David Quinzán vuelve a deleitarnos con sus canciones tras sus tres primeros trabajos, ‘El vino de las despedidas’, ‘El maestro de teatro’ y ‘Caballito negro’. En esta ocasión, el gallego ha querido editar un EP de cinco temas bajo el título de ‘Melancolía Jackson‘, un trabajo que según el propio autor «pedía a gritos ser publicado» y donde los temas tienen un nexo de unión entre ellos. Un EP que lleva nombre propio – y apellido incluido – y que se trabajó desde la melancolía de David al componer los temas.
Hablamos con Qinzán sobre esta nueva etapa llena de canciones que en sus palabras «son más puramente yo». «En este disco hay dos canciones que están hechas con sintes y hay una guitarra acústica al fondo, es algo que hasta la fecha no había hecho, en ese sentido podríamos decir que hay una evolución», estas cinco canciones están representadas en el arte del disco con un animal cada una, la ilustradora Rebeca Losada dio en el clavo al interpretar así el trabajo de David.
Respecto a su anterior LP, nos cuenta: «apenas he cambiado, en ‘Caballito negro’ había ciertos ritmos afro, desde ahí he escuchado mucho ambient pero no es detectable en este EP, aunque sí que me ha llevado a trabajar más con los timbres de los sintetizadores».
El músico que tocó con su banda este pasado viernes presentando el EP en Superlativo Bar (Madrid), nos confiesa que «el directo limita pero, por otro lado da espontaneidad. Cuando montas algo con tu banda te da libertad para hacer lo que quieras sobre el escenario».
Quinzán se ha encargado tanto de la música como de la producción del EP, a ambas les otorga la misma importancia.
Es tan importante componer como producir.Las canciones empiezan como maquetas y no dejan de ser ellas mismas evolucionadas, lo principal del tema siempre se queda; al hacerlo yo es más artesanal.
Ha trabajado con artistas como Alex Ferreira o Xoel López de los que cuenta que siempre ha aprendido de ellos como si fuera una esponja, «con Alex en 2007 recuerdo que llevaba un iPod lleno de música de todo tipo, fue él el que me pasó lo invitación a Spotify; con Xoel aprendí mucho cuando estaba investigando la música latina, se puede ver que cada disco suyo es muy distinto uno del otro. Con mis compañeros habituales, por ejemplo, no son gente que se ciñe a un estilo concreto… veo cosas nuevas, a veces hacemos impro y cosas un poco locas», nos relata Quinzán.
¿Y qué pasa cuando es el propio músico el que se encarga de todas las partes de un nuevo trabajo? Lo hemos visto muchas veces y la respuesta siempre ha sido la misma, «es agotador». A David le ocurre algo similar:
Cuando te ocupas de todo es muy difícil hacer que los conciertos funcionen sin un manáger, entre otras cosas, es como la pescadilla que se muerde la cola.
«A veces las salas no confían porque quien gestiona esto también se está jugando una parte importante de su trabajo. En mi histórico de directos, sobre todo, hicimos muchos entre 2013 y 2015, en total desde que comencé en solitario llevo unos 60 y pico».
Quinzán cierra esta entrevista con una reflexión con la que estamos totalmente de acuerdo: «detrás de todo lo que triunfa hay una marea de proyectos medianos y pequeños en los que hay muchísima gente involucrada, al final si algo no nos lo traen en bandeja no le hacemos mucho caso».