Daniel Castro, director, guionista e intérprete nos entrega en su última película, Ilusión, el gran paradigma del escritor. Rodada en clave de comedia y en el contexto de la crisis actual, nos cuenta, a través de situaciones cotidianas, rocambolescas y de un conjunto de compromisos cómo es el protagonista, Daniel, un guionista sin éxito que se ve en la situación de tener que vender su idea a una sociedad hasta que un día recibe la llamada de un productor. Éste, le va a dar una buena noticia, esperada desde hace tiempo, una “ilusión”. Seleccionada en Cinespaña entre otros festivales, premiada en Festival de Málaga, Mejor película y guión en el ZonaZine, Ilusión también está dotada del Premio Pantalla Abierta de Festival ALCINE, Premio Especial del Jurado en el Festival de Cine Opera Prima de Tudela, Mejor Película en CineHorizontes, Festival de Cine Español de Marsella. La película también opta por númerosas candidaturas a los próximos Premios Goya. Hablamos con su director para que nos cuente un poco más sobre el film:
Nokton Magazine: ¿Cuál es el punto de partida de Ilusión, de dónde surgió la idea ?
Daniel Castro: Sale en parte de un personaje que hice para un cortometraje que se llama After-shave. Ese personaje lo interpreté yo mismo. No soy actor pero decidí ir grabando algunas cosas que se me ocurrían en el momento. Ese corto lo hice hace años y más o menos funcionó bien. Gustó y mis amigos me comentaban:”Haz más cosas de estas”. Fui grabando más cortos, improvisados casi siempre y siempre yo solo. Pensé: “Voy a intentar darle un desarrollo más largo a esto”. Gracias a estos cortos me salió también un papel como actor aunque yo trabajo como guionista, en tele sobretodo, en series. Decidí hacer una película y como el personaje está identificado de alguna manera con un humor un poco surrealista, pensé «vamos a partir de un personaje así, con un desarrollo más largo para hacer una película».
La premisa de esta historia es que este personaje, que se llama igual que yo, siendo consciente de la crisis que hay en el país y de la perdida de esperanza general decide hacer su contribución ilusionante: una película que intentara recuperar el espíritu de la transición, el espíritu de la unidad del país y para que sea más comercial va a hacerlo en forma de musical, de comedia musical.
NM.: ¿Cuál es la parte autobiográfica de Ilusión ?
D.C: Siempre digo que el personaje es un 30 por ciento más tonto que yo. Pero, en lo principal, nos parecemos mucho. Ambos tenemos, por ejemplo, el típico dilema sobre la “integridad del artista”: hacer trabajos poco personales pero dignamente pagados o dedicar mi vida al “arte”, a lo que me apetece hacer pero, posiblemente, me impide llevar una vida normal, con unos ingresos mínimos y una cierta estabilidad.
NM.: ¿Alguna anécdota de rodaje?
D.C.: Al ser un rodaje tan interrumpido y atípico, hubo muchas anécdotas. Por ejemplo, un día un chico, Pablo, me contactó para ofrecerse para rodar el making off de la película. Le dije que perfecto, pero que nuestro rodaje era muy pequeño, con un equipo muy precario. Efectivamente, cuando apareció, él llevaba un equipo tan bueno como el nuestro (casi la misma cámara y el mismo equipo de sonido). Unos minutos más tarde, el chico acabó siendo el segundo cámara de la película y nunca se hizo making off. Con el tiempo, Pablo acabó siendo uno de los miembros más valiosos del rodaje, haciendo de operador de cámara, sonidista y ocupándose de los efectos visuales.
N.M.: ¿Cuánto tiempo tardaste entre que empezó el proyecto conseguiste financiarlo y se pudo realizar?
D.C.: El total habrán sido casi 3 años desde escribirlo hasta empezarlo a presentar en festivales. La escritura más o menos fue rápida y sobretodo fue muy rápido el ponernos a hacerla. Oriol Puig Playà y yo nos compramos una cámara, algunos objetivos, equipo de sonido, micrófonos, etc. La parte de suerte que tienes con estas cosas pequeñas es que cuando tienes un guión y tienes el equipo mínimo te pones inmediatamente a trabajar. No necesitas llevarlo a televisiones, ni productores, ni cambiar 5 veces las cosas por que te piden no sé que. Lo que en cambio fue muy prolongado fue el rodaje y el montaje porque lo hacíamos todo entre nosotros; conseguíamos una casa, rodábamos una semana o dos días y luego me pegaba una tres semanas buscando la siguiente localización y convenciendo al actor para hacer la siguiente secuencia. No había una figura de producción que lo unificara todo y que fuera unificado el rodaje. Entonces eso hizo que el rodaje se prolongara muchísimo. El comienzo lo hice cuando estaba en el paro y luego empecé a trabajar de guionista en Gran Hotel durante 9 meses. Durante ese tiempo, como mucho podía durante algún fin de semana rodar dos cosas sueltas o ir a montaje de noche, en Aluche. Tampoco lo puedes hacer todos los días, acabando a la una de la noche.
NM.: ¿Cuál es el presupuesto de la película?
