Los festivales de música se han convertido en el gran ritual contemporáneo. Desde los gigantescos Coachella o Primavera Sound hasta propuestas más íntimas en pueblos rurales, cada verano millones de personas peregrinan en busca de comunidad, descubrimiento y baile. Y aunque los grandes escenarios suelen estar copados por el pop, el rock o la electrónica, lo cierto es que la música es un universo mucho más amplio.
Entre los festivales más originales los encontramos subacuáticos, en el lugares tan especiales como el Ártico, el desierto de Jordania o un aeropuerto militar, centrados en el mundo gótico o apostando por géneros como el folktronic. Además, no solo son música: son experiencia, cultura y territorio. Y, en algunas ocasiones, se salen bastante de la norma. Aquí, seis propuestas reales que se salen completamente del molde.
Underwater Music Festival – Florida Keys, EE. UU. (julio)
Un festival acuático único: buceadores y snorkelistas se sumergen en el arrecife Looe Key (ubicado en los Cayos de Florida) mientras escuchan música transmitida bajo el agua y tocan instrumentos subacuáticos diseñados para la ocasión. Una experiencia sensorial surrealista que combina conciencia ecológica y música.
Lo especial: no solo disfrutas del concierto, lo vives como parte del ecosistema marino. Por algo lleva más de treinta años celebrándose y todos están invitados ya que es de acceso gratuito (aunque entendemos que no pilla muy a mano).
Træna Music Festival – Islas de Husøya y Sanna, Noruega (julio)
A más de 65 km de la costa, este festival remoto en el Ártico combina naturaleza salvaje con música alternativa. Algunos conciertos tienen lugar en cuevas iluminadas por antorchas o en iglesias a oscuras para bloquear el sol de medianoche. Lo especial: cada actuación se convierte en un ritual, rodeado de fiordos, montañas y la inmensidad del océano.
Fusion Festival – Lärz, Alemania (último fin de semana de junio o primer fin de semana de julio)
Celebrado en un antiguo aeropuerto militar, es considerado el “Burning Man europeo”. No se publican line-ups; los asistentes confían en la experiencia, que mezcla música electrónica, teatro, cine, arte y autoorganización.
Lo especial: es una comunidad efímera donde la creatividad colectiva reemplaza al protagonismo de las estrellas.
Wave-Gotik-Treffen – Leipzig, Alemania (primavera)
Más de 20.000 personas se reúnen en esta ciudad alemana para celebrar la cultura gótica en todas sus variantes. Conciertos de darkwave, EBM, neoclásica o medieval se combinan con desfiles, mercados, exposiciones y hasta bodas temáticas.
Lo especial: Leipzig se transforma en un escenario total, donde toda la ciudad late al ritmo de la estética gótica.
Boom Festival – Idanha-a-Nova, Portugal (julio/agosto, bienal)
Uno de los festivales más influyentes de la cultura psicodélica y transformacional. Conciertos de trance y electrónica se entrelazan con instalaciones de arte visionario, espacios de meditación, charlas de sostenibilidad y un enfoque radicalmente ecológico (uso de energías renovables, reciclaje o baños secos).
Lo especial: no es solo un festival, es una experiencia comunitaria que mezcla música, espiritualidad y conciencia ambiental.
Dune Dance Festival: Folktronica Edition – Wadi Rum, Jordania (mayo)
El desierto de Wadi Rum se convierte en escenario de un encuentro que fusiona tradiciones musicales beduinas con electrónica contemporánea. El festival incluye talleres de danza, narración oral, gastronomía local y campamentos bajo las estrellas.
Lo especial: la música folktrónica se funde con un paisaje que parece marciano, creando un viaje cultural y sensorial.