Nokton Magazine - Revista cultural
Se va a negro y comienzan los colores a bailar en tu mente mientras escuchas una voz dibujar un cuadro con palabras. Ese es el momento más impactante del teaser del nuevo documental Pintando Negro de Primavera Ruiz (directora de producción del corto español nominado a los Oscar Aquel no era yo) y el punto de inflexión que cambió la vida de Ataúlfo Casado (Ata para los amigos) para siempre. Ataúlfo nació en 1948 y empezó a pintar desde muy joven, con sólo 14 años consigue ser copista acreditado de El Prado. «En esa época el copista más joven no tenía menos de 50 años», asegura con una sonrisa.
Ata sonríe y no para de hacerlo en toda la entrevista. Sonríe mientras recuerda a su maestro que le enseñó a observar los colores y que le ayudó a despegar en su carrera. Quizás por eso se empeña en ayudar a quien se cruce en su camino, por todos aquellos que le ayudaron. «Las personas somos como árboles que florecen en primavera y se apagan en otoño. Yo quiero ser abono, abono para los árboles de la siguiente estación».
Pero un día todos estos colores se apagaron. Ata recuerda haber mirado el reloj de su muñeca, haber levantado la vista y verlo todo borroso. «Se me rompieron los ojos«. Y estuvo 10 años sin coger un pincel hasta que decidió llamar a un amigo y pedirle que le comprara un lienzo, pinturas… desde entonces, no ha vuelto a dejar de pintar.
Su estilo ha evolucionado marcado por las vanguardias expresionista, fauvista e impresionista. Hoy a sus 65 años tiene un estilo de una fuerte abstracción con realidad figurativa.
Para ver a Ata en acción aún habrá que esperar un poco. El documental está en fase de montaje y esperan presentarlo después del verano. Para admirar su obra basta con pasarse por Angelika en La Latina. Durante un mes aproximadamente tendrá expuesta su obra y podéis comprar alguna pintura.
También él ha evolucionado. Ata habla de doblarse pero no troncharse, conoce sus limitaciones. Sabe que no puede pintar figuras humanas ni pliegues de ropa pero sí puede pintar el paisaje y los colores de la naturaleza. Y conoce su enfermedad, sabe que no podrá seguir pintando por mucho tiempo. Sus piernas ya le fallan, pero piensa seguir pintando hasta el final. Por que Ata pinta para hacer feliz a los demás y eso le hace ser feliz a él mismo.
Termino la entrevista y me siento distinta. Salgo a la calle y ahí están, me acompañan, los colores de Ata.
Fotos: Kike González
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