La tradición de los libros ilustrados no es nada reciente. Por muy bonitos que sean, los que forman el equipo de Taschen no han inventado nada con sus libros. Las ilustraciones aparecen en las obras impresas desde las más tiernas obras recién salidas de la cuna de la imprenta de mediados del siglo XV. El paso del tiempo fue madurando, mejorando, refinando y perfeccionando las imágenes que aparecían en las obras llegando a igual (o superar) su importancia en los libros. La Real Academia de Bellas Artes de San Fernando se dio cuenta del poder que tenía el grabado y desde su nacimiento patrocinó y promocionó la creación de piezas artísticas que sirvieran como ilustración de obras.
Como muestra, un botón. La exposición que se inaugura hoy en la sala de la Calcografía Nacional de la sede de Madrid de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, en coordinación con el Rectorado de la Universidad Politécnica de Madrid y la de su Escuela Técnica Superior de Arquitectura, recupera parte de las ilustraciones de Monumentos Arquitectónicos de España (1852-1881) la obra enciclopédica que promovió la institución con el apoyo del Ministerio de Fomento y el patrocinio y protección de la reina Isabel II. El objetivo del proyecto editorial fue crear un catálogo visual, recogiendo en imágenes la totalidad del patrimonio arquitectónico de España, seleccionadas por estudiantes de arquitectura de cada provincia española y dibujadas por los maestros de las escuelas con la ayuda de pintores y fotógrafos coordinados por la Academia, en una publicación de lujo con estampas de la máxima calidad.
La Real Academia de Bellas Artes de San Fernando busca ir recuperando algunas de las mejores colecciones que se encuentran en los fondos de una institución que ha acompañado y protegido las distintas vertientes del arte a lo largo de los siglos. Con esta exposición pretende seleccionar alguna de las piezas más relevantes en calidad y cuidado de una obra caótica y extensa que se sitúa entre las más importantes de arquitectura de la Europa del siglo XIX.