Nokton Magazine - Revista cultural
No es algo excesivo decir que las series que se están produciendo ahora están al nivel, o muy por encima, de las películas proyectadas en los cines. Grandes directores y directoras y guionistas se suman a las producciones seriadas para grabar episodios magistrales. Pero no solamente en la pequeña pantalla podemos ver capítulos firmados por primeras espadas.
Hace ya años que en la época de más gastos y compras (por no decir consumista) algunos de los nombres con más brillo del séptimo arte prestan sus servicios en pos de las marcas para crear anuncios que no dejen indiferente a nadie. Vicios y virtudes estéticos y temáticos de directoras y directores de cine puestos al servicio de la venta y ayudando a que, si nos tragamos la publicidad en los descansos de la peli de turno navideño, lo que veamos al menos sea bonito. Nota para lectores patrios: en España es inevitable que se nos repitan marcas como las del cava de burbujas personificadas en dorado y aquella empresa de jamón cocido, chorizos y fuets a la que, tristemente, se les quemó la fábrica hace poco.
Hay quien dice que es uno de los directores más importantes de su generación. El trabajo de Scorsese suele centrarse en temas de la vida de la comunidad italoamericana en Estados Unidos, pero si algo tiene un peso específico en su cine es la música… Quizás por eso el cava navideño venga mecido por las notas de una orquesta en su propuesta de anuncio navideño.
Aunque en sus películas siempre debería aparecer Bill Murray, a veces el cineasta tejano prescinde de él y en sus escenarios teatrales bien fríos coloca a otros de sus actores fetiches (en este caso el sutil bigote y la delgadez elegante de Adrien Brody). Pero faltaría más, jamás de los jamases perderá la simetría. ¿Más información sobre su cine? Ya hablamos de ello en su momento.
Tener un Premio Óscar español dirigiendo un buen anuncio navideño no es moco de pavo, tampoco de pavo asado. En esta ocasión trabajó sobre seguro y tiró de la actriz con la que ya había colaborado, la fría y blanca Nicole Kidman, para vendernos las ventas de diciembre de esos grandes almacenes que traen el Cortilandia cada año a nuestras calles.
Nos hizo llorar y enternecernos con la historia de Solas, su primera película con la que descubrió para muchos a los grandísimos María Galiana y Carlos Álvarez-Novoa. Y cuando se quemó la fábrica burgalesa de ese jamón cocido tan famoso, su sensibilidad se puso al servicio de una historia hecha anuncio en la que daba cabida a todos los que alguna vez hemos acabado «quemados», y recordarnos que no estamos solos.
Pero es que ya antes los del embutido nos habían buscado tocar la fibra sensible «en estas fechas tan señaladas». La directora madrileña enfocó su historia en torno a todo lo que hemos conseguido y por lo que sentirnos orgullosos. Historias a pie de calle y con mucha piel, como estamos acostumbrados a ver en sus largometrajes.
Hace tres años que perdimos a este director barcelonés, un hombre al que claramente le gustaban los placeres, el erotismo, y de ello dimos buena cuenta en películas carnales, pero también en anuncios en los que fregar la cocina se puede convertir en una actividad de lo más erótica festiva. En este caso es una Sharon Stone la que busca y juguetea con un Antonio Banderas vestido de Papá Noel con cierto punto rijoso por los camarotes sorprendentes de un barco.
Foto de Yeray Díaz (cc)
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