Nokton Magazine - Revista cultural
Joaquín animando a Nadal en pijama, Demi Lovato portentosa en el Día de la Celulitis, encuadres engañosos y cada vez más censura. Instagram no es perfecto aunque sus usuarios pretendan serlo y marcas, famosos, gatetes y Rosalía no son suficiente para quienes le piden algo más a la vida. Por suerte, otro tipo de perfiles proliferan para que esas almas inconformistas puedan malgastar su tiempo haciendo scroll en el móvil como un humano cualquiera.
No podemos hablar de un submundo, ni siquiera de perfiles outsider: los caminos de Instagram son inescrutables y no tenemos intención de perdernos por ellos. Las cuentas que proponemos aquí son solo la constatación de que en el universo ‘instragrameable’ también se puede elegir de entre la mierda, lo mejor. Aviso: si no te va la ironía, te incomoda algún tipo de humor y has ido a misa hace menos de dos horas, quizás debas limitarte a las stories de las Kardashian.
«POPlitically incorrect», la descripción de su bio, lo dice todo sobre este perfil que debería ser ya una sección fija en el New York Times. En él y bajo el pseudónimo Saint Hoax publica un artista y activista sirio que mezcla cultura pop y política internacional. El resultado, una bofetada de actualidad en la que las princesas Disney se bajan al fango y la sátira se te pega como un chicle.
Mientras la mayoría se contorsiona para demostrar en Instagram que sus vidas merecen la pena cada segundo del día, algunos perfiles sirven como refugio de aquellas que hemos tocado fondo. El bajonazo de toda la vida, contado a través de los cómics de diferentes autores y, por si fuera poco, con orgullo y hasta regodeo. Elige tu viñeta y échate a llorar de gusto.
La incomodidad que nos devuelve el espejo antes del primer café del día o después de una noche de excesos es la misma que rezuman las ‘2fotos’ de esta cuenta de Instagram, quizás la más lúcida de todas. Dos fotos, dos composiciones (sin ser taxativos) que se enfrentan, se complementan, se restan, se suman y se destruyen para construirse. Genialidad apoyada en política, deportes, cultura y un archivo fotográfico inagotable que no se deja nada por rascar.
Como el que asigna un NIF a los carnet de identidad o le pone la talla a las etiquetas de Zara, la directora de arte italiana Isabella Montan necesita darle un color y un tono a todo lo que le rodea. En su cuenta de Instagram Pantop, Childish Gambino flota en un gris violento, Diana de Gales sigue brillando en amarillo y un blanco humo impenetrable esconde la Amazonia ardiendo. En la red todo depende del pantone con que se mire.
No ha nacido el chiste que pueda gustarle a todo el mundo. Este perfil no promete encontrarlo, en ocasiones incluso patina en su búsqueda, pero solo por algunas joyas (como esta) merece la pena visitarlo y perder la vista y el sentido común por su laberinto de tipologías imposibles.
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