Año 2060. Alemania del Sur. A unos 400 Km de la capital de la provincia (Benidormen) un abuelo y su nieto caminan por lo que otrora fuera la capital de España, el chico lee los nombres de las calles: Corredera alta de San Pablo, Plaza del 2 de mayo, calle San Vicente Ferrer, calle Espíritu Santo… Los alemanes cambiaron Malasaña por Matalascañas pero sigue existiendo algo que hace que el lugar sea diferente.
El abuelo se para bruscamente, y observa con detenimiento un antiguo cartel de una tienda de cupcakes y cerveza ecológica, toca su chapa con la portada del primer disco de Eels y pronuncia su frase lapidaria: «Mira Justin (por Vernon, no por Bieber), antes todo esto era postureo».
Y es que en el 201x todo es postureo.
-Que te dejas barba, postureo.
-Que te gusta ver las películas en versión original, postureo.
-Que te gustaba más el primer disco de Manolo Escobar que el recopilatorio con remixes de 17 dj´s, postureo.
-Que te sabes la diferencia entre un maki, un temaki y un maki roll, postureo.
Pues no, no todo es postureo. Tengo que salir en defensa de todos aquellos que se han visto envueltos en la espiral posturista sin pretenderlo y que ahora esconden sus actos para que no los tachen de modernillos o de hipsters, términos dichos con tonillo de maldad mainstremera. Hay que pensar en ellos y apoyarlos en este momento tan duro.
Porque conozco a personas que escucharon a Love Of Lesbian o Sidonie en inglés y lo niegan para que no les digan que es postureo.
Personas que aunque han hecho un curso (online) de cómo hacer sushi, nunca lo admitirán en público. Mientras guardan reservas de alga Nori para un par de años.
Gente que va a cines a ver películas versión original pero ante sus amigos solo admitirán que lo mismo las actuaciones de De Niro empiezan a flaquear ahora.
Amigos que se compran vinilos y que tienen el tocadiscos escondido para seguir con su apariencia no hipster.
Gente que sigue viendo Homeland por el qué dirán los demás si les comento que la serie es una basura infumable desde la primera temporada.
Hay que apoyar a los hipsters de verdad. No neguéis vuestro verdadero yo, no vayáis a ver películas de Adam Sandler, tenéis que ser fuertes y atacad sin piedad a los impostores. A los que publican su película de Facebook en el muro, a los que les hacen las fotos a los cupcakes y no se los llegan a comer. A los que se hacen selfies en el Primavera Sound mientras toca The National.
Si os unís conseguiréis volver a ver a Lars Von Trier sin remordimientos, todavía podéis volver a ser libres.
Fotos: Waelder11 (cc)/ Malingerin (cc)/ Efrensanchez (cc)