Suena tópico pero ya es primavera y comienza a apetecer encontrarse con la naturaleza. Quienes no pueden escaparse de la ciudad buscan el sol en parques y jardines, pero el encuentro con la naturaleza más salvaje no tiene porqué ser físico.
Desde la concienciación, el aprendizaje y el disfrute visual de los parajes naturales es posible encontrar interesantes planes para descubrir nuestro entorno, su vida y su indescifrable futuro. A finales de marzo se han inaugurado dos apetecibles exposiciones, y se ha estrenado un documental para recordarnos una realidad muy cercana.
Océanos. El último territorio salvaje
Componen el 70% de la Tierra y continúan siendo un territorio desconocido, un espacio de libertad, como recoge el nombre de la exposición al adjetivarlos como salvajes. Océanos. El último territorio salvaje llega al Museo de Ciencias Naturales de Madrid para sumergir a los visitantes en un paisaje único.
En 2010 se estrenaba el documental Océanos, dirigido por Jacques Perrin y Jacques Cluzaud, y de las 480 horas de grabación que se realizaron para componerlo surge esta muestra. El rodaje se desarrolló durante siete años con grabaciones en los fondos marinos que captaron más de 200 especies a lo largo y ancho de los cinco océanos.
El audiovisual se vuelve así la pieza clave de esta exposición para permitir al visitante adentrarse en esas profundidades marinas a través de grandes pantallas y vídeos 3D con un fuerte apoyo tecnológico. Aunque también cuenta con un área más tradicional compuesto por réplicas de animales marinos.
Cantábrico. Los dominios del oso pardo
Pocos documentales nacionales llegan a las salas de cine pero Cantábrico acaba de hacerlo. Tras dirigir Guadalquivir, Joaquín Gutiérrez Acha ha vuelto a explorar la naturaleza nacional dedicando dos años a grabar en la cordillera cantábrica.
Grabaciones que han permitido captar a toda la fauna local en su más absoluta cotidianeidad (se han utilizado también drones en el rodaje) y que ha llevado a algunos medios a tildar a Gutiérrez Acha como el sucesor de Félix Rodríguez de la Fuente.
Las primeras imágenes de Cantábrico recuerdan a las de Océanos a través de la fuerza con la que muestran ese universo, tan salvaje como cercano, que genera un interés a la par estético y exótico.
Turkana. Un mundo que se agota
La concienciación sobre el cambio climático es patente en los documentales comentados pero también es precisa la visión antropológica. Llega así al Museo Nacional de Antropología de Madrid Turkana. Un mundo que se agota.
La localidad keniata de Lodwar es el eje de la colección de fotografías que componen esta muestra que recorre la evolución de los turkana. Este pueblo nómada se ha visto fuertemente afectado por el aumento de temperaturas y los cambios en las lluvias producidos por el cambio climático y que como consecuencia está secando el lago Turkana. Un lago en el que algunas investigaciones sitúan la cuna de la humanidad tras la aparición de resto de homínidos.
La exposición, según su presentación, “pretende sensibilizarnos a todos sobre cómo el cambio climático está vulnerando derechos fundamentales de las personas en cualquier rincón del globo”.
Foto: Pixabay (CC)
