Nokton Magazine - Revista cultural
Alberto Anaut (Madrid, 1982, licenciado en Jazz y también en Comunicación Audiovisual) está tranquilo, porque sabe que ya tiene, al menos, a 140 personas de su parte. Así lo demuestra su primer disco, 140, que debe su título al número de aportaciones que recibió para financiarlo a través de una campaña de eso que aún es noticia: el crowdfunding o micromecenazgo. 10 canciones en clave blues, soul, jazz y pop que el madrileño presenta este jueves 6 de junio en la sala Caracol.
De repente, todo encajó y supo que había un lenguaje, una música, que él hablaba desde niño. Más allá de que sus amigos le apodasen ‘Bocina’ –“tenía la voz como si tuviera vegetaciones”, cuenta- Alberto canta y toca como lo que ha oído durante toda su vida. Ese es el lenguaje de este 140, donde está la calma road trip de “I will let you know”(miren, si no, lo bien que combina con el paisaje lunar de Cabo de Gata en este vídeo)
httpv://vimeo.com/65039523
pero también la potencia de “Don’t cross that line”. La de Anaut es una banda que lleva hasta una guitarra lapstick y un órgano hammond y que, como una suerte de maleta, ha ido componiendo en su paso por Madrid, Pamplona y Holanda, los lugares donde se ha formado en escuelas, conservatorios, bolos, platós de televisión y en la amistad con todos esos músicos que figuran en los agradecimientos del disco, porque, entre todos, lo han construido.
“De repente, te das cuenta de que, cada vez que alguien toca un mismo tema, puede hacerlo de una forma que no te esperas y que suene aún mejor que antes. En Holanda he tocado con cinco bateríasdiferentes, cinco tíos de porfavormadremía que cogen tus canciones y las suben. Y eso hace que haya un montón de influencias diferentes. Es la mayor suerte que tengo; haber tocado el mismo repertorio con gente diferente. Están haciendo sonar una música que ni yo mismo me imaginaba”, explica.
Quizá a algunos todavía les pille por sorpresa que en España se hagan canciones que suenen a Motown, pero Anaut viene de una escena de música negra –ya estuvo hace años en la banda de jazz funk Hace Soul– que late desde hace años en Madrid y de la que han brotado grupos con hordas de fans tan fieles como las de Freedonia (cuya ex vocalista, Aurora García, hace un cameo en “I’m gonna change my mind”). Precisamente, fueron sus amigos de Freedonia los que convencieron a Alberto de que el crowdfunding podía ser la manera de hacer realidad ese disco que llevaba tiempo dándole vueltas en la cabeza.
“Tranquiliza saber que solo has enseñado un par de temas y de vídeos a la gente por Internet y aún así han dicho ‘vale, lo compro’, pero también te da una sensación de deuda”, explica el músico, que continúa mandando discos y enviando las camisetas que sirven de recompensa a todos los que hicieron su aportación para el disco, y que también tiene que dedicar tres canciones a tres microproductores que así se lo han pedido, uno de ellos, su padre. “En este caso, esa frase de ‘sin vosotros esto no habría sido posible’ es verdad, porque yo solo no habría tenido el dinero para hacerlo”.
Fotos: Marta Tena.
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