Nokton Magazine - Revista cultural

Mechanismo sale de las trincheras con ‘The forlorn hope’

The forlorn hope (2016), el título del primer largo de Mechanismo, no solo significa algo parecido a “leve esperanza”. También es el nombre con el que se designaba a las avanzadillas de soldados que se prestaban voluntarios para las misiones de alto riesgo, las que se dirían casi suicidas. Sebastian Maharg, bajo y voz de la formación, ve una analogía entre esas avanzadillas y el espíritu de reto que presentaba este disco.

“Estábamos en el momento de saltar de las trincheras y atacar, por fin, en campo abierto. Va con el espíritu de cómo se hizo el álbum y lo sentimos”, cuenta por teléfono a Nokton Magazine. Y es que la de Mechanismo ha sido una ópera prima muy meditada, que llega seis años, dos singles y un EP después de la fundación de la banda. Aunque, si por ellos fuera, cuenta Maharg, “hubiera salido mucho antes”.

El músico está de acuerdo con todos aquellos que ya han dicho que suenan muy distinto a lo que se está haciendo en el resto de la escena independiente española: un pop-rock de melancolía depurada, algo británica, que nos traslada a hace un par de décadas, o más. “Somos muy muy fans de la producción de Radiohead, The Beatles, de los sonidos de los noventa y del gusto por cantar a dos voces, como Crowded House y The Everly Brothers, que también es marca de la casa”, cita.

“Cantar a pleno pulmón es una cosa que me encanta, pero que no se hace mucho en España”, dice el cantante, que lamenta que en tantos conciertos a los que va la voz se convierta en algo secundario. Él defiende que “tiene que ir delante, como una apisonadora”. Para Maharg, la diferencia de Mechanismo con el resto estriba fundamentalmente en que lo que busca es “conectar emocionalmente con el oyente”.

El inusual proceso de grabación, con dos productores distintos -Charlie Bautista y Manuel Cabezalí– y por tandas, ha marcado el resultado. “Suelo arreglar bastante las maquetas. Cuando vas al estudio sabes que el tiempo es oro, que apenas hay margen porque se te acaba el día y el taxímetro está puesto. Pero con Charlie y Manuel aprendí a dejar un poquito de margen, a dejarme sorprender en los momentos especiales de la grabación”, recuerda.

La portada de ‘The forlorn hope’.

Las reminiscencias bélicas no solo aparecen en el título de The forlorn hope; no hay más que echar un vistazo a la portada del disco. “Todo el arte tiene que ver con el universo de la I Guerra mundial y la propaganda de aquella época, que estéticamente resultó muy interesante”. El libreto, en el que ha intervenido la diseñadora Malena Merlina, es como un álbum de recortes, en el que las letras aparecen en forma de telegramas o de cartas, escritas con el puño y letra del propio Maharg, que no quería quedarse solo “en una portada bonita”. “Tenía que decir y provocar algo más, como las canciones”, explica, que, aunque no tienen que ver, en principio, con ninguna guerra, “sí hablan de temas a los que nos enfrentamos todos, como la soledad, la superación, el desamor…”

Detalle del arte del disco.

El sonido de Mechanismo también bebe del bagaje del propio Maharg, de ascendencia hispano-escocesa y criado en Chicago. “Mi ADN viene de ahí y se escucha en la música”, indica. “Ya en el high school tenía mi propio grupo, y esa curva de aprendizaje fue fundamental a la hora de empezar. En ese sentido, todo era mucho más fácil para que alguien de mi edad se iniciase en la música en Estados Unidos que en España, donde hay tan pocos locales de ensayo y son tan caros”, explica.

Aunque cree que la venta online puede haber cambiado las cosas, a Maharg también le sorprendió, cuando llegó hace 14 años a Madrid, ver cómo en tantas tiendas de música españolas tocar los instrumentos suponía casi una afrenta. “En Estados Unidos cogía la guitarra que me daba la gana y la tocaba el tiempo que quería, para ellos eso suponía hacer negocio, pero aquí era como si te estuvieran haciendo un favor”, recuerda. Ojo, que nadie piense que no le gusta la capital: “soy madrileño de adopción, me parece muy guay que no tenga esa exclusividad que sí te encuentras en otras ciudades”. Y será en su ciudad adoptiva, en la sala Boite, cuando, el próximo 28 de abril, Mechanismo presentará en directo The forlorn hope.

Manuela Astasio

El periodismo cultural es ese novio que, aunque no tiene un duro, es tremendamente divertido. Yo tampoco tengo un duro, pero espero contribuir a vuestra diversión.

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