¡ALERTA, SPOILERS!
Las protagonistas de Girls no han sido muy de cuento de hadas en esta temporada pero pellizcadme si Adam no es el príncipe sin camisa encantado de nuestra generación. A veces se necesita a alguien que te quite las tijeras de las manos igual que si fueras una personita de cinco años, y tal vez no puede ser tu mejor amiga, o tus padres, sino una raza particular de ex-novio con un conjunto de habilidades en las que se incluyen, también, el allanamiento de morada.
Hannah
Hannah sigue vagando por casa con esa camiseta raída, distraída por su dolor de oídos y buscando en Google datos sobre problemas de salud (igual que al principio de la primera temporada) pero lo que está en juego aquí es el deterioro de su mente. La presión que ha tenido que sostener con el intento de publicación de su primer e-book no la ha dejado muy bien psicológicamente porque, sobre todo en el último episodio hemos podido ver que ella no está en su sano juicio. Hannah no puede salvarse de sí misma.
No estaría de más analizar su decisión de echar a sus dos compañeros de piso por su «traición». O ese momento en el que llamó a la policía porque creía que Adam la iba a acosar. Hannah está sola en este momento por muchas razones.
Marnie
Me encanta la escena de Charlie y Marnie en la que ella le dice: «En serio, ¿con cuántas personas te has acostado desde que rompimos?» Este final de temporada ha sido lo más romántico que nos ha dejado Girls en el tiempo que lleva en emisión.
Tras darse de bruces con la realidad una vez tras otra parece que Marnie sale, aunque solo sea en la faceta amorosa, triunfal en este segunda temporada. Hacer frente a la idea de que puedes hacerlo todo bien y que aún así las cosas puedan desmoronarse es algo que cuesta asumir. No es raro que mucha gente se sienta identificada con Marnie: la despiden, no encuentra trabajo de lo que ha estudiado, empieza a ser camarera, después cantante…
Shoshanna
Tenemos que hablar de una pareja que se ha ganado su derecho a un funeral con el ataúd abierto. Es curioso que ahora los veamos hacer el amor, aunque yo no diría que lo que están haciendo es el amor. Shosh ni siquiera se molesta en quitarse la sudadera. «¿Va a salir de mí?» pregunta… y después se acusan mutuamente de actuar raro.
La temporada para Shosh empieza muy romántica y termina justo en el lado opuesto. La tenemos que querer con sus peinados y manías y si ha decidido que quiere conocer a todo Nueva York y recuperar el tiempo perdido no podemos negarnos.
Jessa
Jemima Kirke se quedó embarazada teniéndola que dar por desaparecida en los últimos episodios de esta segunda temporada pero, digo yo, ¿no podrían haber hecho como que contestaba, al menos, las llamadas?
El mundo de Adam
El final de temporada de Adam ha estado cargado de realismo cruel. Sí, nadie quiere que un chico haga esas cosas. O sí, pero al principio de una relación siempre cuesta. Lo que salva a Adam es ese “lo doy todo por ti” que siempre tiene con Hannah (viaje en metro sin camiseta incluído). No podríamos pedir mejor escena final que cuando llega a casa de ella y tira la puerta abajo.
Dramas de chicas
En el final de temporada vemos que Marnie tiene aún una llave del apartamento de Hannah. Es muy triste que habiéndolo pasado ambas muy mal ninguna haya dado su brazo a torcer. Y aquí es cuando más se echa de menos un poco de solidaridad femenina.
Fotos: HBO x6 (cc)