Nokton Magazine - Revista cultural
“Madrid parece muy moderna, pero Madrid no es moderna”; esta frase del personaje de Belén Cuesta en la última película de Paco León, Kiki, el amor se hace, se podría extrapolar al resto de España y del mundo. En pleno siglo XXI todavía existen un montón de prejuicios alrededor de la sexualidad que, en muchos casos, provocan que ciertas parafilias y fetiches sean inconfesables.
El director de las exitosas e inesperadas Carmina y revienta y Carmina y amén, intentando desmontar tabúes a través del humor, nos sorprende con un acercamiento fresco y divertido a diversas desviaciones sexuales como la dacrifilia o la harpaxofilia. El reparto del que se rodea está lleno de caras conocidas y en él no sólo destacan las parejas protagonistas, sino también personajes secundarios como el encarnado por Maite Sandoval –actriz de amplia experiencia en teatro, cine y televisión–, cuya breve, pero muy cómica aparición, ha derivado en un spin-off teatral de 15 minutos, Kiki Kagaseya, que se puede ver en la sala Microteatro Por Dinero de Madrid. En Nokton Magazine nos citamos con ella en una cafetería madrileña y, entre sorbos de café, conversamos sobre su trayectoria artística, su relación con el director sevillano y, por supuesto, sobre el micro-kiki.
El monólogo de la película lo crearon conjuntamente Paco León y Maite, que contó con mucha libertad a la hora de hacerlo suyo. “Investigué mi parte sobre todo para poder improvisar, crear la atmósfera del personaje, de cómo se había enterado del tema de la hija”. A la hora de rodar “no fijé nada, no lo memoricé, tenía esa información en el subconsciente – una mezcla de su creación y de las indicaciones del director –. Rodamos varias tomas de unos 12 minutos y cada vez salían cosas nuevas”. Y ya se sabe, lo bueno si breve dos veces bueno. Su momento en la película no tardó en generar interés. “La gente empezó a decirle a Paco que se quedaba con ganas de más… se convirtió en algo que la gente recuerda”, y de ahí la idea de llevarlo a Microteatro Por Dinero.
A Paco y a Maite los une una gran amistad y la actriz no duda en elogiarlo. Siempre “ha tenido esa capacidad de comunicador brillante, tiene ese carácter súper positivo, él se cayó en la marmita de la poción mágica de cómo se tiene que vivir la vida, no sólo tiene un talento profesional, también vital”. Por lo que nos cuenta Maite, la positividad se la lleva también a los rodajes, donde le gusta rodearse de actores “que sean creativos, que tengan capacidad de escritura, improvisación y que compartan su sentido del humor”. Tal cual nos lo describe el rodaje fue muy divertido. Por si fuera poco, le tocó compartir escena con un grande del clown, Luis Bermejo, cuyo personaje permanece atónito ante el relato de la pintoresca historia de la hija de María Teresa. “Es una persona excelente y un actor muy generoso… animaba mucho ver que su respuesta en cuanto cortábamos era partirse de risa”.
Kiki, el amor se hace, al tratarse de un encargo, se presenta como el proyecto menos personal en la carrera de Paco León. La película es un remake de The Little Death, cinta australiana dirigida por Josh Lawson, aunque el sevillano la hace suya. “Me gustó la película original, pero tiene un humor más seco desde mi punto de vista”. La versión que nos ocupa “es más primaveral, más cálida, más lúdica”. Un film que cuenta con lo que Maite denomina como “el ritmo Paco”. Él “no tiene una urgencia académica, está al servicio de lo que cuenta, y de lo que le gusta”.
El espíritu lúdico de Kiki, el amor se hace, resurge en cada pase de su spin-off en Microteatro Por Dinero, donde el público se sigue quedando con ganas de más. Está siendo “una experiencia muy bonita”, afirma Maite y, también, un reto. Paco León le pidió que intentara borrar su experiencia teatral de la memoria para que se pudiese empapar del momento presente, de lo que acontecía en la sala. Al tener al público tan cerca y de la manera en la que se escenifica la pieza siempre se vive alguna que otra anécdota graciosa.
Desde muy joven la vida ha ido llevando a Maite por el camino de la interpretación casi sin proponérselo –las obras del colegio, los espectáculos de calle junto a un amor adolescente… –“Siempre digo que las cosas me han pasado porque me he ido enamorando, no tengo la sensación de haber tomado decisiones”, comenta entre risas. Pero sí las tomó, seguramente muchas, entre ellas la de matricularse en el ya desaparecido Instituto del Teatro de Sevilla donde conoció a Paco León, a Pepe Quero y Paco Tous – con los que formó la compañía teatral Los Ulen– y, por supuesto, a su maestro Friedhelm Grübe, también conocido como el payaso Fli. De él aprendió muchas cosas, pero sobre todo “que la interpretación es puro juego, si no, no sale”.
A nadie le sonará extraño escuchar que para ningún oficio se nace aprendido. Es una…
Isabel Romero Casas es la autora de la novela histórica El eco de mi nombre,…
Cada día son más quienes buscan que sus teléfonos móviles se limiten a llamadas, un…
Hablamos con el premiado escritor Marco Missiroli que acaba de publicar 'Tenerlo todo'.
Cuenta el escritor bilbaíno Fernando García Pañeda que una vez le dijeron a Vargas Llosa…
Sí, has leído bien. Los hijos de justo, la ópera prima del escritor Fran Ortega,…