Carles Cañizares, protagonista de ‘Charly. El precio de un error’: «Soy incapaz de entender mi vida sin explicar lo bueno y lo malo por igual»

El precio de un error. Charly Cañizares.
El precio de un error. Charly Cañizares.
La vida de Carles Cañizares, escrita por Javier Iglesias en el libro 'Charly. El precio de un error', tiene prácticamente de todo, incluyendo muchos capítulos que se han quedado en el tintero.

La vida de Carles Cañizares, escrita por Javier Iglesias en el libro Charly. El precio de un error, tiene prácticamente de todo, incluyendo muchos capítulos que se han quedado en el tintero porque, como él mismo reconoce: «No he sido ningún santo». La obra trata de servir de inspiración y aliento a todas aquellas personas que se encuentren en una situación parecida a la del protagonista, y contribuir a normalizar la diversidad en nuestra sociedad.

Nokton Magazine: ¿Cuál dirías que es la principal utilidad social que puede tener este libro?

Carles Cañizares: Dar aliento, sobre todo, a las familias de esas personas que tienen habilidades especiales. Motivación que no debe confundirse con la esperanza, esta siempre ha ido ligada a la actitud de cada individuo. También hay un deseo de mostrar a las nuevas generaciones que nosotros, vuestros «monstruos», nos podemos integrar «normalmente» en una sociedad que, desgraciadamente, aún tiene demasiados prejuicios en el cajón de la mierda.

NM: Javier Iglesias es el escritor que ha dado forma a este libro sobre tu vida. Además, él tiene su propia historia de superación. ¿Qué has descubierto de la vida de tu compañero que te haya impresionado especialmente?

CC: Aunque ya teníamos una amistad de hace bastantes años, Javi, a raíz de un accidente laboral en el que casi perdió un ojo, comenzó a empatizar de forma muy especial conmigo. A la hora de hacer el libro, se metió tanto en mi YO que logró sacar todo el partido que se podía extraer a mi pasado, dando el mismo valor e importancia tanto a lo bueno como a lo malo. Creo que, hoy en día, me conoce mucho mejor de lo que mi propia madre llegó a conocerme.

NM: Cuando comenzasteis a dar forma a Charly. El precio de un error, ¿ya teníais en mente el objetivo de que sirviera para inspirar a los lectores? 

CC: Todo empezó como un reto personal, quería dejar constancia de mi lucha y enseñar a mis hijas que, en la vida, todo se puede si uno está dispuesto a pelear hasta su último aliento. A medida que íbamos avanzando, creímos que este mensaje debía llegar a más hijos, más madres, más padres, más abuelos… A tanta gente como fuéramos capaces de alcanzar.

NM: Javier, que ha sido tu compañero en esta aventura, ya tenía experiencia como escritor antes de embarcarse en el proyecto de Charly. El precio de un error. ¿Qué te dijo cuando vio el resultado final?

CC: Ese momento fue muy bueno, estábamos en mi sótano, delante del ordenador, haciendo la última lectura en alto, y Javi, cuando llegó al final del texto, se giró, me miró fijamente y dijo muy convencido:

«Nen, la veo en Netflix».

NM: Y tú, Charly, ¿qué sientes al ver tu vida plasmada en este libro?

CC: Como Javi, siento que es una obra de arte, ¡ja, ja, ja! Ahora en serio, albergo dos sentimientos muy diferentes al mismo tiempo: por una parte, siento un gran alivio al haber realizado con éxito mi sueño de ver plasmada mi vida en papel de una forma tan digna, pero, por otro lado, estoy experimentando una gran desnudez tras desvelar muchos de los secretos y viejos fantasmas que, hace tiempo, mi memoria se encargó de confinar en alguno de sus trasteros ocultos.

NM: Vosotros siempre decís que la etiqueta de biografía no os gusta nada, así pues, ¿cómo clasificarías a Charly. El precio de un error?

CC: Siempre hemos dicho que es una novela basada en hechos reales. El término biografía se lo regalamos, con mucho gusto, a los famosos y a esas personas relevantes que se han atrevido a redactar sus memorias o a los periodistas/escritores que lo han hecho con aquellas que no osaron escribirlas por ellas mismas. La gran diferencia es que estos personajes siempre despiertan el interés del público en general, y nosotros tan sólo pretendemos despertar las conciencias de nuestros lectores.

NM: ¿Qué sientes cuando ves todas esas barreras, materiales e inmateriales, que la sociedad les pone a las personas con necesidades especiales?

CC: Rabia de ver cómo los políticos/burócratas, a todos los niveles, se llenan la boca pregonando cómo sus ciudades están adaptadas a cualquier tipo de realidad y luego cojo la silla de ruedas para salir de mi casa y no llego a la vuelta de la esquina que ya me encuentro con la primera barrera arquitectónica de turno. Y a nivel de trato humano, pienso que hay una gran parte de la sociedad que deja mucho que desear, matemáticos que hacen su cálculo rápido de estar por casa y creen que una dificultad motora es directamente proporcional a su pertinente retraso mental. Sentencia que hace que las interacciones sanas, racionales y agradables brillen por su escasez.

 NM: Vosotros soléis dar charlas en colegios, sobre todo, ¿recuerdas algo que te hayan dicho en alguna de estas ocasiones que te haya marcado especialmente?

CC:  Una de las charlas fue en un centro de menores, allí conocimos a un chico de diecisiete años que había leído la novela dos veces y se había dedicado a subrayarla. Marcó frases que le habían calado, pensamientos que también habían pasado por su joven mente y citas que, según nos dijo, le servían para creer en sí mismo y en sus posibilidades. No hace mucho, se puso en contacto con Javi para saludar y decirle que seguía con sus estudios y que, de aquí a nada, se estrenaba como actor en una obra de teatro de una compañía de aficionados. La verdad es que, si yo le he servido en algún momento de inspiración para seguir adelante con su vida, sólo por ello… ya ha valido la pena sacar a la luz mi historia.

NM: ¿Te imaginas Charly. El precio de un error convertido en película? ¿Cómo sería?

CC: Sería genial y me encantaría, de verdad, pero la veo más como serie. Incluso, con Javi, habíamos hablado sobre ello, mientras soñábamos despiertos, y coincidimos en que se podrían hacer dos o tres temporadas añadiendo un puñado de buenas historias que quedaron en el tintero. Digo un puñado porque no podríamos agregarlas todas ellas, ya que yo no he sido ningún santo y salpicaría a mucha gente que aprecio si las contara. Y a la pregunta de cómo sería, te contestaría que nada aburrida. En ella incidiría especialmente en los dos Charly que deja patente la novela, uno, el mental, el tipo que no ve ninguna clase de dificultad en hacer las cosas y tira para adelante porque no hay otra, y dos, el Charly físico, ese chico torpe y desgarbado al andar que la gente ve desde fuera.

 NM: Hay momentos de todo tipo en el libro, ¿dirías que es un libro con un tono más triste o alegre?

CC: Yo soy incapaz de entender mi vida sin explicar lo bueno y lo malo por igual. La alegría y la tristeza, ambas esclavas del tiempo, siempre han ido a pocos pasos la una de la otra. Otra cosa sería si me preguntaras por la intención o el mensaje de la novela, entonces ahí sí que me mojaría y te respondería que el libro tiene la intención de aniquilar a muchos fantasmas y miedos que los humanos tenemos en común, de aportar algo de luz y de compartir un mensaje plenamente positivo con todos aquellos que la lean.