Está cerca de cumplir los cien años en el fondo de armario femenino y ha sabido mantenerse como tendencia temporada tras temporada hasta ser un clásico indiscutible. Desde que en la década de los 20 Coco Chanel se enfundase uno y desmontase todos los mitos sobre este color que vivió durante siglos al margen de la moda, el Little Black Dress (LBD) es una apuesta segura.
Las miradas a este petite robe noire son múltiples. Una de las perspectivas las encontramos estos días en el Museo del Traje donde se expone el proyecto Litlle Black Dress de la artista visual Yolanda Domínguez, que ya nos impactó rescatando la visión de los niños sobre la publicidad actual de moda. Las fotografías de esta exposición siguen a un mismo vestido negro y corto, de la talla 38, que pasa en las imágenes por mujeres de diferentes tallas, etnias y edades. Mujeres que transmiten su fortaleza y su felicidad con independencia de que la prenda que las viste sea grande, pequeña, imposible de poner o perfecta. El LBD sirve así como baremo de los estándares del estilo demostrando que es una prenda clave que representa por sí misma todo lo que la moda supone.
Esta prenda ha servido también para ejemplarizar toda la evolución de la moda contemporánea. En 1926 Vogue USA publicaba en sus páginas lo que sería el primer boceto del LBD, firmado por Coco Chanel, y daba así el pistoletazo de salida a una tendencia que ejemplifica la elegancia manteniendo el estilo personal. Décadas después, en 2012, el LBD protagonizó la exposición del SCAD Museum de Georgia (que después viajaría a París) mostrando a través de 80 vestidos negros de grandes firmas la evolución histórica de la vestimenta.
Adjetivos como ‘esencial’ y ‘versátil’ son fieles compañeros de este vestido que se ha transformado en medidor de tendencias porque un LBD es eterno. De cualquier género, tamaño o corte siempre será una elección correcta y personal, lo sabe incluso Barbie. La mítica muñeca lanzó en 2009 una línea que abría la Collection Barbie Basics en la que muñecas de diferentes etnias y estilos vestían el LBD. En años posteriores otras prendas míticas como vaqueros o camisetas brillantes fueron la base de esta colección.
Un LBD puede ser el mejor termómetro de las tendencias porque, en palabras de Karl Lagerfeld, “uno nunca está mal vestido o demasiado elegante en un vestido negro”.
La exposición Little Black Dress (integrada en PHotoEspaña) estará en el Museo del Traje hasta el 17 de septiembre de 2017. Entrada gratuita por ser exposición temporal.
Imágenes: PHotoEspaña