El Festival de Autoedición Tenderete en Valencia fue la fuente de inspiración de la que bebió el primer Maravilloso Encontronazo de Autoedición (MEA), que este sábado se celebró por tercer año consecutivo en Madrid.
Sien, del taller gráfico autogestionado Zulo Azul, junto a los colectivos de autoedición Mundo Subnormal y Ultrarradio, organizaron el día 6 de diciembre un evento para curiosear fanzines alternativos a modo de mercadillo underground cerca de la plaza de Castilla.
Pero el MEA3, en su intencionada abreviación, ha estado muy cerca de no ocurrir este año por culpa de algunos problemas espaciales. Hay que dar las gracias al club ciclista Perucha, a quienes van a embargar por el proceso de gentrificación y la remodelación de las zonas de Tetuán y Ventilla, por ceder el lugar.
Este encuentro de ilustradores, editores, fanzines, serigrafía y autores de todos los puntos del país que siguen las enseñanzas de Juan Palomo, es una muestra de que, si se ponen las ganas suficientes, es posible hacer un evento que muestre el trabajo de muchísima gente interesada en el «mundillo fanzinero».
Fueron doce horas de, como ellos mismos dicen, «lúcido ocio e intelectualidad chabacana y populachera» durante las que no sólo se podía echar un vistazo a publicaciones, revistas, fanzines, camisetas o chapas de los 57 participantes (con todos los estampados e ideas posibles), sino que también hubo tiempo para la música, de la que se encargaron un poco entre todos, con la colaboración de Jah Maik Selectah. Además, desde las 11:30h. de la mañana los artistas E1000 y NSN997, más todo aquel que quisiera unirse, estuvieron pintando un mural en el exterior del club.
El humor es un punto en común en la mayoría de las publicaciones, aunque en su lado más impertinente. Por ejemplo, llama la atención la revista Heil! (una
insolente versión del ¡Hola!), que cuenta la infancia de Hitler desde su propio punto de vista. También se podía comprar un cuaderno con Chascarrillos Groseros, un Manual para Seres vivos, Profecías de Bolsillo de Nostradamus, Cuentos Ultrapervert, e, incluso, algún refrigerio, piscolabis o caña por 1€.
Con esta actividad se demuestra que la creatividad y el esparcimiento descarados no están reñidos con los recursos económicos y que nadie más que uno mismo, con la ayuda de otros, marca el camino de la cultura. Internet, las ganas y la pérdida de la vergüenza hacen el resto porque, como dice el MEA en su blog, hay que «mostrar lo más valioso que tengas para que el mundo lo conozca, aunque sea a punta de pistola».
Nota de la redacción: Poco tiempo después de que nuestra redactora abandonara el MEA3 en el club ciclista Perucha, fueron desalojados por la policía. Pero hay cosas que no se pueden frenar, por eso se trasladaron a la Asociación Cultural Mediodía Chica con la ayuda de muchos de los asistentes. Dos MEA en un mismo día y con muchas ganas del MEA5.
Fotos: Portada: MEA3 / Nerea Campos