Las camas se han convertido en las mejores paredes para exhibir el arte contemporáneo. Los hoteles se han transformado en museos efímeros, incluso en pop up de arte, y en la semana madrileña de las ferias, no podían faltar.
En años anteriores diferentes ferias han tomado los hoteles como espacio expositivo, este 2017 lo ha hecho Hybrid Art Fair con su primera edición, en el Petit Palace Santa Bárbara. Una feria que continúa el espíritu del Hybrid Festival que tuvo lugar el pasado septiembre y en el que múltiples espacios acogían en las mismas fechas obras de arte en convivencia con otras disciplinas. En la reciente feria la convivencia entre las obras y la decoración del hotel sorprendía en cada habitación invitando a la admiración a la par que a la diversión.
La experiencia que está adquiriendo el sector en el desarrollo de ferias de arte ubicadas en hoteles ha ido despertando la creatividad de los galeristas en esto de decorar habitaciones de hotel; y ocupan armarios, duchas, mesitas y televisores (que son usados para exhibir vídeos o como marco).
Decoraciones imposibles y cuidadas en las habitaciones dejan claro que lo minimal quedó atrás, y la mayoría de salas cubren todas sus paredes y camas buscando un diálogo inmediato entre los diferentes artistas de cada galería.
La iluminación también es un aspecto esencial en la decoración de una habitación de hotel, en este caso el hotel se abre a la plaza a través de grandes ventanales que crean en el visitante una curiosa sensación de encontrarse en la calle. Y se muestran como otro elemento más con el que el galerista puede recrear su ambiente, aunque eran pocos los que optaban por correr las cortinas.
Hybrid Art Fair se ha distinguido por un ambiente muy especial aderezando las habitaciones de exposiciones con algún otro espacio que iba sorprendiendo al abrir las puertas tras las que se escondía el aspecto más lúdico como la del Interambiador Acart con Nadie Nunca Nada No.
La música no sonaba solo en estas habitaciones porque Hybrid contó además con varios conciertos que eran la primera puerta a abrir por el visitante en la planta baja. Música para comenzar o finalizar la ruta de la feria.