D.C.: El presupuesto es difícil de calcular porque pasó mucho tiempo desde el comienzo hasta el final y las inversiones en la película siguen haciéndose (envíos de copias, cartelería, elaboración de nuevas copias para proyección…) pero aproximadamente, creo que la inversión será de unos 20.000 euros. Es así de reducida porque todo el equipo, excepto algunos técnicos, han trabajado desinteresadamente, por amistad o porque les interesaba el proyecto. Les estoy muy agradecido por su colaboración y espero que no se hayan arrepentido de habérmela brindado.
NM.:¿Cómo convences a David Trueba para intervenir en la película? ¿Según tengo entendido, la librería en la que rodaste es de David Trueba ?
D.C.: No, la librería es Ocho y medio, una mítica librería especializada en cine que fundó Jesús Robles hace ya muchos años. Por cierto, Jesús, que falleció recientemente, nos ayudó mucho en un momento en que no teníamos lugar donde grabar esa secuencia.
Sobre David Trueba, es amigo desde hace unos cuantos años y he colaborado con él como actor en algunos vídeos. Echándole un poco de cara le pregunté si estaría dispuesto a hacer un papel en la película y aceptó inmediatamente. No sólo fue estuvo bien dispuesto, sino que aportó mucho a su papel, improvisando un montón de réplicas brillantes.
NM.: Es una propuesta arriesgada y original el elaborar una comedia musical con personajes políticos ¿Crees que el cine siempre tiene que ser político ?
D.C.: Sí, la propuesta de mi personaje es una locura. No la comparto, no estoy tan desquiciado como él, lo prometo. Eso sí, de manera muy amplia sí que opino que casi todo el cine es político. Incluso el cine que no aborda para nada la política o la sociedad de su tiempo es político por omisión.
NM.: Si tuvieras que elegir entre Haneke o Lynch, con quien te quedarías y por qué.
D.C.: Ninguno de los dos directores me gusta excesivamente, la verdad. Reconozco que soy más de Rosellini, Renoir, Rohmer o, entre los actuales, Alexander Payne, los hermanos Dardenne o Kechiche entre otros.
Eso sí, si tuviera que elegir me quedaría con Lynch. Me encantó Terciopelo azul y, sobre todo, la primera temporada de Twin Peaks.
NM.:¿Cuales son tus referentes, fuentes de inspiración, como actor, guionista, director a la hora de trabajar o elaborar tus propuestas creativas?
D.C.: No soy actor, como mucho soy capaz de sacar adelante un personaje (el que intento hacer en Ilusión) y para él me he inspirado en personajes de The Office (sobre todo la versión british) y actores del cine mudo (Buster Keaton, sobre todo).
Como guionista, tengo muchas más referencias. Para Ilusión imagino que los referentes más cercanos son Woody Allen, Nanni Moretti, Larry David, Louis C.K. etc.
Tampoco siento ser realmente un director. En Ilusión Oriol Puig me ayudó muchísimo en el rodaje y sólo gracias a él la película parece correctamente realizada. Directores que me gustan y que nos sirvieron como referencia en algún momento de Ilusión, además de los citados, son Arnaud Desplechin, Javier Rebollo, Truffaut y Godard.
NM.: ¿Para ti cúal es la principal diferencia a la hora de escribir para televisión y para cine?
D.C.: Una serie de televisión es un trabajo de equipo, también en la escritura. Una serie, en general, será siempre obra de muchos guionistas. Trabajar en una serie de televisión hace que tu obra sea menos personal, pero, a la vez, es un trabajo muy enriquecedor, porque te permite aprender mucho de tus compañeros. Además, es una escritura más agradable: eres miembro de un equipo que te puede corregir cuando te equivocas. La escritura para cine es más personal, pero mucho más solitaria también. Es fácil sentirse perdido, perder la referencia de si tu guión merece o no la pena. Además, también está la parte económica: es muy difícil trabajar en cine con frecuencia, mientras que el volumen de series que se realizan en España sí que te pueden permitir vivir de tu trabajo con algo más de facilidad.
NM.:¿Puedes hacernos un adelanto de tus futuros proyectos ?
D.C: Tengo varias ideas pero ninguna está escrita todavía. Alguna idea de serie de televisión, alguna idea con el mismo personaje, alguna idea que no tiene nada que ver con el personaje y un pequeño proyecto de documental. Todavía están sin empezar. De momento, trabajo más en mover la película.
NM: Si pudieras pedir tres deseos al cine ¿cúales serían?
D.C.: Me gustaría que el cine sobreviviera, eso es lo principal, que los cines no desaparezcan completamente. Que se reformen si hace falta, pero que no muera definitivamente la costumbre de ir a una sala para que te cuenten una historia.
Me gustaría que mucha gente en España dejara de ver a quienes nos dedicamos a este empleo como a unos aprovechados que viven sólo de subvenciones. Me gustaría que dejáramos de ser peones utilizados en una guerra política.
Me gustaría que fuéramos capaces de hacer películas mejores, capaces de interesar y provocar al público (sea éste masivo o limitado).
httpv://www.youtube.com/watch?v=P5w-idHY7Gg
Titulo: Ilusión
Director: Daniel Castro
Guión: Daniel Castro
Intérpretes: Daniel Castro, Bárbara Santa-Cruz, David Trueba, César Sánchez, Víctor García León, Félix Viscarret, Miguel Rellán
Productora: Daniel Castro, Oriol Puig, Tormenta
Foto Pilar Villalaín y Fotogramás de Ilusión.