‘Sin título’: un onírico y lorquiano viaje

La compañía Grumelot y los alumnos de su curso anual de montaje presentan `Sin Título´ en la VI edición de Surge Madrid 2019. Una experiencia teatral inmersiva que nos acerca a la obra inacabada de Lorca.

¿Cómo se llevaría el olor del mar a una sala de teatro o cómo se inunda de estrellas el patio de butacas? A priori responder a estas preguntas resulta una difícil tarea. Algo tan arduo como, en su momento, debió parecer llevar a escena las obras que componen la denominada Trilogía del teatro imposible de García Lorca. Ni el teatro de la época ni sus espectadores estaban preparados para las innovaciones que el poeta granadino plasmó en El público (1930), Así que pasen cinco años (1931) y Comedia Sin título (obra inacabada). Ahora, Íñigo Rodríguez-Claro y Carlota Gaviño, componentes de la compañía Grumelot, nos regalan en Sin título su particular y libérrimo acercamiento a esta última obra, en un año en el que la ciudad de Madrid celebra el centenario de la llegada del poeta a la Residencia de Estudiantes.

De Comedia sin título sólo existe un primer acto, Lorca fue asesinado antes de poder terminarla. Y solo en esa pequeña muestra de lo que pudo haber sido y no fue, descubrimos un texto lleno de simbolismo en el que el autor rompe con las convenciones del teatro de su tiempo, desdibujando los límites entre realidad y ficción. “Las propuestas que Lorca hace son absolutamente radicales, inesperadas y valientes”, comenta Carlota. “De alguna manera, hemos tratado de entender cuál era la intención original de Lorca al plantear un reto tan enorme al espectador. Nuestro objetivo fue pensar en cuáles serían las fórmulas para generar el mismo nivel de reto en el siglo XXI con espectadores que están acostumbrados a que la ficción se rompa, a que los actores les hablen desde el escenario o a que la cuarta pared se diluya”.

La idea de crear una experiencia vivencial estuvo desde el principio en la mente de los componentes de Grumelot, y las técnicas del teatro inmersivo les resultaron idóneas para tal fin. Con este montaje, por un lado, se busca establecer una gran intimidad con el público, de ahí que se acotara el número de espectadores a 24. Cada uno de ellos pasa a formar parte de la pieza habitando los espacios escénicos junto a los actores. Por otro lado, se persigue la idea de ruptura, “nos parecía que Lorca pedía sacar al teatro del teatro, abrir las puertas, derrumbar los muros. Por eso estamos intentando dinamitar las paredes de la caja negra del teatro”.

Durante varios meses de investigación Carlota e Íñigo trabajaron codo con codo con sus jóvenes y entregados alumnos del segundo año del curso de montaje que imparten en La Escuela Nave 73. El resultado, un profundo y onírico viaje al que es mejor llegar sin apenas información. La estética, muy bien conseguida, ayuda a crear esa sensación de ensoñación que acompaña al espectador hasta el final. Por momentos uno parece encontrarse dentro de la cabeza de un Lorca durmiente mientras se van abriendo distintos e inesperados compartimentos. A veces reina el caos, a veces la quietud. Todo esto en un viaje escénico que cada persona vive de forma distinta y en el que los smartphones y nuestra manera actual de relacionarnos con las nuevas tecnologías juegan un papel importante.

Por encima de las innovaciones narrativas y estéticas, se ha querido guardar fidelidad a lo escrito por Lorca. “La estructura de nuestro montaje responde de alguna manera a la estructura y acontecimientos del texto original”. Un texto que, en palabras de Carlota, fue escrito en un momento de “convulsión política” y que, según la directora y actriz, guarda paralelismos con la actualidad. “Creo que el panorama político es muy violento ahora mismo y el panorama del 35 y 36 también lo era. La obra está escrita con la voluntad de incidir sobre ese panorama». Un contexto político y social que «acabó llevando a la ruptura y a la guerra”.

El montaje “ha supuesto en general un desafío y un regalo de confianza por parte de Íñigo y Carlota. Confiaron mucho en el elenco, en la capacidad de organizarnos nosotros mismos”, comenta Carlos Pulpón, uno de los actores de Sin Título. Él, junto a sus compañeros de reparto, le rinden en todo el montaje un emotivo homenaje a Lorca y a su amor hacia el teatro. Hay una escena especialmente emotiva que se convierte en un auténtico canto posdramático a su memoria y a la barbarie de la que fue víctima. Aunque mejor no desvelar detalles. Hay que ir y experimentar. Cada uno es libre de decidir: resguardarse o no en el teatro mientras afuera estalla la revolución.

Sin título se puede disfrutar en Nave 73 el miércoles 15 y el jueves 16 dentro de la VI muestra de creación escénica Surge Madrid 2019, organizada por la Comunidad de Madrid y las Salas madrileñas. Hay dos pases: a las 18:00 y a las 20:30. Aviso importante: ¡Se requiere llevar a la función los móviles bien cargados de batería!

Fotos: Dani Jaén. @danijaen.foto