Kim Gordon, ‘La chica del grupo’ de Sonic Youth

Kim Gordon es uno de los iconos del rock de los 80 y 90. Es también la chica del grupo de Sonic Youth, la editorial Contra Ediciones ha publicado su libro de memorias. De la canción Sacred Trickster provienen los versos del comienzo, que de alguna manera titulan la obra: A Girl in a Band. Kim Gordon (Rochester, NY, 1953) es guitarrista, bajista y cantante y ha participado en la escena de rock americana de las últimas tres décadas como protagonista total. Ha tocado en Free Kitten, Harry Crews y actualmente gira como Body/Head junto a Bill Nace, pero el nombre que viene a nuestras cabezas al hablar de la figura  de Gordon es Sonic Youth, el mítico grupo de rock y grunge que surgió en el 1981 y continuó como una leyenda hasta el 2009, cuando anunciaron su disolución definitiva.

Kim Gordon dando un concierto.
Kim Gordon dando un concierto.

El final de Sonic Youth

 En estas memorias todo comienza, paradójicamente, con la palabra FIN. Comienza así porque fue literalmente, el fin de Sonic Youth como grupo y el fin de Kim Gordon y el vocalista, Thurston Moore como pareja. Ese primer capítulo, refleja lo que sintió ella en el último concierto que dio la banda, fue en Sao Paulo y llovía a cantaros, la lluvía se fundía con el sentimiento de decir adiós para siempre a una etapa, a un grupo y a más de 30 años de relación. Gordon repasa de esta manera en su lo que sucede cuando “una pareja se disuelve“, además, habla de su infancia, sus noviazgos, su matrimonio o su hija, y la revolución que supuso la escena musical del rock’n’roll neoyorquino en los 80 y 90, junto a su relación con bandas como Nirvana, Hole o los Smashing Pumpkins.

Gordon tocando junto a su expareja, Thurston More.
Gordon tocando junto a su expareja, Thurston Moore.

El final de Sonic Youth no significa el final de Kim Gordon. “Lo sé, ahora parezco una persona totalmente distinta. Y supongo que lo soy”, con estas palabras Gordon sentencia su libro. Un cierre que no puede ser más que con una sonrisa de victoria, también de superviviente y, sobre todo, de quién no ha dicho su última palabra. Gordon es mucho más que la bajista de un grupo de éxito mundial, o la mitad de una de las parejas más admiradas de la música alternativa. Es una artista por derecho y tenacidad propias. Un personaje público tras el que se encuentra una mujer inteligente, despierta, inquieta, polifacética y atrevida. No esperaba menos de uno de los iconos, femeninos y feministas, más poderosos que jamás haya subido a un escenario. En ese sentido, La Chica del Grupo es más una reivindicación personal de alguien que, pese a sus más de 60 años, sigue buscando colmar sus ansias, tanto artísticas como vitales.

Un collage de emociones

En la faja de la edición española del libro nos encontramos con esta llamativa frase: «No quería escribir las típicas memorias del mundo del rock; quería que reflejasen mi vida. Y mi vida no ha sido precisamente un camino de rosas». Una frase para que sepamos realmente que no es un libro sobre Sonic Youth, es un relato muy personal que refleja lo que ha sido la vida de Gordon. Reflexiones acerca de la existencia, apuntes sobre el arte y el rol del artista, esbozos sobre la relación con otras personas encapsuladas en momentos y situaciones relevantes para la autora. Tanto del icono de rebeldía, como el de ser mentora de otras generaciones, dice en sus memorias que «tardó mucho en saber quién era»por lo que no se siente identificada con la etiqueta. Lo que sí sabemos a ciencia cierta, es que es un referente artístico y musical y esa etiqueta no se la podemos quitar.

Courtney Love y Kim Gordon.
Courtney Love y Kim Gordon.

 

Fotos: Contra Ediciones

Enlace de interés: Cuando los músicos venden libros: Autobiografías del rock