Alain Bainée es francés, instalado en España desde principios de los 90, con una trayectoria de más de 20 años de carrera, ha trabajado como director artístico con Pedro Almodovar (Kika), más adelante con Woody Allen (Vicky Cristina, Barcelona) o Brad Anderson (El Maquinista), entre otros. Su trabajo con Pablo Berger en Blancanieves supuso como reto el mantener la magia del cuento, la fantasía y fusionarla con la realidad de un país. Reto conseguido y recompensado con un Goya a la Mejor Dirección artística. Hoy es uno de los miembros del jurado del Festival de Cinespaña en la competición oficial de largometrajes. Desde Nokton Magazine agradecemos su tiempo por contestar a nuestras preguntas, su inmensa sonrisa y toda la luz que trae al cine español.
Nokton Magazine: Me gustaría que me hablaras de tu profesión. Existen varias denominaciones “Director artístico”, “Jefe decorador” y he leído en alguna entrevista que te han realizado que tu hablas de un trabajo de “conceptualización de la imagen”. ¿Qué es exactamente?
Alain Bainee: Sí. A la hora de denominarme es verdad que aunque sea un poco cogerlo desde el mundo anglosajón siempre intento denominarme “Diseñador de producción” porque siempre pongo nuestro trabajo, no en el simple hecho de ser decoradores o arquitectos de interiores, de resolver la parte decorativa de la película, pero sobre todo en diseñar todo el concepto visual de una película. Por eso insisto mucho también en eso, y cuando doy clases a estudiantes que se quieren dedicar a esto, les digo que nosotros no somos arquitectos de interiores del cine. Por supuesto tenemos que ser sensibles a todo el mundo de la decoración, pero lo que hacemos es diseñar la imagen de la película.
Nosotros, los directores de arte o diseñadores de producción somos los primeros en empezar con la película. Se empieza cuando se pone en marcha la máquina, somos los que más tiempo tenemos y los que, con el director, empezamos a pensar si la decoración va a ir de una manera u otra. Pensamos globalmente en qué imagen o qué emoción queremos transmitir. Después se concreta en cosas muy materiales, pero antes de todo hablamos más de la imagen, del concepto visual de la película y es ahí dónde yo creo que nuestra labor es fundamental.
N.M: ¿Trabajas principalmente con el director, traduciendo su universo a nivel visual, haciendo propuestas?
A. B: Los directores a menudo escriben, y no llegan a ese momento de empezar a preparar la película. La entienden literalmente en su cabeza, saben qué quieren transmitir emocionalmente. Nosotros somos artesanos de la imagen y a la gente le cuesta mucho visualizar. Somos esa especie de intérprete que coge las ideas, la emoción, esos sentimientos y los convierte en imágenes.
N.M: ¿Tienes algún referente, fuente de influencia o de admiración a la hora de trabajar?
A.B: Yo me inspiro en general en los fotógrafos. Mi mayor fuente de inspiración siempre son los fotógrafos más que otros arquitectos u otros directores de arte. Por supuesto hay referencias de otras películas, estamos bombardeados de imágenes y me sirven de referente: por ejemplo “Esto podríamos llevarlo como la de los hermanos Coen”, por decirte algo. Pero para mí, donde más indago y los primeros libros que abro para inspirarme, siempre son los de fotógrafos.
N.M: ¿Podrías hacernos un adelanto de tus futuros proyectos?
A.B: Ya empecé hace dos años con la preparación y las localizaciones de una película pero ha tardado en financiarse. Es el nuevo proyecto de Isabel Coixet, Nadie quiere la noche, es muy bonita, situada a principios del siglo XX.
N.M: ¿Cómo ves el futuro del cine español en estos momentos? Ya sé que es una pregunta complicada…
A.B: Complicado. Espero que salgamos rápidamente de este agujero en el cuál nos han/ hemos metido, no sé exactamente….yo, por ejemplo, tengo la suerte, (además cuando he visto un poco lo que estaba pasando) de estar en co-producciones. En nuestras posiciones hay que ampliar el abanico. Si te quedas en lo nacional-nacional, no está la cosa muy bien, de hecho está muy mal pero yo confío mucho es España. Soy francés pero vivo en España, y tengo el carácter muy español. Si hay una cosa que nos salva a los españoles es que somos capaces de renacer muy deprisa de los problemas. Antes se traumatizaba más en los momentos oscuros. El español tiene más herramientas de supervivencia. Espero que pase algo porque ahora mismo es terrible, hay un antes y un después. Y lo que está pasando ahora es grave.
N.M: ¿Como miembro del jurado en Cinespaña, sé que no puedes comentar mucho, pero cuáles son tus impresiones del festival?
A.B: Bien, en Toulouse hay mucho dinamismo, el festival está muy vivo, sobretodo porque hay muchas ganas. Hay una voluntad de conseguir este festival, que es un festival menor pero importante en Francia para España porque representa el cine español y se nota la influencia española. Hay un ambiente de mucho ímpetu y mucha pasión, y eso es bonito.
N.M: ¿Si pudieras pedirle tres deseos al cine cuáles serían?
A.B: Que vuelva a ser muy fuerte, muy fuerte y autoproclamarse de nuevo el gran cine español. Que en ese futuro de co-producción se haga más global. Ya está en camino pero que se coproduzca en todos los lados, que no se haga tanto de país a país. Y que lo sigamos disfrutando mucho, que los espectadores vuelvan a las salas y que el IVA sea del 0%.
Fotos: Bana Pérez / Jean-Jaques Ader
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