Con revolver y ala ancha: 30 años de la Semana Negra de Gijón

Después de 30 años, un montón de piedras en el camino, vuelve un año más la Semana Negra de Gijón, con literatura y ganas para aguantar tres décadas más.

Ya sabemos que no es la única, pero pocas son capaces de llegar a cumplir 30 años sin despeinarse y con las mismas ganas que al principio, aderezada con la madurez y la experiencia que dan tres décadas de trabajo bien hecho. Mucho antes de que las novelas negras se volvieran a poner de moda de la mano del frío nórdico con Stieg Larsson y sus trilogías, la Semana Negra de Gijón ya prestaba atención a las letras que desatan nuestros miedos más profundos y plantean los crímenes más truculentos. La novela negra se convertía en el centro de atención de una programación cultural de lo más completa.

La culpa de todo la tuvo el autor hispano-mexicano Paco Ignacio Taibo II, que decidió juntar en Gijón a 30 autores para hablar de novela negra fundando la primera cita nacional en este terreno. Aunque Manuel Vázquez Montalbán tuviera nombre internacional, en España todavía se consideraba un género menor, etiquetándolo como popular como si fuera un estigma. Quizás precisamente por eso nunca ha sido fácil su trabajo: cambios políticos que vinculaban su presencia a la continuidad del formato, recortes presupuestarios de sus principales financiadores públicos (más de un 75% menos de 2007 hasta hoy), polémicas (con multas impuestas por Montoro incluidas), y demás avatares que siempre han rodeado al festival de referencia mundial en lengua castellana de novela negra.

También, Ángel de la Calle, director de la cita desde 2012, se encuentra ahora con un terreno muchos más abonado para la novela negra que ya cuenta con mucho campo cultural ganado, prestigio e interés, demostrado con que, año tras año, los títulos del género se sitúan entre los más vendidos. Por otro lado, la Semana Negra ha sabido prestar atención a otros géneros y disciplinas que casaban a la perfección con sus líneas de actuación, casi desde una romántica resistencia de los olvidados. El cómic, la ciencia ficción, la literatura de terror, entre otros, han pasado a formar parte habitual de la programación de cada año.

Celebramos estos 30 años, que han pendido de un hilo por retrasos en el pago de subvenciones y multas impuestas por Hacienda que ponían en riesgo las ayudas de para esta edición, con poesía, cómic, música, periodismo y mucha literatura.

En este 2017, que llenará de actividades literarias Gijón del 7 al 16 de julio, participarán nombres más que consagrados, como Laura Restrepo, Rosa Montero, Marta Robles, Juan Madrid, Jorge Martínez Reverte o Geir Tangen, junto con otros que apuntan maneras como Leandro Pérez, Agustín Martínez o Javier Castillo. Cabezas de cartel mano a mano con firmas emergentes, la mejor manera de asegurar el futuro del género y del festival, que siempre sirvió de lugar de encuentro y paso de testigo.

Pero ya decíamos que no solamente de la novela (negra) vive la Semana Negra. También habrá hueco para la poesía, con homenajes al asturiano Ángel González, en cuya poesía se filtraba la cultura más popular, y por ende lo negro y criminal, o los recitales coordinados por Carlos Salem; el cómic de la mano de nombres como el de Alfonso Zapico o la exposición Visualizando el maltrato, que aborda el cómo refleja la viñeta la violencia de género; o el periodismo y la crónica con Jesús Cintora o Manuel Jabois; y, por supuesto, música. Una programación a la que no le falta de nada para celebrar estos 30 años de esta preciosa resistencia.

 

Foto de David Álvarez López (cc)