Cuidar el planeta: un propósito necesario para el 2019

Son muchos los hábitos que se pueden cambiar: reciclar, conducir menos o gastar menos plástico. No tenemos en cuenta aún del poder que tenemos  uniendo nuestras fuerzas.

La historia se repite: año nuevo, vida nueva. De repente nos topamos con la cruda realidad mirándonos a los ojos, diciendo: “que no, que nada va a cambiar. Es más, todo está empeorando a un ritmo frenético y… tú eres parte del problema. Las consecuencias ya están aquí”. Quizá hayas cumplido los propósitos que te marcaste el año pasado. Ir al gym, comer más sano (una vez por semana), quitarte de encima esa asignatura imposible o limpiar más el coche, quién sabe. No hablamos de eso, la realidad que nos está hablando y a la que no queremos escuchar se llama calentamiento global, y es más importante que todo eso.

Hay muchos factores que influyen aquí. Sin embargo, el ser humano, nuestro ritmo de vida y el uso masivo de los recursos naturales, están aumentando negativamente la velocidad de este cambio. Los efectos son devastadores. El deshielo de los glaciares del ártico y en consecuencia, la subida del mar; sequías, incendios o desaparición de ecosistemas,  entre otras cosas. Como dice el refrán: no hay peor ciego que el que no quiere ver. La verdad está ahí: somos responsables de esto aunque no queramos verlo.

Al igual que reconocemos problemas también existen soluciones. No se puede retroceder en el tiempo pero podemos volver a hacer del Planeta Tierra un hogar en el que convivir en armonía por muy utópico que suene. Primer paso: ser conscientes. Son muchos los hábitos que se pueden cambiar: reciclar, conducir menos o gastar menos plástico. No tenemos en cuenta aún del poder que tenemos  uniendo nuestras fuerzas.

El consumo de carne animal forma parte de los factores perjudiciales que destruyen el medioambiente. Y descubren nuestra falta de empatía en una causa como esta.  La realidad de los mataderos, el trato que se les da a estos seres vivos y el sufrimiento que les provoca, además del enorme uso de agua en la producción de los productos cárnicos, etc. Muchos documentales nos hablan de ello, son verdades incómodas pero necesarias. Si no sabes por dónde empezar, puedes acudir a esta lista:

Cowspiracy (Kip Andersen, Keegan Kuhn, 2014)

Un buen proyecto como punto de partida para replantearnos la situación. Kip Andersen es el protagonista de este documental, donde se muestra la fuerte relación de la actividad ganadera y el consumo de carne con el medioambiente. Tema central: la búsqueda de una solución a la situación actual y la confrontación con determinados problemas que no se muestran en los medios ni en las noticias. Greenpeace o Sierra Club son algunas de las organizaciones que se investigan durante el documental.

Before the flood (Fisher Stevens, 2016)

https://www.youtube.com/watch?v=IEqBduQIx-Q

Detenerse y pensar. Pensar y actuar. A eso es a lo que nos invita Leonardo DiCaprio en este documental. Cada persona debe hacerlo a su ritmo y manera. Es posible, hay múltiples opciones por las que empezar el cambio, un cambio que es necesario en este mismo momento.

What the Health (Kip Andersen, Keegan Kuhn, 2017)

Secuela de Cowspiracy. En este caso, Kip Andersen, pone en duda la dieta occidental y su impacto en nuestra salud. Todo ello acompañado de opiniones médicas e investigación sobre las grandes organizaciones de la salud. Comparaciones no siempre acertadas y un tono sensacionalista, hacen a este autor  en concreto, recibir ciertas críticas en la red. Por otro lado, no podemos evitar la realidad de muchos de los datos mostrados. Ambos documentales se pueden ver en Netflix.

Forks over knives (Lee Fulkerson, 2011)

Cáncer, sobrepeso, crisis cardíacas y otras enfermedades cardio-vasculares van en aumento con el paso del tiempo, representando ampliamente las principales causas de muerte en nuestros países industrializados. Los doctores Colin Campbell y Caldwell Esselstyn, nutricionista científico y cirujano respectivamente realizan un experimento donde analizan la la importancia y relación de la comida en nuestra vida, cotidianidad y tradiciones. Nos muestran cómo la mayoría de estos problemas que nosotros sufrimos,  son desconocidos en los países donde los productos animales no son la base de la alimentación.

Earthlings (Shaun Monson, 2005)

Imágenes lo suficientemente explícitas para mostrar el dolor, los diferentes ámbitos en los que se trafica con animales, se les maltrata y asesina con el fin del beneficio propio del ser humano. Mascotas, alimento, vestimenta, entretenimiento y experimentación. El largometraje consiste en exponer el día a día de las prácticas de algunas de las más grandes industrias del mundo mediante cámaras ocultas. La pregunta que nos aborda durante todo su visionado es: ¿Hasta dónde hemos llegado como especie? Como dijo Paul McCartney en una ocasión: “si los mataderos tuvieran paredes de cristal todo el mundo sería vegetariano”.