Nokton Magazine - Revista cultural

Crumb, el arte de ennoblecer al sándwich

Dicen que su nombre se atribuye a John Montagu, cuarto conde de Sándwich, “de quien se cuenta que se alimentó de esta clase de comida para no abandonar una partida de cartas”. Así lo explica la RAE y así nació el sándwich: de una necesidad en un momento de ocio, que luego se convirtió en costumbre y que ha llegado hasta nuestros días en su versión más descuidada. Ahora comemos sándwiches ‘para sobrevivir’ mientras trabajamos o no tenemos tiempo de cocinar, relegando a este emparedado de aristocrático linaje a situaciones de estrés más que de disfrute.

Sándwich de roastbeef.

Por eso son imprescindibles lugares como Crumb, un restaurante que llegó al madrileño barrio de Conde Duque en 2013 para volver a ennoblecer el arte de crear y degustar sándwiches. ¿Y cómo lo hace? Como tiene que ser, apostando por materias primas de calidad y poniendo mucho mimo en la elaboración de los siete bocadillos que ofrece en su carta. Basta con pegar un mordisco a cualquiera de ellos para darse cuenta de que esas delicias no tienen nada que ver con la supervivencia. Son para saborear y relamerse despacio.

Sobre todo con sándwiches como el de ‘guiso de carrilleras de ternera con queso de tetilla D.O. y judía verde crujiente’, el de ‘roastbeef oriental con rúcula, cherry, pepinillos y diyonesa’, o el de ‘sardinas al sumak con tapenade, ensalada de cherry a las hierbas y mayorisa’ [véase el glosario de abajo]. Y, por supuesto, con el esponjoso pan que envuelve a todos estos ingredientes y que elaboran en el propio local con harinas ecológicas y masa madre. Es el elemento básico de su plato principal, por eso lo cuidan y lo destacan hasta en el nombre del restaurante. Crumb significa ‘miga’ en inglés.

Sándwich de sardinas.

La carta se completa con cremas variadas, ensaladas, entrantes (hummus, guacamole, provolone, salmón marinado) y postres caseros. Para beber, cerveza artesana, refrescos y vinos jóvenes. En cuanto al precio, más que razonable si se tiene en cuenta la calidad de la oferta: entre 9 y 11 euros cada sándwich con guarnición de patatas o ensalada y entre 10 y 12 euros el menú del día.

En definitiva, un rincón vintage para olvidar los conservantes del pan bimbo, relajarse y celebrar que hace tres siglos de aquella oportuna partida de cartas en la que Montagu no quiso parar de jugar.

GLOSARIO
Diyonesa: salsa hecha con mayonesa y mostaza de Dijon.
Mayorisa:  mayonesa con harissa, una salsa ligeramente picante mediterránea.
Sumak: especia turca.
Tapenade: pasta de aceitunas, anchoas, alcaparras y aceite típica de la Provenza.

 

Crumb se ubica en la C/ Conde Duque, 8 de Madrid con un precio medio de 15€.

Fotos: cortesía de Crumb.

Alexandra López Navarro

Soy de ese tipo de animales que necesita cultura y periodismo para sobrevivir. Y gracias a Nokton Magazine nunca me muero de hambre.

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