El clásico mito de Prometeo narra como este titán roba el fuego a los dioses para dárselo a los hombres siendo condenado por Zeus por este acto. Su versión moderna mira la religión y los límites de la humanidad desde otra perspectiva, la de los límites de la ciencia y de la posibilidad de crear vida por ambición. Esta versión moderna titulada Frankenstein o el moderno Prometeo cumple 200 años de su publicación.
Mary Shelley, hija de filósofo y escritora feminista, se encontró en unas vacaciones junto a su marido en la casa del poeta Lord Byron (que además se sentía especialmente atraído por la tragedia griega Prometeo encadenado de Esquilo) donde este “retó” a los asistentes a componer una historia de terror. Shelley no consiguió finalizarla en el momento, pero prendió en ella una idea a la que poco tiempo después dio forma en el libro Frankestein o el moderno Prometeo. Publicado en 1818 cuando la autora tenía 20 años.
El título se enmarca dentro de la novela gótica del momento, pero dio un paso más allá y puso los cimientos de un nuevo género de terror y ciencia ficción que en su momento pudo verse como juvenil pero que con los años ha superado de sobra ese encasillamiento. Hace dos siglos que los primeros lectores comenzaron a conocer al médico Victor Frankenstein y a ese monstruo sin nombre que había creado a partir de partes de cadáveres.
Frankestein como Prometeo moderno y especialmente su monstruo que ejemplifica los límites morales de la humanidad ha conseguido formar parte del inventario colectivo y se ha representado y versionado en películas, series, cómics, libros, teatros…
Un monstruo de Universal
La atención por utilizar todo lo que ejemplifica Frankestein en el cine es antigua, ya en 1910 se crea la primera película de apenas 15 minutos sobre su figura. Una cinta muda producida por Thomas Edison y dirigida por James Whale que por décadas se creyó perdida. Han pasado más de 100 años de su primera incursión en el cine y continúan las versiones, la última llegó en 2015 bajo el título de Victor Frankestein y donde James McAvoy daba vida al científico.
Aunque la imagen del monstruo guardada en nuestras retinas suele ser la de la película Frankenstein de 1931 donde lo interpreta Boris Karloff. La primera en la que Universal versiona a este Prometeo, aunque en esa ocasión partió de una adaptación teatral, y a la que le siguieton múltiples secuelas como La novia de Frankenstein; cuyo remake se está dando forma en las salas del estudio cinematográfico. Una versión que dirigirá Bill Condo, ganador de un Oscar por el guion de Dioses y monstruos; un biopic sobre el propio James Whale.
Perviviendo en la pantalla
El significado que la sociedad dio a Frankestein tras la publicación del libro fue muy variado y se entendió como ejemplo del rechazo, de la fealdad e incluso como símbolo de una sociedad intolerante. Las visiones que se han dado de él desde la pequeña pantalla también varían.
Desde la versión más tenebrosa de Penny Dreadful a la más amable de Dragon Ball donde el Androide Número 8 replica físicamente al monstruo. Pero muchos otros títulos actuales como The Frankestein chronicles o Second Change han recuperado a este Prometeo moderno que sigue vigente pase el tiempo que pase.