Arte a la deriva desde Guipúzcoa

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Una de las piezas de 'Balegur', proyecto seleccionado para DSS2016.
Hablamos con Joseba Mercader, un joven de Tolosa que recorre las playas donostiarras en busca de maderas y piedras a las que dar una segunda vida en su taller.

Joseba Mercader vive en Tolosa y trabaja en el área de comunicación del Grupo Gureak. Entre sus pasiones está el mar y no lo tiene difícil para disfrutar de él, le basta con sacar un rato para acercarse hasta las playas donostiarras y perderse en el paisaje, todo lo lejos que la curiosidad le guíe. Es allí, en la costa vasca, donde encuentra el material que más tarde recibirá una segunda vida en su taller. Maderas, piedras, objetos a la deriva que convierte en piezas únicas y llenas de personalidad.

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Parte de las piezas de ‘Balegur’, el proyecto de Joseba Mercader en DSS2016.

Su proceso de creación comienza como deberían comenzar todas las cosas, con una idea, una pregunta al aire que la imaginación se encarga de responder. Como él mismo nos cuenta: «Siempre intentas imaginar de qué barco, bosque… vendrá esa madera. Después, en el taller, la idea y el corte pueden variar, pero la esencia, el vínculo, creo que se crea cuando nos encontramos».

Con las maderas a la deriva que la marea abandona en la playa Joseba crea tallas con forma de ballena, un animal que le mueve por dentro: «La última ballena que varó en Donosti me impactó bastante, estuve tres días siguiendo su llegada, agonía y muerte, y decidí que ese podría ser un símbolo que podría tocar corazones al ser plasmado en las maderas».

Dicho y hecho: ballenas de todas las formas y tamaños conviven en su taller, cada una con su personalidad: «Dependiendo del tiempo que la madera haya estado navegando en el mar, no existen dos iguales, y cada una tiene su origen de recogida, su historia, su playa». Todas ellas conforman Balegur (‘balea’ = ballena; ‘egur’ = madera, en euskera), uno de los trabajos seleccionados para la capitalidad europea Donostia-San Sebastián 2016, que celebraba su gala inaugural el pasado 23 de enero.

Además de maderas, las piedras también abundan en las playas guipuzcoanas y su proceso de reciclaje resulta igual de enriquecedor gracias a las manos y la sensibilidad de Joseba. Esta vez es distinto, como él dice, «otra forma de dar vida a aquello que el mar trae», y requiere un proceso de selección cuidadoso, pues solo una entre muchísimas piedras le servirá de lienzo para transferir sus fotografías.

Hasta que le concreten más sobre su participación en DSS2016, Joseba seguirá trabajando sus piezas en el taller de Box·A Arte Elkartea, la asociación de artistas de Tolosa. Mientras, entre otros proyectos, participará en las conferencias de Amalur, las jornadas dedicadas a los viajes, la naturaleza y la antropología que se celebran en su tierra y en las que este año el tema principal es, claro, el mar. Dice estar receptivo a todas las posibilidades que se abran con Balegur y asegura tener: «Muchos frentes abiertos para este proyecto que nunca se sabe cómo terminará o que quizás nunca tenga que terminar».