llamadas al 016 o de búsquedas de términos relacionados en Google desde su primera emisión son ejemplo claro del valor de servicio público del proyecto. A través de Mitele se pueden ver los episodios independientes o junto a sus charlas posteriores.
Muerte en León (HBO Max)
“Aquí murió una bicha”. Nunca una pintada callejera contó tantas cosas. Una líder política (Isabel Carrasco) con mucho poder en su partido (PP) y en su provincia (León, de la que era Presidenta), asesinada en plena calle y a plena luz del día. Por otra parte, una joven ambiciosa que solo reclamaba lo que había visto que les daban a otros; una madre coraje y una amiga con el peor timing de su vida. Las cuatro protagonizan uno de los true crimes más fascinantes de nuestra historia, que vuelve a girar en torno a la corrupción política y sus múltiples tentáculos.
A diferencia del resto, en Muerte en León las mujeres siguen siendo las víctimas, pero también son los verdugos de la historia. O al menos lo son en el relato oficial: quién maneja los hilos del crimen y de la investigación es una de las incógnitas que se tratan de resolver sus cuatro episodios regulares y Muerte en León: Caso cerrado, el especial que indaga en algunos de los impactantes datos relevados en el episodio 4 de la serie.
El Palmar de Troya (Movistar +)
El fervor religioso también es muy agradecido para las docuseries. Uno de los grandes exponentes en nuestro país es esta producción sobre uno de los fenómenos más impactantes y, sorprendentemente, poco explorado de nuestra historia reciente: cómo una pequeña localidad del sur de España acaba teniendo su propia catedral, su propia religión y su propio Papa.
Milagros, fenómenos sobrenaturales, oscurantismo, abusos y delirios colectivos son los condimentos de una serie que, como buen true crime, nos regala un gran giro de guion próximo al final.
El caso Alcàsser (Netflix)
Muchos sitúan el nacimiento de la telebasura en España con el momento en el que las televisiones experimentaban grandes aumentos de audiencia cubriendo la desaparición y posterior crimen de las adolescentes Miriam, Toñi y Desirée en el municipio valenciano de Alcàsser. Dos décadas después, asistimos con horror al relato de los hechos, a sus consecuencias para toda una generación de mujeres e incluso a la reescritura del propio relato oficial en los años 90.
Las secuelas del caso se extendieron desde el interior cualquier hogar donde vivieran mujeres adolescentes hasta los platós de televisión, pasando por los juzgados donde veíamos desfilar a Antonio Anglés y Miguel Ricart, los condenados por el terrible crimen. La serie navega entre los dos tiempos, enfrentando a sus protagonistas al papel que jugaron en su día, y no muchos muestran arrepentimiento.
Dolores. La Verdad Sobre El Caso Wanninkhof (HBO Max)
Las niñas de Alcásser fueron las primeras y después vinieron otras muchas. Sin embargo, el caso del asesinato de Rocío Wanninkhof tiene un componente que le diferencia del resto. Es lo que la activista y escritora Beatriz Gimeno denomina “la construcción de la lesbiana perversa”. Una mujer inocente acaba en la cárcel sin que existan pruebas de su participación en el crimen solo porque se construye el falso relato de que odiaba a esa niña.
Dolores Vázquez se convirtió en el blanco perfecto: señalada por los medios y su propia pareja como evidente culpable, no había impedimentos morales para sacar la homofobia a pasear. Tras pasar varios años en la cárcel antes de que se demostrara su inocencia, Dolores ha permanecido alejada del foco mediático hasta el presente. Sentada frente a la periodista Toñi Moreno, por primera vez la voz de la protagonista es la que cuenta su historia.
El Estado contra Pablo Ibar (HBO Max)
Pablo Ibar comparte con Dolores Vázquez una sentencia condenatoria por un crimen que no ha sido probado. Sin embargo, el sistema judicial en Florida, el lugar donde fue detenido, y la condena a pena de muerte que le impuso la primera sentencia dificultan una resolución parecida.
De cómo el hijo de un pelotari vasco acaba siendo detenido por un triple asesinato, la debilidad de las pruebas que se presentan en el tribunal, las presiones que recibe el jurado popular y cómo se consigue repetir el juicio 16 años después trata esta serie de 6 episodios contemporánea de En el corredor de la muerte, la miniserie de ficción protagonizada por Miguel Ángel Silvestre sobre el mismo caso.