La nueva comedia: de ‘Love’ a ‘Master of none’

Fotograma de 'Master of None'.
Fotograma de 'Master of None'.
Títulos que reflejan a la sociedad actual y a las situaciones de nuestro día a día.

Cuando comenzó a emitirse Friendslas comedias de situación estaban en todo su esplendor mediático. No fue la primera. pero sí introdujo nuevas formas y escenarios en los que los personajes podían desenvolverse y fue la precursora de otras muchas actuales como Cómo conocí a vuestra madre, The Big Bang Theory o New GirlLa premisa es fácil de distinguir: grupo de amigos que comparte piso y cada uno goza de diferentes tramas y acciones. Además, también se han caracterizado por saber de qué manera reflejar a la sociedad que representan en ese momento; ya sea contando lo difícil que es encontrar pareja en Nueva York o cómo es rehacer tu vida después de romper con tu pareja.

En los últimos años hemos asistido a un nuevo espectáculo en lo que a comedias de situación se refiere, y la eclosión de nuevos formatos ha pasado a ser casi un boom. Nuevos creadores se han sumado a las cadenas de tele por cable como Netflix Amazon y la oferta que tenemos ahora mismo se nos escapa de las manos.

Las comedias de situación de los años 90 como Will & Grace,  Caroline in the city, The Nany, etc., estaban en gran parte formadas por modelos a los que podíamos aspirar, incluso si sus personajes no tenían lo que querían, parecían bastantes seguros a la hora de elegir la dirección en la que querían que fuera su vida. Tomaban decisiones firmes, aunque fueran difíciles. Este tipo de comedia ha pasado a un segundo plano, aunque aún existe y sigue funcionando como en The Mindy Project y Brooklyn Nine-Nine, sus objetivos principales no están reflejando las preocupaciones específicas de una generación.

Póster promocional de 'Love'.
Póster promocional de ‘Love’.

Por el contrario, comedias de situación como  Broad City, y, más recientemente,  Love, parecen destinados a convertirse en cápsulas de tiempo de un momento muy específico en el desarrollo de una generación. Si bien cada uno de estos programas es distinto en el tono y el humor, comparten preocupaciones similares: los protagonistas oscilan entre los 25-35, son educados, tienen una relativa aunque precaria estabilidad financiera, el lujo de poder asentarse en algún piso o apartamento, la elección entre la pasión y dinero, tiempo infinito para pasear por las calles hablando de la vida, y una relación más complicada que nunca con el sexo.

La oferta es casi infita: Love y Master of None se han consolidado como dos grandes apuestas de Netflix, mientras esperamos con ansia el estreno de la serie de Woody Allen con Miley Cyrus al frente en Amazon y nos encariñamos con los personajes de Broad City, Girls, Kimmy Schmidt, Transparent, Man seeking woman o The last man from Earth.

Fotograma de 'Master of None'.
Fotograma de ‘Master of None’.

Sentimientos encontrados

¿De qué va Love? Con un título tan génerico, la serie de Judd Apatow abarca muchos aspectos de la vida de sus dos protagonistas: Mickey y Guss. En una entrevista para EL País, Apatow confesaba: «Siempre que intento un título complejo es un error. Love engloba todo, es felicidad y es una mierda. Me gusta que pueda ser cualquier cosa”. El productor de Girls, ha creado un producto fácil de manejar, en el que queda plasmada la vida sin la sensación continua de drama; tejiendo redes con el espectador. No es de risa fácil pero sí te alegra la media hora que dura un episodio.

En el otro punto está Master of none. La serie creada por Aziz Ansari es educativa, diversa y además tiene dosis de crítica social. Es la antítesis a series como Dos hombres y medio y a la comedia norteamericana clásica. Los problemas de la sociedad actual quedan reflejados a la perfección y la denuncia constante al racismo, machismo o el trato a nuestros mayores hacen que Master of none se convierta en la serie moderna por antonomasia, una bofetada continua al establishment.