Partamos de una premisa indudable; el momento de escoger salida profesional es complicado. Da igual que se trate de un adolescente que tiene que comenzar a enfocar sus estudios hacia el empleo que desea en el futuro o de una persona más adulta que está en el proceso de dar un giro laboral y busca por tanto comenzar en un nuevo sector que le llene en su día a día. En cualquiera de las situaciones escoger la formación adecuada que nos lleve a ese empleo soñado pasa por valorar múltiples opciones. Todos hemos escuchado en algún momento la típica frase que dice «elige un trabajo que te guste y no tendrás que trabajar ni un día de tu vida», una frase que suele atribuirse a Confuncio. Y, si nos paramos a pensar en ella con detenimiento, tiene gran parte de razón.
Ser capaces de escoger los estudios que el día de mañana nos permitan no sentir que estamos trabajando mientras realmente lo estamos haciendo es un sueño para la mayoría de personas. Aunque tampoco podemos negar que el trabajo conlleva ciertas responsabilidades y que es casi imposible sentir que no trabajamos como indica la frase. Pero sí es posible conseguir que el hecho de ir a trabajar y el pasar en un empleo una tercera parte de nuestro día sea un acto cargado de ilusión.Todos conocemos a personas que se lamentan cada día del empleo que les toca realizar o que a veces comentan que de haber sabido donde iban a acabar hubiesen tirado por otra opción formativa. Pero también conocemos a gente que disfruta de su día a día y para la que el ir al trabajo es motivador. Por ello es tan relevante pensar con calma y valorar todas las opciones que nos ofrece el mercado laboral teniendo en cuenta donde nos gustaría enfocarnos y qué sector conseguirá que nos sintamos a gusto realizado ese trabajo.
Obviamente las opciones profesionales son muy variadas y de hecho cada día surgen nuevos empleos que ni siquiera se nos ocurrirían hace unos años. Por ejemplo quien escogió su formación hace más de diez años ni se le habría ocurrido que podría dedicarse a trabajar en las redes sociales o ser técnico de impresión 3D, por poner solo un par de ejemplos. Y esto no solo ocurre porque surgen nuevas profesiones, también porque profesiones más tradicionales están tomando nuevas salidas que permiten a quienes las estudian acceder a una mayor oferta laboral.
En cualquier caso pensar en las salidas profesionales de la formación que escogemos es fundamental. Es importante seleccionar unos estudios que nos apasiones y que, como comentábamos, el día que empecemos a aplicarlos no sintamos que es trabajo. Pero para hacerlo correctamente debemos tener claro qué tipos de empleos se pueden desarrollar una vez finalizada la formación. Por ello hoy vamos a hablar de las salidas del grado de historia del arte de la Universidad Isabel I.
Seguramente una de las primeras salidas en las que piensan quienes se plantean estudiar el Grado en Historia del Arte es la relacionada con la gestión del patrimonio artístico. En este caso el trabajo está relacionado con la organización de exposiciones, la conversación de piezas e incluso lo relativo al mercado del arte. Siendo así los lugares más comunes en los que se precisa este perfil los museos, galerías, fundaciones y los centros de arte e interpretación. Y es cierto que es una de las salidas más demandadas, pero existen muchas otras con opciones igual de interesantes.
Entre ellas está la relacionada con la investigación, que también es uno de los primeros empleos en los que pensamos al hablar de Historia del Arte. Ya que todas las carreras relacionadas con la antigüedad permiten a sus estudiantes acceder a formar parte de importantes investigaciones que permitirán determinar nuevos conocimientos y descubrimientos para la sociedad. En este caso en los áreas de arte, geografía e historia. De hecho muchos alumnos comienzan esta carrera con la idea clara de realizar posteriormente un máster y un doctorado para volcar todo su esfuerzo profesional en la investigación.
Por otro lado la asesoría cultural (ya sea en entornos públicos o privados) y la gestión del patrimonio son otras de las opciones que se encuentran los estudiantes de este Grado. Lo que les permite desarrollar sus habilidades y conocimientos en proyectos de diversas índoles dando así la opción al estudiante de, por ejemplo, enfocar su futuro laboral más ligado a unas u otras asignaturas. Ya que este grado además permite ir especializándose con asignaturas optativas que facilitarán los conocimientos adecuados según el lugar en el que se desee trabajar en un futuro.
Y por supuesto una de las salidas más demandadas y más relacionadas con el Grado en Historia del Arte es la que tiene que ver con la docencia, ya que este título da acceso a cursar el Máster (habilitante) en Profesorado de ESO, Bachillerato y Ciclos Formativos de Grado Medio y Superior. Además de poder especializarse para la docencia universitaria. Y es que transmitir a diferentes alumnos los conocimientos aprendidos de un sector que te apasiona, como puede ser el arte, es una actividad profesional especialmente reconfortante.
En cualquier caso lo más importante es valorar qué estudios te van a satisfacer en tu día a día mientras cursas la carrera y lo van a seguir haciendo el día de mañana cuando trabajes en ella. Por eso pensar con antelación las salidas laborales del sector que te apasiona se hace imprescindible. Incluso puede ser interesante realizar un ejercicio de investigación sobre qué ofertas de empleo existen en la actualidad en torno al sector que se desea estudiar. Es cierto que durante los años de estudio el mercado puede variar y comenzar a ofrecer muchas otras propuestas laborales relacionadas con esa carrera. Sin embargo este ejercicio puede ser útil para hacerse una idea bastante realista de las salidas profesionales que tienen grados como el de historia del arte.
Y, ante todo, tener presente que el comenzar una nueva formación debe ser un momento apasionante en el que nos pique constantemente el gusanillo de la curiosidad.
