Desde el arte entendido a la manera de Tracey Emin, la ruta por la América ‘Beat‘, los terrores de Stanley Kubrick y el feminismo de la gran activista Gloria Steinem… Los libros son mejores si se acompañan de cine y viceversa. Ahora Filmin y la editorial Alpha Decay aunan fuerzas y nos lo ponen fácil. Una selección en la que no se dejan nada por el camino y también vemos temas importantes como los sueños de adolescencia donde el hilo conductor el ensayo de la difunta Marina Keegan, Lo contrario de la soledad pero donde además, tienen cabida desde Berlín como la capital del tecno al cine de Albert Serra con Diario de rodaje de historia de mi muerte.
Libros y filmes compartiendo preocupaciones donde nada es extraño cuando se sostiene un discurso parecido. De esta manera han conseguido llevar a cabo este canal desde la plataforma online para que a través de libros conozcamos películas y documentales y viceversa.
Mi vida en rojo Kubrick
«Una exploración sistemática de los rincones más perturbadores de El resplandor, la búsqueda de respuestas –desde las ópticas ocultista, freudiana, histórica y cultural– donde sólo parece haber enigmas», relata la sinopsis. Simon Roy, autor de esta obra asegura haber visto la película 42 veces, y según nos cuenta ese el número que aparece obsesivamente durante todo el metraje del filme. Desde Filmin, nos proponen que nos adentremos en el mundo de Kubrick desde otras perspectivas: el documental Mi amigo Kubrick, Miedo y deseo o las películas más actuales como Déjame entrar o It follows nos acercan al terror que nos presentaba el director, influenciadas directamente con su filmografía.
Mi vida en la carretera
Este ensayo de Gloria Steinem nos acerca al movimiento feminista entendido de una manera activista, como no podía ser de otra manera. La autora nos relata su vida nómada, su manera de entender el feminismo y el empoderamiento de las mujeres desde los años 60 hasta hoy, de cómo luchar contra lo más retrogrado como los antiabortistas o ayudar a las mujeres cherokees. Steinem, una de las feministas más importantes de USA en la actualidad, hace un apasionante recorrido por toda su trayectoria como periodista, siempre cerca de la lucha feminista y nos acerca su perspectiva y lo importante de su trabajo. Desde Filmin nos proponen varios filmes y documentales en concordancia a este ensayo: mujeres que han sido luchadores como ella, desde Patti Smith a Vivian Maier, las Pussy Riot, o Las constituyentes (mujeres que estuvieron durante la creación de la Constitución española pero que nunca llegamos a conocer, silenciadas por los libros de historia).
Sueños de adolescencia
Marina Keegan es la encargada de ponernos al día con las vicisitudes de la tardía adolescencia, la que llega al campus de la facultad sin tener en cuenta muchas facetas de la vida adulta y lo hace, de una manera muy especial. Contada a través de diferentes relatos, este libro es un regalo. Keegan murió sin saber si vería o no la luz en un accidente de coche, que nosotros hayamos podido leer sus textos ha sido gracias a uno de sus profesores. La selección de Filmin nos incluye varias obras imprescindibles como son: Brick o Soñadores, aclamada obra de Bertolucci.
El arte entendido por Tracey Emin
Y un héroe (heroína en este caso) moderno saltamos a otra, Strangeland son las memorias en las que Tracey Emin cuenta cómo ha transformado su vida en una obra de arte. Sus obras han conseguido saltar de la esfera privada a la pública gracias a trabajos como Everyone I Have Ever Slept With (1963-1995) o My Bed. Un ensayo crudo y renovador en el que sin pelos en la lengua se relatan escenas de sexo y drogas hasta cómo llegó a entrar en el elenco de personalidades distinguidas de la Royal Academy of Arts británica. Una manera de acercarnos a la artista donde se aprecian la soledad, la fragilidad, la desilusión y la honestidad con la que ha escrito este diario íntimo. Desde Filmin nos proponen varios títulos para acompañar la obra de Emin, en el que ponen en foco en otros artistas tan controvertidos como ella: Basquiat, Exit through de gift shop (sobre Banksy) o Ai Weivi: never sorry.