Las salas españolas de conciertos se mantendrán hoy en silencio. Asociaciones que agrupan a estos locales a nivel regional y nacional, como La Noche en Vivo (Madrid), ASACC y ARC (Cataluña), Kultura Live (Euskadi) y ACCES (estatal) han convocado este 20 de mayo el Día sin Música, una jornada sin conciertos con la que quieren reivindicar una fiscalidad más favorable para esta industria.
El manifiesto de la iniciativa denuncia que la música en directo española sufre, desde hace dos años, “un abuso fiscal injustificado, en forma de un IVA del 21%”, que se suma al “abandono” que, a juicio de los firmantes, vienen ejerciendo las administraciones públicas españolas sobre el sector a lo largo de su historia.
El texto defiende, además, el carácter de patrimonio cultural universal que tiene la música popular en directo, la aportación social que realizan los conciertos, su capacidad para producir tanto imaginarios culturales propios como riqueza y empleos sostenibles y la importancia de que este sector pueda ofrecer “precios accesibles a todos los estratos sociales”.
La situación actual, sostienen, coloca a la industria española en “una posición de extrema debilidad frente al resto de los principales países de la Zona Euro”, que aplican a la música un tipo impositivo menor para favorecer el consumo y la reinversión en talento.
Los convocantes aseguran que “la música en vivo corre el peligro de desaparecer de nuestro país”, y por ello animan a quienes estén de acuerdo con este triste pronóstico no solo a que se adhieran al manifiesto y a una petición puesta en marcha en Change.org para exigir al Gobierno una rebaja del IVA al tipo súper reducido del 4%, sino también a que no escuchen ni reproduzcan música a lo largo de toda la jornada.
Difícil, ¿verdad? Dentro de la industria musical, además, también hay quien no le ve sentido a parar la maquinaria en un día en el que la música tendría -piensan algunos- que hacerse oír más que nunca, y prefiere abogar, como lo han hecho los organizadores del Monkey Week en declaraciones a Eldiario.es, por «una huelga a la japonesa«. Otros recuerdan, como lo han hecho los Rufus T. Firefly en su perfil de Facebook, que la solución a este y otros gravísimos problemas pasa «por la única opción que tenemos: votar».
Foto: JF Sebastian (cc)