“No tiene demasiada experiencia como directora”, “hay muy pocas cineastas competentes” o “en comparación con los hombres, no hay tantas mujeres jóvenes que sueñen con ser directoras de cine”. Cuando en 2011 Anna Serner se convirtió en la nueva directora general del Swedish Film Institute se encontró con frases de este tipo. Excusas que no hacían más que mermar el potencial talento de las mujeres en la industria cinematográfica de su país. Sentencias inyectadas de testosterona que le cayeron como un jarro de agua fría, pero ante las que supo reaccionar de forma contundente: “basta de hablar y pasemos a la acción”.
Serner supo analizar a conciencia el panorama y enseguida dio con el quid de la cuestión, “no es por la calidad –de las películas realizadas por mujeres- es una cuestión de confianza, no se confía en ellas”. El foco de esta problemática lo puso, y lo sigue poniendo, “sobre el dinero que depende de los productores y distribuidores que no creen que la historia de una mujer pueda ser interesante”.
Su carácter decidido y las certeras iniciativas de equidad y paridad que impulsó lograron que los pesos pesados del cine sueco se agarrasen los pantalones para que no se les cayeran del susto. El tiempo –verdaderamente récord– y las cifras le han dado la razón. “En Suecia tenemos un 50% de representación femenina tanto delante como detrás de las cámaras”, presume esta Valquiria del séptimo arte. Algo realmente meritorio, sobre todo, si lo comparamos con las alarmantes cifras de nuestro país que recoge el informe del 2017 presentado por la Asociación de Mujeres Cineastas y de Medios Audiovisuales (CIMA). Solo el 24% de mujeres participaron en el total de películas que se produjeron ese año frente al 76% de hombres.
Desde el pasado lunes Anna Serner se encuentra en Madrid. Participa como invitada en la segunda edición del Festival Cine por Mujeres donde dio la conferencia Políticas de Igualdad en el Audiovisual Sueco. En Nokton Magazine nos hemos permitido el lujo de robarle unos minutos de su apretada agenda para realizarle unas preguntas.
Nokton Magazine: Desde que llegaste a la dirección del Swedish Film Institute en el 2011, te has convertido en un auténtico referente feminista en el camino a la igualdad, un ejemplo a seguir en muchos países, ¿cómo convives con esa responsabilidad?
Anna Serner: Yo nunca he pensado en mí de esa manera, pero, mayormente, me hace sentir competente… no me siento como un mito, me doy cuenta de que tengo mucho poder por lo tanto puedo hacer cosas, tomar medidas, y estoy segura de que cualquier persona que tenga ese poder y mi misma intención lo podría hacer igualmente, así que lo veo como algo positivo.
NM: En apenas 5 años se ha conseguido la paridad en el cine sueco en tiempo récord, pero ¿todavía quedan cosas por hacer? ¿Cuál es el siguiente paso?
AS: Ahora el siguiente paso sería lograr una continuidad y para ello nos toca seguir trabajando todo el tiempo, los resultados no aparecen por sí solos. Tenemos que ser constantes y cuidadosos con nuestra línea de trabajo, fomentando y proponiéndonos retos y manteniéndonos alerta. Por otro lado, otro objetivo que queremos conseguir es el de poder aspirar a presupuestos más elevados.
Queremos que las mujeres no filmen solo películas artísticas de bajo presupuesto, queremos que sean capaces de hacer cualquier tipo de película. Pero está muy claro, cuanto mayor es el presupuesto, menor es el número de mujeres involucrado.
NM: En el texto de bienvenida del Festival Cine Por Mujeres, escrito por Carlota Álvarez Basso y Diego Mas Trelles (codirectores del festival) se puede leer que la sociología demuestra que es imposible borrar de golpe los cambios sociales integrados en el cuerpo social…pero es verdad que el panorama político global, con la ultraderecha acechando, no es nada alentador para las libertades conseguidas en materia de igualdad ¿lo ves como una auténtica amenaza? ¿Cómo se puede combatir?
AS: Sí, realmente creo que es una gran amenaza. Los partidos de extrema derecha se fortalecen los unos a los otros por toda Europa. En Suecia también están presentes estas fuerzas extremistas que pretende limitar el derecho al aborto entre otras cosas. Debemos concienciarnos y no bajar la guardia, esos poderes existen y si no luchamos contra ellos de diferentes formas podrían llegar a revertir los avances logrados.
NM: ¿Qué les diría a aquellos que opinan que si las mujeres queremos verdadera igualdad en cualquier ámbito laboral no necesitamos ni cuotas ni ayudas? He llegado incluso a leer que el feminismo con su sistema de cuotas será el fin de la meritocracia.
AS: Les diría que es obvio que, actualmente, la meritocracia no existe. A las mujeres se las excluye y hay muchas pruebas que demuestran este hecho, así que considero sinceramente que esas afirmaciones no son más que disparates. Creo que todos somos conscientes de que las mujeres son tan capaces como los hombres de contar historias de forma atractiva, lo estamos viendo a través de la cinematografía sueca y, también, de las industrias fílmicas de todo el mundo.
NM: Llegar a hablar de cine, de arte o de derechos sin tener que referirse al género ¿sería el mayor de los logros?
AS: Si, pasará cuando todos podamos ser realmente nosotros mismos.
NM: ¿Crees que eso será posible?
AS: Creo que sí, pero vamos a tener que esperar unas pocas generaciones.
NM: Cada vez la juventud está más concienciada e involucrada con las cuestiones de género y el movimiento feminista…
AS: Sí, como yo. Sólo hay que seguir, así que ¡continuemos!
