Muralismo en Aluche y en la ciudad

Muralismo en Aluche.
Muralismo en Aluche.

Desde la última mitad del pasado siglo se ha extendido el uso del spray como medio de expresión sobre el muro, de todas las modalidades de su uso, hoy nos centramos en el mural.

En el barrio de Aluche, en el año 2012, Aluche Graffiti nace como negocio con la idea de facilitar material de pintura y complementos a todo tipo de creadores del entorno del graffiti. Se da la circunstancia de que Aluche es mi barrio y uno de los principales escenarios del uso del spray en Madrid.

La necesidad de expresarse usando el muro como lienzo, el spray como herramienta y el barrio, la ciudad, como escenario nace en el creador; en paralelo el vecino se convierte en espectador y a consecuencia de ello en ocasiones es quien encarga el mural.

Todos los murales, tanto los creados de manera espontánea en lugares de menos visibilidad como los hechos por encargo, nacen con la idea de mejorar el aspecto del muro, dotarlo de personalidad e incluso dar alegría a cerramientos monótonos y estándar. También se da, en el caso de los encargos, la intención de preservarlos de otro tipo de graffiti.

La inmensa producción a lo largo de todos estos años ha provocado que la visión del muro pintado con spray haya ido evolucionando, de considerarse vandalismo por estar ejecutado sin permiso a considerarse una demostración artística, hasta el punto de que además de los particulares, comerciantes o colectivos, las administraciones se han convertido en consumidoras del muralismo y tanto encargan la producción de murales como organizan eventos basados en el mismo.

Por todo lo dicho, el muralismo esta muy presente en Madrid y en particular en el barrio de Aluche, el hecho de que se  produzca en el espacio público y muchas veces a voluntad del propio creador genera polémica, que el mismo acto pueda ser considerado vandalismo o arte genera controversia, también el arte que se expone en museos y galerías ocasiona debate. Al fin es una actividad presente en nuestro día a día que a mí me alegra la existencia, que cada cual haga su valoración.

Texto de: Ámparo Santamaría