“La poesía se escribe cuando ella quiere”, dijo alguien que de escribir poesía sabía mucho, el cántabro José Hierro. Tanto es así que a veces se diría que la poesía se escribe sola, como descubrió hace tiempo Sampsa Nuptio, el fundador de Google Poetics, un blog que desde 2012 encuentra versos y poemas cortos en un lugar donde en principio se diría difícil hacerlo, las profundidades del buscador Google.
“Google Poetics escribe poesía sobre asuntos que de verdad interesan a la gente”, reza el texto de presentación de esta web. Y, recochineos aparte, no le falta razón, pues el SEO (optimización en motores de búsqueda) se la da: los textos poéticos que publica se construyen a partir de las búsquedas que Google sugiere de forma automática a los usuarios. El gigante de Internet integra en su buscador una herramienta llamada Google Instant, que predice los términos que vamos a escribir en su cajón de texto y los autocompleta inmediatamente.
Pero quizá eso de que la poesía se escribe sola merezca, en este caso, un matiz: la poesía de Google Poetics la escribimos entre todos. Según afirman desde la compañía, que ahora se llama Alphabet, las sugerencias de Instant se basan en “lo que buscan otras personas y en el contenido de las páginas web que indexa Google”. En cada consulta, Instant ofrece por defecto cuatro sugerencias distintas. Y de esas combinaciones supuestamente aleatorias es de donde surgen las joyas que Nuptio recopila en su blog, muchas veces a partir de las aportaciones de usuarios que, al introducir una consulta en Google, descubrieron un poema de cuatro versos y decidieron inmortalizarlo en un pantallazo. Aunque, ojo: el blog también cuenta con una categoría para textos más extensos, en la que empalma varias búsquedas seguidas. La iniciativa surgió en marzo de 2013, con motivo del Día Mundial de la Poesía, que Nuptio aprovechó para animar a sus lectores a seguir componiendo poesías de términos de búsqueda, pero un poco más largas.
En realidad, lo que hacen desde Google Poetics tiene un nombre, que muchos estudiamos en las clases de Lengua y Literatura del colegio: anáfora, un recurso que consiste en la repetición de la misma palabra o grupo de palabras al principio de varios versos consecutivos.
Google Poetics se aprovecha, además, de que Google no devuelve los mismos resultados de búsqueda a todos sus usuarios (como sí hacen buscadores como DuckDuckGo), sino que los cambia en función de las preferencias, intereses, ubicación e historial de navegación, como explica el blog en su sección de preguntas frecuentes. Puede que, si buscamos el mismo término con el que comienza alguno de sus poemas, obtengamos resultados totalmente diferentes y mucho menos poéticos. “Las sugerencias de Google difieren notablemente entre las distintas versiones locales del buscador, y también pueden variar en función de si hemos iniciado sesión con nuestra cuenta de Gmail o no”, explican desde Google Poetics. Esto significa que Google escribe un poema distinto para cada uno de nosotros.
El blog también indica de forma específica que no admitirá aquellos poemas en los que detecte que existe una manipulación o edición. Es decir, que no valen las trampas: si entre las sugerencias que te ofrece Google cuela algún fragmento de una letra de reggaetón, se tiene que quedar en el poema, y punto.
En Nokton Magazine también nos hemos animado con un poema made in Google en español.
Sí, seguiremos intentándolo.