La seducción entre la cámara y el pincel

'Seducidos por el arte' recorre las inspiraciones y dualidades entre pintura y fotografía.

La fotografía es una constante en la programación de museos y galerías de arte,- pero en sus inicios se vio obligada a buscar su hueco en estas salas, ¿cómo? intentando adaptarse a los cánones impuestos por la pintura y la escultura. Con el tiempo el espectador fue ampliando sus intereses. Este diálogo entre pintura y fotografía es el que ocupa actualmente CaixaForum en la exposición Seducidos por el arte. Pasado y presente de la fotografía.

Como designase Walter Benjamin en sus teorías sobre la reproductibilidad técnica del arte, las obras se secularizan gracias a la técnica. En relación a este eje se observan algunas de las piezas mostradas en la exposición. Karen Knorr recoge una estancia del Victoria and Albert Museum captando obras y visitantes, mientras Thomas Struth fotografió al público admirando La duda de Santo Tomás de Cima da Conegliano. Más allá del fuerte atractivo de la propia reproducción del arte que puede ofrecer la fotografía, que también se ha transformado en único formato perdurable de performance o instalaciones, Seducidos por el arte revisita en la fotografía todos los campos de la pintura.Keep them Sweet 2010

La trayectoria para el visitante comienza con un nombre propio, Eugène Delacroix, a través de diferentes capturas creadas a partir de sus pinturas. Jeff Wakk lo hace con La habitación destruida y junto a él Villot o Durieu. El gran tamaño y el fuerte contraste cromático de estas fotografías, sobre el fondo marrón que tiñe todas las salas, se sentirá como un torbellino ante la comparativa de las pequeñas obras en blanco y negro de los siglos XVIII y XIX que se van alternando en las paredes.

Al igual que la pintura pudo expandirse de la mano de la Iglesia, la fotografía también ha buscado transformar estas imágenes: entre las presentadas destaca la revisión de La riqueza que Maisie Broadhead consiguió haciendo que una modelo posase en la misma posición que la virgen pintada por Simon Vouet. Junto a la religión, otro gran pilar de la historia, la guerra. Aquí se torna solitaria en la obra de Jose Manuel Ballester, que ya afirmaba en una entrevista para elcultural.es que «el Photoshop es un tratado de pintura actualizado», lo demuestra borrando digitalmente a las víctimas y al pelotón de El 3 de mayo de 1808 de Goya, de la que exclusivamente deja el escenario. Tierra y luz para mostrar cómo la pintura puede ser totalmente amasada a través de la fotografía y el avance técnico.

El retrato se muestra como uno de los puntos de inflexión en los comienzos de la historia de la fotografía por su carácter de utilidad. Es así uno de los temas que más conserva de la propia pintura; posturas, escena, objetos que determinen la clase social del retratado… destacan en esta muestra los de Tina Barney sobre familias acomodadas de Estados Unidos, que también se sirven del propio arte mostrando atentamente los cuadros que cuelgan en las paredes de los retratados.

Así, el cuerpo y su relación con la escultura, el paisaje como fuente fotográfica o el bodegón, en principio usado como ejercicio para perfeccionar la fotografía y que se ha transformado en una de sus esencias especialmente si atendemos a la fotografía publicitaria o de moda, completan este recorrido por las inspiraciones, dualidades y diálogos de la pintura y la fotografía.

‘Seducidos por el arte’ permanecerá en CaixaForum Madrid (Paseo del Prado, 36) hasta el 15 de septiembre de lunes a domingo en horario de 10:00 a 20:00h. Organizada junto a la National Gallery ya ha sido exhibida en Londres y Barcelona e incluye 130 obras. La entrada, conjunta a todas las exposiciones del espacio, es de 4 euros (gratuita para clientes de La Caixa).

 

Fotos: Jeff Wall / Maisie Broadhead