¿Me pones un kilo de vestiditos? Que sean frescos, por favor. Vale, no es una frase que escuches habitualmente en una tienda de moda, pero en determinados establecimientos tendría todo el sentido. La venta de ropa al kilo tiene cada día más auge y, aunque por su terminología pueda sonarnos contraria al slow fashion que cada vez tenemos más en mente, es una oportunidad para conseguir prendas de calidad y vintage a precios modicos.
La ropa de segunda mano suma cada día más adeptos concienciados de la importancia de dar una segunda vida a las prendas por los daños medioambientales que generan las empresas textiles. Por eso algunas tiendas de segunda mano hace tiempo que se han lanzado a vender ropa al kilo. De hecho puedes encontrar algunas opciones online. El mecanismo es sencillo, el kilo de ropa tiene un precio fijado y, en base a él, pagarás tu compra. Por ejemplo podrías encontrar ese vestido fresquito de verano a 2,87€ si pesase 115 gramos (el kilo estaría a 25€, que es un precio bastante común).
Este mes de abril llegan a Madrid dos de los grandes eventos de ropa al kilo que recorren Europa. Se trata de Madrid Vintage Kilo Pop Up Store y de Ropa Kilo Market. El primero de ellos, que ya ha tenido su pop up store en países como Alemania o Países Bajos, se centra en moda desde los años ’60 a los 2000 y tendrá lugar en el Espacio Harley (C/ Alcalá, 182) los días 23, 24 y 25 y es preciso hacer reserva online. El segundo se realizará los días 23 y 24, con moda seleccionada delos años ’70 a los 2000, en el Espacio Rastro Madrid (C/ San Cayetano, 5) y también es preciso hacer reserva previa.
¿Cómo prepararse para comprar ropa al kilo?
Como en cualquier época de rebajas en la que solemos dejarnos llevar más por la necesidad de conseguir la ganga que por encontrar lo que necesitamos, para acudir a cualquier evento o tienda de ropa al kilo lo principal es pensar qué estamos buscando. Qué prendas de nuestro armario actual necesitamos renovar, o cuáles tienen que entrar por primera vez, ya sea por una moda que nos guste o porque nunca antes nos había llamado la atención ese corte o color. Incluso, al tratarse de segunda mano, podemos tener algo más definida nuestra idea si por ejemplo buscamos prendas de marcas o temporadas concretas.
Además, aunque las prendas que encuentres en establecimientos de ropa al kilo siempre están en buen estado y no será necesaio pensar en arreglarlas, siempre podemos tener en mente alguna customización que nos ayude a personalizarlas. Especialmente cuando adquirimos prendas que tienen determinadas características que sí pasan de moda como botones, hombreras, solapas…
Por otro lado hay que acudir teniendo muy claro que el subidón de encontrar la ganga a veces se viene abajo por las tallas. Al tratarse de prendas se segunda mano solo habrá una talla por prenda así que, ahora que las medidas anticovid complican el probarse insitu, no está de más acudir con un metro de costurera (habiéndonos tomado antes las medidas más comunes -pecho, cintura, cadera y pierna-) y corroborarlas en la prenda. O incluso, si estamos buscando una prenda en concreto, como una blusa por ejemplo, llevar otra que tengamos y sepamos que nos sienta bien.