Estas fiestas sorprende a base de cócteles

Vasos y decoración navideña.
Vasos y decoración navideña. Los cócteles también son para la Navidad.
Si para esta Nochevieja eres el barman del grupo apunta algunos trucos sobre coctelería y súmale unas acrobacias.

Estamos inmersos en la época de comidas, cenas, recenas, meriendas a base de sobras y combinados. Las mezclas de alcohol y refrescos o zumos son una pieza recurrente de las fechas navideñas y, aún más, de la cercana Nochevieja. Os proponemos empezar el año sorprendiendo a base de cócteles.

Cada año es más común que las fiestas de Nochevieja se celebren en casa o en locales reservados exclusivamente para un grupo de amigos, puede que en uno de estos casos te toque hacer de barman y quieras ir un poco más allá del ron-cola y el whisky-naranja, porque hay vida más allá del gin tonic. Puedes comenzar reaprovechando el champagne sobrante con zumo de naranja, las misosas siempre son una opción certera para comenzar la fiesta, o puede que tu trabajo sea sencillo si tu entorno defiende el kalimotxo como cóctel estrella (desde aquí todo nuestro apoyo). Pero si quieres lanzarte al lado creativo las opciones se multiplican, para empezar hazte con un shaker (y aprende a moverlo), pon atención a la calidad de los hielos y suma un poco de imaginación en la decoración incorporando a las copas elementos navideños. Siempre puedes bañar el borde en azúcar e ir comentando que te recordaba a la nieve.

Yendo más allá hay coctelerías que brillan por su exotismo. Es el caso de la coctelería tiki, que lleva algún tiempo instalada en las tendencias cocteleras aunque realmente su expansión comenzó a mediados del siglo XX en Estados Unidos. Estas mezclas con inspiración en la Polinesia abogan por el color a través de cocktail-christmas-flickrlas frutas y tienen diferentes variantes como el Mai Tai o el Aku Aku. Imprescindibles ron, zumos y siropes, y no creerse que cada cóctel equivale a una de las cinco raciones de fruta al día.

La evolución culinaria también ha puesto su granito de pimienta en la mixología. Puedes hacerte con un kit de coctelería molecular y comenzar a crear tus bebidas con humo o fuego a través de diferentes procesos en los que el nitrógeno líquido suele ser protagonista. También puedes incluir en tu receta la deconstrucción de algunos ingredientes aunque, en una noche como esta, puede que no sea excesivamente valorado.

Como si se tratase del pub de moda ve más allá de lo que ofreces; haz sentir a los demás que los cócteles alcanzan todos los sentidos. Como siempre ha primado en el mundo de los caldos, donde la experiencia sensorial ha de ser completa para su disfrute, la coctelería también se centra en el aporte sensorial donde la vista, el olfato o el tacto han de estar igualmente presentes que el sabor. Un reclamo para mostrar las personales apuestas actuales en el universo de estos cuidados combinados.

Si eres ágil, atrevido e incluso acrobático puedes añadir a la velada un toque de Coctelería Flair, en la que el espectáculo también está servido porque las acrobacias mientras se sirve son igual de imprescindibles que el hielo que se pone. De hecho puedes descubrir intentándolo tu gran vocación, y acabar en algunas de las competiciones de Flairtending que ya se celebran.

Si tu público es más tradicional, apúntate a la coctelería con café y mézclalo con ron, amaretto u otros licores. Y si a última hora descubres que lo que realmente ha funcionado ha sido el ron-cola y el whisky-naranja, no desesperes, tienes todo el 2016 para practicar.

Fotos: Becca (cc) / Miki Okamoto (cc)