Letras dibujadas y la historia de la literatura en cómic

Cuando la calidad de los textos supera las barreras del código del lenguaje establecido surgen las versiones en cómic, con valor literario por si mismas.

Bocadillos, viñetas y trazos en blanco y negro. ¡Pum! ¡Chofff! Ojos como platos. El mundo del cómic, ahora también llamado novela gráfica, se ha entendido como un reducto de infancia en los gustos de aquellos y aquellas que se acercaban a las secciones correspondientes de las cadenas de librerías o asomaban la nariz por esos establecimientos más pequeños y mucho más especializados. Asterix, Corto Maltés, Tintín, Mafalda, Spiderman o Akira (sí, antes fue manga en papel que película). Son nombres de la memoria de muchos y de sus inicios en el mundo de la lectura por decisión propia, porque, aunque nos gustaran, Sapo y Sepo o Patatita eran lecturas impuestas por el cole.

Portada del 'La metamorfosis' de Franz Kafka, adaptada por Peter Kuper.
Portada del ‘La metamorfosis’ de Franz Kafka, adaptada por Peter Kuper.

Poco a poco nos atrevimos a hojear nuevos lomos y descubrimos Maus o Persépolis, hasta que un día nos dimos de bruces con títulos que nos sonaban de aquellos listados de grandes obras de la historia de la literatura. Nombres de creaciones que forman parte del canon y que, aunque seguramente también nos obligaran a leerlos en cursos superiores del colegio o el instituto, ahora nos atraen de nuevo y nos invitan a darles una segunda (o tercera, o cuarta) lectura. Porque no son simplemente obras importantes que han pasado a formato viñeta. Esos guiones se adaptan a un nuevo lenguaje dando lugar a una realidad totalmente nueva, una pieza de arte literario que tiene calidad por si misma, no solamente por ser una versión de. Si quieres algunas pistas, o alguna idea de (auto)regalo, aquí te damos algunos títulos que, con mayor o menor acierto, han emprendido ese viaje entre lenguajes. ¡Tenemos de todo, oiga!

En el mundo del cómic, la editorial Marvel es un auténtico mito. Algunos de sus personajes, como Capitán América, Hulk, Iron Man o Daredevil, son hitos de la historia de la viñeta. Para muchos, esta editorial es sinónimo de novela gráfica. Y precisamente la Marvel se ha fijado en el potencial de las historias que se cuentan en títulos eminentemente de aventuras como La Ilíada o La Odisea, o las grandes novelas de Dumas, pero también en la novel decimonónica británica, que profundiza en las pasiones humanas en títulos como Orgullo y prejuicio o Sentido y sensibilidad de Jane Austen, para incorporarlas a su nómina de títulos.

el-gran-gatsby-nokton-magazineEn territorio patrio también tenemos un ejemplo de editorial de novela gráfica y cómics que ha tirado de repertorio clásico para engrosar sus catálogos de títulos. La editorial Norma, nacida en Barcelona a principios de la década de los 80, recoge obras que van desde mitos del teatro inglés, adaptando un MacBeth con unas ilustraciones con tanta fuerza como el propio texto shakesperiano, hasta los gloriosos/locos años 20 de El gran Gatsby de F. Scott Fitzgerald, pasando por la filosofía existencialista de El extranjero de Albert Camus. Una perfecta manera de demostrar que cualquier género es susceptible de tener una vuelta distinta con el lenguaje dibujado de por medio.

Pero también obras en castellano han despertado los deseos de los editores de cruzar la línea entre el trazo y la letra. Un personaje mítico del cómic latinoamericano como lo era Fantomas, la amenaza elegante, conversaba de manera habitual con nombres como Octavio Paz, Carlos Fuentes, Monsiváis o Julio Cortázar. Autores como el mismo cronopio o García Márquez han visto sus vidas plasmadas en viñetas, pero también fragmentos de sus obras que, gracias al juego visual e imaginativo que nos brinda su prosa, ya evocaban la velocidad y el código del tebeo. A la nómina de estos últimos podríamos incorporar a otro argentino de la hornada post boom latinoamericana. Ricardo Piglia ha visto su Ciudad ausente traducida al dibujo para darle una nueva vida.

Fragmento de 'La ciudad ausente' de Ricardo Piglia, ilustrada por Luis Scafati.
Fragmento de ‘La ciudad ausente’ de Ricardo Piglia, ilustrada por Luis Scafati.

Bola extra: Poesía mística.

Y es que ya hablamos de ella en una agenda y no nos perdimos su presentación. Hace unos meses, la editorial argentina Loco Rabia se embarcó en la aventura de adaptar Las moradas o El castillo interior de Teresa de Jesús, nuestra poeta mística por excelencia, a través del trabajo de siete dibujantes iberoamericanos que, sin ningún tipo de mochila cultural o religiosa, arrojaron una nueva imagen de una obra especialmente compleja de la poesía en español del siglo XVI.

Imágenes: Loco Rabia / Astiberri / Norma editorial / Casa de América