Nokton Magazine - Revista cultural
Si hablamos de folk y de La Mancha, habrá quien se ponga a pensar en mayos y bandurrias. En cambio, pese a juntar ambos términos en su título, La Granja va más bien de conciertos acústicos, alpacas de paja y camisas de cuadros. Nuestro festival favorito de rock, folk y country en español vuelve este 7 de junio a Daimiel con Jero Romero, Tulsa, Dixie Town y Midnite Special en el cartel, y hemos aprovechado para hablar con sus organizadores, el equipo de La Casa con Ruedas, sobre el folk en estos tiempos de cólera.
“El que quiera ir a la playa y, de paso, ver un festi, mejor que vaya a otro sitio”, advierte Miguel Ángel, aunque recuerda la cercanía del festival al parque natural de Las Tablas de Daimiel, “un oasis en mitad de la agreste planicie de la meseta manchega, que ofrece un espectáculo visual increíble”.
El caso es que el folk vuelve a ser tendencia. No solo lo decimos por las camisas de paño, los vestidos de flores, las estudiadamente desaliñadas barbas y las trenzas; también hablamos de A propósito de Llewyn Davis, el acercamiento cinematográfico de los hermanos Coen a la música de raíces americana en los sesenta; y de esa ola de chicas españolas –Russian Red, Anni B Sweet– que hace poco agarraron sus guitarras y sus voces y se convirtieron en iconos de la moda y la música nacional.
Y también nos referimos, por supuesto, a esa apremiante necesidad de canción protesta que parece transmitirnos la realidad diaria, que, como cita David Gómez, otro de los organizadores del festival, tiñe las publicaciones recientes de artistas como Nacho Vegas o Vetusta Morla.
Pero en La Mancha el folk siempre ha estado presente, cuentan desde La Granja. David cree que el páramo es “un lugar idóneo para vivir la experiencia mágica de la música en directo”, pese al turismo de sol y playa que monopoliza el cartel festivalero nacional. Y Miguel Ángel recuerda que «en La Mancha hace 50 años no había mucho más que hacer aparte de trabajar en el campo, cantar y beber vino” (pocas cosas existen más folk que eso). Pero, como aclara María, “aunque en La Mancha hay mucho folk, no es con el que juega el festival”. El folk manchego es, más bien, recuerda, “aquel que canta eso de Mi madre me da de palos/porque quiero a un segaor/y al son de los palos digo/¡Ay! Que me muero de amor«.
Cada uno de los componentes del equipo que organiza el festival, cuenta, tiene sus propios gustos musicales, pero todos coinciden en una serie de influencias cuyo nexo común es este género, “ya sea de influencia anglosajona o de la fusión con otras manifestaciones de nuestro país que también son folk”. De hecho, María juega a imaginar una mezcla de ambos estilos –el de mi madre me da palos porque quiero a un segaor y el de los banjos y las camisas de cuadros- en el cartel de La Granja. “Podría ser algo más que interesante, y no hablo en broma”, asegura.
Feliz Granja a todos.
Recuerda la anterior edición de La Granja en La Granja Festival 2013: el merecido fin de fiesta.
Fotos: La Granja Festival / Manuela Astasio / aNeLiM (cc)
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