Dicen desde el Colectivo VIT.A que cualquier lugar que identifiquen con experimento, investigación, itinerancia y colaboración es susceptible de convertirse en su objetivo. Siguiendo estos pasos llegaban el pasado 24 de septiembre al Espacio Open de Bilbao, sin duda una de las arterias más interesantes del entramado cultural de la ciudad, donde aún parecen sonar los engranajes de lo que en otros tiempos fue la Fábrica Artiach.
Allí, en una de las plantas de la antigua galletera bilbaína, artistas y organización desplegaron durante todo el fin de semana la maquinaria de #EXPLORAContrastes, la tercera edición del festival con el que este colectivo hace su gran apuesta por la cultura y el arte y para el que este año contaban con 15 proyectos de hasta siete disciplinas artísticas diferentes, todos de creadores residentes en Euskadi y vertebrados por una temática común: los contrastes.
Como resultado, el Festival Explora ha logrado la convivencia de fotografía, pintura, ilustración, artes escénicas, instalación, vídeo arte, música y workshop en un espacio abierto al diálogo y a la reflexión; un sitio donde el arte emergente se hacía familiar, cercano y real y del que los asistentes se llevaban su propia experiencia única y personal.
Entre los proyectos más destacados, los dibujos cargados de humor del vizcaíno Gorka Olmo, en los que lo cotidiano se encuentra con lo imposible; la fotografía abstracta de la estudiante de Bellas Artes Oihane Amurrio, un juego de luces que toma forma bajo la mirada del espectador, o las imágenes escondidas en los puzzles de Hibernando Estudios, reto y recompensa garantizados para el ojo del visitante.
Mencionar también la original propuesta de Basque Folklife, un diario fotográfico de la diáspora vasca de Estados Unidos firmado por Leire Baztarica y centrado en los habitantes de Elko, en Nevada; además de las instantáneas de Cris P. Lareo o las acuarelas de Maite Pinto, buenas representantes de la calidad técnica y la belleza que pudimos disfrutar en esta edición de Explora.
La otra parte de su programación, basada en talleres como el de mediación y fanzines, performance de artes escénicas y mucha música en directo, sumó también la llegada el día 25 de los visitantes y expositores del mercado Open Your Ganbara, un imprescindible de los domingos en el Espacio Open de Zorrozaurre que terminó de cerrar un fin de semana en el que la industria cultural conquistó a todos los públicos.